Primerizos

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TaeHyung caminaba de un lado a otro, enlistando las cosas que necesitarían, mientras Jin anotaba en su inseparable agenda, desde hace unos meses.

La ecografía del séptimo mes estaba cerca. El tiempo pasaba cada vez más rápido y no se sentían aun del todo preparados. Ni siquiera habían empezado a pensar en los nombres o a decorar las habitaciones y mucho menos a comprar la ropita de sus bebés. Lo único que tenían eran dos pares de zapatitos blancos que la madre de Tae había bordado.

-Bien, creo que eso es todo-. Concluyo Tae, sentándose a un costado de Jin para leer la larga lista que había recitado.

Posponer la boda hasta después del nacimiento de los mellizos fue la opción que más le pareció a TaeHyung. Esperar unos meses más era lo ideal y Jin estuvo de acuerdo. Ellos no podían planear una boda ahora, cuando ni siquiera habían decidido como decorar la habitación de sus pequeños.

¿De qué color deberían pintar las paredes? ¿neutros? ¿colores pasteles?

¿Cómo deberían adornarlo?

¿Qué deberían de comprar?

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Jin y Tae inhalaron profundamente cuando entraron a esa enorme tienda de bebés. Ambos estuvieron de acuerdo en que sería más difícil de lo que pensaron. Nunca creyeron que existieran tantos modelos de cunas y muebles para bebés. Y eso que era en la primera tienda de bebés que miraban. ¿Por dónde debían empezar?

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Escoger el color fue tan difícil como elegir el inmobiliario, pero al final lo hicieron.

Jin se encargó de pintar todas las paredes, ya que no quería que TaeHyung se expusiera a los químicos de la pintura, aunque el envase de esta asegurara que era una nueva fórmula para nada toxica.

Jin pinto la habitación de un pulcro blanco, a excepción de una pared que fue pintada con un gris bajo. En ella, Jin dibujo contornos de tiernos animalitos bebés; una jirafa, un leoncito y un pachoncito elefante subidos en un trenecito que soltaba humo en forma de corazones.

Jin también acomodo el inmobiliario, bajo la supervisión de TaeHyung.

-Un poco más a la derecha. Poquito a la izquierda. Un poco a la derecha. Allí. Excelente.

Las cómodas, aun ausentes de ropa, tenían matices en grises y estaban colocados en una de las equinas de la habitación. Cerca de la ventana, había un cómodo sofá de tamaño mediano y de color blanco con suaves almohadas de color pastel y a un lado de este, también una silla mecedora. Justo en el centro de la habitación, un enorme tapete circular, adornaba parte del piso. Las cunas eran increíbles, porque tenían un espacio designado para cambiar los pañales.

Cuando todo estuvo listo, TaeHyung no pudo evitar derramar un par de lágrimas. Jin se acercó por atrás y lo abrazo, para consolarlo, colocando sus manos en el vientre de su novio, donde sintió las pataditas de sus pequeños.

A ellos también le había gustado su habitación.

Jin recordó aquella tarde de verano, cuando eran aún más jóvenes y de la nada, el tema de ser padres en un futuro, fue tema de conversación.

Jamás pensaron que aquel sueño estuviera a punto de volverse real.

"¿Te gusta mi diseño? Si es una niña, su habitación será como un castillo, las paredes rosas y una enorme cuna con dosel y, si es un niño, una jungla con muchos animales en la pared y cuna que parezcan ferrocarril."