Capítulo I

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Infancia, dulce inocente infancia.

Tengo un bote con jabón donde hago burbujas mientras mi madre y yo esperamos el dichoso auto que nos recogerá.
Ella lleva varias pulseras doradas en la muñeca y ropa con colores llamativos.
Al soplar una burbuja grande aplaudo y rio mientras se va hacia el cielo, esperando a que reviente como todas lo hacen. Pero mi madre se interpuso.
<Gerard ya deja eso>arregla el maquillaje que casi se corre por el jabón e intenta quitarme el bote de jabón.
<No quiero>tiro del bote pero mis débiles brazos no son lo suficientes y termino cediendo.
<Mamá ¿Iremos ya a casa?>estar parado en la calle es realmente aburrido, ¿cómo es que mami puede hacerlo tanto tiempo?
<Ya te dije que no me llames así>camina al basurero más cercano<Y no, iremos más tarde>la veo tirar mi bote de burbujas. No es justo.
Estoy por hacer un puchero y seguramente un berrinche pero ya llega una camioneta hacia donde estamos, mamá camina mientras arregla su cabello, veo que se recarga del vidrio y dice un par de cosas.
<Sólo tiene seis años, puede estar afuera, además soy buena>relame sus labios mientras le habla al señor de la camioneta. Siempre dice lo mismo cuando nos recogen, y siempre pasa lo mismo, supongo que es una de esas cosas de adultos que sólo voy a entender cuando me convierta en uno.
Algunas veces no funciona, otras nos recogen y nos llevan a un lugar diferente cada vez.
Esta vez vamos a un lugar con letras brillantes, creo que se llama hotel pero es diferente a los de las películas, este está vacío y sucio.
<Gerard>se acerca mi madre a donde estoy sentado<Te vas a quedar aquí, pórtate bien o ya sabes>asiento rápidamente.
<Pero luego tardas mucho>reclamo cuando ya camina hacia el señor extraño.
<Cállate y obedece>amenaza y por último la veo alejarse con el señor hasta que llegan a las escaleras.
No sé por qué tengo que acompañarla, hacer cosas de adultos es realmente aburrido, lo único que tengo son revistas y ni siquiera sé leer, mamá me dice que no va a perder el tiempo llevándome a la escuela, por más que de lo pido se niega y me manda a mi cuarto.
Pero a veces ver las imágenes hace que la espera no sea tan larga.
<¿Señor tiene más?>dejo la última revista que queda  sobre el montón junto mío.
<No, pero tengo dulces>una vez vi en la tele que aceptar dulces de extraños es malo, pero mamá y yo hemos subido a muchos autos extraños, un dulce no hace mal, ademas adoro los dulces. Espero que tenga la paleta que tanto me gusta.
De un brinco bajo del lugar procurando no tirar todas las revistas y camino hacia el señor con poca barba.
<Ven, aquí están>señala donde él se encuentra, yo me apresuro para llegar.
<¿Hay paletas?>al llegar busco con la mirada hacia todos lados pero no veo ni siquiera una envoltura. Aquí no hay dulces.
<Pequeño>el señor acaricia mi hombro y me mira raro<Dulce e inocente pequeño>aprieta mi hombro, comienzo a asustarme.
<Señor>sigo quejándome ya que sigue apretando y me va acercando a él.
<Tranquilo, yo no te voy a hacer daño>pero su rostro me da mucho miedo<Sólo quiero que veas que puedo hacerte sentir bien>intentó sonreír tiernamente pero sólo me hizo sentir más miedo.
<Cuando como dulces me siento bien ¿Puede hacer que me sienta bien sin dulces?>asiente y pone una su mano sobre mi pantalón.
<Si lloras o gritas te voy a hacer sentir mal, muy mal>hice un pequeño puchero pero asentí.
El señor me quitó los pantalones y me dejó en mi pequeña ropa interior, luego me tocó.
Él se quitó también la ropa y sacó su pene, era más grande que el mío, supongo que cuando te haces adulto eso pasa.
Volvió a tocarme, no se sentía bien, pero me dijo que si lloraba me iba a sentir mal, supongo que peor.
<Tócalo>bruscamente me agarró mi muñeca y me obligó a tocarlo. Él soltaba suspiros sin razón.
<Pequeño hermoso>sólo quería que mi mamá ya volviera.
<Lame>me puso dos dedos frente a mi boca, obedecí ya que su rostro me daba mucho miedo, era como el de mi mamá cuando me decía algo, así que lo hice ya que cuando la desobedezco me va mal.
Me puso de espaldas y sentí como tocaba mi trasero, luego algo húmedo y áspero recorrió mi espalda, yo creo que fue su lengua.
<Siento feo>intenté no soltar ni una lágrima.
<Pero aún no te voy a sentir bien>sus manos frías acariciaron mis piernas, subió hasta llegar a mi trasero.
Antes de que pudiera responderle sentí como algo entraba en mi, dolía y ardía demasiado. Ahí me solté en llanto.
Cubrió mi boca mientras sus dedos seguían en mi.
<Estás muy cerrado, hay que abrirte un poco>no sé a qué se refería pero no quería que me hiciera nada más.
Sus dedos se movían dentro de mí y me dolía mucho, pegué un grito. Recibí como castigo una nalgada.
<Cállate mocoso>voltee Lemus ojos llorosos hacia el señor y vi como se tocaba él mismo, tenía su pene entre su mano y lo movía bruscamente.
<Lámelo>tomó mi cabello y lo tiró, me negué y quise alejarme a pesar del dolor de que yo mismo hacía que tirara más de mi cabello<Lloraste y te advertí, obedece o verás>suena como mi mamá y cuando dice eso me lastima.
Saqué mi lengua y le lamí, quiso ahogarme con su pene, lo notó y por fin lo sacó, volvió a mover su mano como lo hacía, maldecía muchas veces, yo solo lo miraba mientras aún tiraba de mi cabello, las lágrimas caían sobre mis mejillas... pero algo más cayó en mi rostro.
Había algo blanco extraño saliendo del señor, el aún maldecía y suspiraba, el líquido extraño caía en mi rostro, aún lloraba.
Él, con su playera me limpió el rostro y dejó un beso en mi mejilla.
<Buen niño>me dio otra nalgada<No vas a decir nada, sino volveré a hacerte sentir así>
Me dejó tomar mi ropa y vestirme de nuevo, volví hacia donde estaba sentado. Lloraba a mares.
Por fin escuché a mi madre por las escaleras, guardaba algo en su ropa, el hombre siguió caminando hacia la salida.
<Comenzó a llorar de la nada señora>mamá, al verme, caminó rápidamente y me agarró de la muñeca.
<Te dije que no molestaras>se inclina para verme.
Sigue sin ser justo ¿Por qué nadie escucha a los más pequeños?
<Mami pero yo>seguí llorando.
<Cállate>apretó más mi muñeca<Ya te dije que no me llames así>se incorporó y caminó hasta la salida.
El señor ni siquiera me vio al salir, yo solamente quería irme a casa.
<¡Y ya deja de llorar!>no sé cómo obedecer a eso, no sé cómo dejar de llorar.
<Mami, es que el señor de ahí...>levantó su mano y me hizo lo que hace cuando no obedezco.
<¡Cállate ya!>
No hablé el resto de esa noche.

Infancia, frustrada arruinada infancia.

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Espero que este capítulo no los haya desanimado pero necesito hacerles entender el inicio de lo que viene, si no lo hago lo demás sólo será algo sin sentido ni inicio.
Espero no haberlos desmotivado.

&quot;Trying to forget him&quot; [frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora