Capítulo XI

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No me sorprendía, ni un poco, que mi jefe estuviera molesto. Más que eso, furioso, capaz de acabarme si pudiera.
Por eso no me ha dejado salir del burdel, paso día y noche en ese lugar siendo su "esclava" no me deja siquiera conseguir dinero con los clientes, me obliga a usar siempre mini faldas, tacones y bragas. Así cuando él quiera podrá dominarme. Así de fácil es cuando no vales nada.
Hace unos minutos el jefe dejó la habitación, estoy sobre la cama desnudo, frente a mí hay un espejo donde me miro. Tengo el cabello revuelto, mi falda está arrugada y mi cara descuidada. Me miro con asco, doy asco cielos.
Me gustaría que alguien me dijera que soy especial. Porque ahora es cuando más lo necesito.
<Es tu día de suerte linda>con indiferencia giro a la puerta cuando mi jefe la abre.
Espero a que él hable.
<Alguien ofreció un buen dinero por ti, tu castigo terminó, vístete>vuelve a dejarme a solas. No sabría si agradecer, de una cosa pasas a otra pero no realmente es a algo mejor. No quiero hacerme ninguna idea ni ilusión de que Frank es el que me espera. Digo, no me niego a que eso pasa por mi mente ni que no lo quiero. Algo en él no me deja volver a ser el mismo, fue el único que ha vuelto más de dos veces, normalmente un hombre de verdad no regresa. Me sorprende, casi me dice que soy especial y tal vez sea un dulce deseo.
Aún así, me mantengo a otras opciones, no puedo permitirme sufrir aún más.
Acomodo por última vez mi ropa frente el espejo, cambió mi rostro de zombie a uno "presentable" para bajar.
El club ya está lleno, la música retumba por las paredes hasta tu cuerpo.
Busco desesperadamente con mis ojos a la persona que espero, pero lo único que veo es a alguien más. Inesperado diría yo, supongo que una obsesión enferma.
Es Cameron quien me mira, no Frank. Tiene puesto algo de ropa pretenciosa, sonríe al verme pero yo ni un signo de amabilidad le devuelvo.
<Frank es algo egoísta, no me quitaba los ojos cuando estabas en casa>hace una pausa para relamer sus labios y mirarme de pies a cabeza<Pero no puede hacer nada aquí, eres de todos>sonrió, extendió una mano y acarició mi pierna, subió su roce, su mano empezaba a entrar en la tela de mi falda hasta encontrarse con mi entrepierna.
<C-Cameron>bajé la mirada hacia donde me tocaba, luego lo miré a él, fue como ver todo mi pasado, tenía una mirada oscura.
<Shh>acercó su rostro al mío, sus labios rozaban los míos<Pagué por ti, es tu trabajo>sentí su sonrisa en mis labios, tragué saliva y dejé que me llevara a uno de los cuartos. Porque tiene razón.
No tomó mucho tiempo en llegar a mi después de cerrar la puerta, me llevó a la cama, me dijo que no hiciera nada, me dijo que me quedara recostado.
Me estaba viendo, mi falda era tan corta que fácilmente se podían ver mis bragas, me dijo que me quitara la falda, lo hice.
<Ahora, harás todo lo que te diga>gateó hasta llegar a mi, comenzó a besar mi pierna, subía sus besos y se detuvo al estar muy cerca de mi miembro, dio un suave beso sobre las bragas.
De golpe se puso sobre sus rodillas, con ansias desabrochaba el cinturón de sus pantalones, se los arrancó dejando ver su miembro erecto bajo sus bóxers.
<Vamos>ordenó, metió su mano en su propia ropa interior y empezó a maturbarse. Entendí y fui hacia él. Sacó su miembro de sus bóxers, con una mano me apoyé sobre la cama y con la otra tomé su miembro.
Levanté la mirada hacia el amigo de Frank, sus ojos estaban entrecerrados esperando a que comenzara.
Y lo hice, comencé a lamer la punta, él suspiró en el momento en que apenas mi boca hizo contacto con su pene. Tomó mi cabello y enredó sus dedos en él, me forzó a meter todo el miembro en mi boca.
<Carajo si>siguió forzándome sin importarle que yo apenas pudiera respirar, luego sentí como con su otra mano dio una palmada en mi trasero.
Soltó mi cabello permitiendo que pudiera sacar su miembro de mi boca, dejé un hilo de saliva entre mi boca y el pene. Volví la mirada hacia arriba, el hilo de saliva colgaba de mi boca.
<Date la vuelta>dijo después de besar mis salivosos labios.
Obedecí dejando expuesto mi trasero, Cameron tiraba de las bragas, sentí la humedad de su lengua pasar por mi espalda dándome un escalofrío.
<Cam-Cameron por favor>no tengo el derecho de pedir que paren, nada de pedir piedad.
<Ya, verás que soy mucho mejor que Frank>ese comentario me hizo arder por dentro, Frank debería escoger bien a sus amigos. Pero no queda más que resignarme. Se estiró hasta la canastilla de condones junto la cama. Se lo puso y no quedó más que esperar a que entrara en mí.
Toma mi trasero con sus dos manos y me roza con su pene erecto al mismo tiempo que con una mano empieza a bajar mis bragas.
Con fuerza inserta su miembro causándome un enorme dolor, embiste con fuerza que apenas y puedo sentir placer, gime y sigue penetrando.
No creo que haya comparación para describir tal sentimiento, que el amigo de la persona que aprecias te esté haciendo tal cosa.
<Cameron, me lastimas>logro decir con todo el dolor. Pero no me hace caso, en vez de eso, le da una fuerte palmada a mi trasero. Aferro mis manos en las cobijas.
<Cameron>vuelvo a quejarme con la voz ya algo quebrada. De todas las veces que he hecho esto, nadie lo había hecho con tanta brusquedad, el dolor es insoportable.
Vuelve a ignorar por completo mis quejidos, él gime, ligeramente giro mi cuello hacia atrás. Relame sus labios y vuelve a palmearme con fuerza.
<M-me duele, por favor>el ardor ya es infernal.
<Que te calles>abre sus ojos de golpe, es como si hubiera un fuego maligno en ellos.
Al darme cuenta de que mi dolor no le importa me giro de nuevo y empiezo a soltar todo ese dolor físico en lágrimas.
Aprieto mi agarre con las sábanas. Lo escucho dar un suspiro largo.
<Mierda>por fin saca su miembro de mí dándome algo de alivio. Se quita con prisa el condón y se toca para después ver su líquido salir.
No lo miro porque mi rostro está lleno de lágrimas.
Unos minutos después se encuentra listo para salir de la habitación.
<Mira... Frank es mi amigo pero tú una perra, no dejaré que le cuentes sobre esto para que nuestra relación termine>sigo sin mirarlo, me hice ovillo en la cama cubriendo mi rostro aún llorando<Bueno, si es que te busca>escucho al maldito reír<Adiós nena>por fin sale de la habitación, así descubrí mi rostro y dejo el llanto salir desde mi pecho. Siento aún el ardor en mi entrada, paso mi mano, mi mirada es borrosa pero eso no evita que vea algo de sangre, creo que de nuevo he sido violado.

Estoy roto.



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AYÑ ESTE... otra portada yay

&quot;Trying to forget him&quot; [frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora