Capítulo XXII

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Doy un fuerte suspiro, siento un dolor inmenso en mi brazo y de golpe tomo asiento. Tambaleo, aclaro la mirada, por lo que veo estoy en una habitación de hospital, forcejeo un poco y en cuestión de segundos analizo que mis muñecas se encuentran atadas al metal de la cama.
<¡Frank!>sale de mi boca un grito y vuelvo a tirar del amarre.
Unos instantes después por la puerta entra una doctora y detrás un enfermero.
<Tranquilo Gerard, te daremos medicamento para el dolor>habla con una voz suave, el enfermero le pasa una aguja.
<No, esperen, necesito ayuda>me apresuro a hablar al ver cómo llena la aguja de un líquido.
<Tranquilo, el dolor va a pasar>acerca la punta de metal a mi brazo, me muevo violentamente en la cama impidiéndole meterme más mierda al cuerpo.
<¡Escúchenme! Frank está en peligro>salen lágrimas de mis ojos, la doctora me ignora y hace otro intento pero se lo impido, al no dejar de moverme, el enfermero se acerca a mi cuerpo y me rodea con sus brazos, me sigo moviendo con la esperanza de que me escuchen pero sin darme cuenta siento el pinchazo de la aguja y al instante un ardor dentro de mi cuerpo.
<Iero, lo van a matar>fue lo último que dije antes de que la medicina me hiciera efecto.

Y comienza de nuevo desde el principio, mis ojos se abren lentamente, dejo que el aire entre a mis pulmones, examino la habitación y detengo mis ojos al ver a Linda recostada en la silla.
<Linda>levanto la voz de manera que sólo ella pueda escucharme, da unos quejidos y abre los ojos, al notarme despierto da un respingo y se pone de pie.
<¡Cheech ya despertó!>grita y me mira de forma extraña, sus ojos me transmiten miedo y su voz suena más apagada de lo normal.
En ese momento por la puerta entra el señor Iero, da pisadas fuertes y tiene el rostro fruncido.
<¿Dónde está mi hijo?>se acerca a mi débil cuerpo, me toma de la bata de hospital y la tira hacia él.
<Nos tomaron por sorpresa>tiembla mi voz.
<Y tú eres el único que salió de ahí>levanta el tono de voz, su rostro se frunce aún más.
La misma doctora de antes entra algo apresurada por la puerta.
<Señor por favor cálmese>toma al señor Iero por el hombro e intenta alejarlo de mí pero él mantiene su agarre, mi rostro tiembla al verlo.
<Cheech vamos>habla por primera vez Linda, el hombre me suelta y deja que su esposa lo calme.
Miro a todos, la doctora prepara una inyección más, me giro a la pareja, quiero hablar, contarles lo que pasó pero tengo miedo, si no lo hago ahora entonces habrá sido tiempo perdido, si Frank aún vive podrían matarlo si no hablo.
La doctora se acerca de nuevo a mí, no forcejeo.
<¿Por qué estoy amarrado?>pronuncio en el momento en que la mujer pone alcohol en mi piel.
<Estabas inestable y no tuvimos opción, debíamos sacar la bala de tu hombro>había olvidado la parte de la bala.
<Iban a matarnos>me apresuro a hablar, los señores Iero me miran<Nos llevaron a un puente pero Frank me salvó, me lanzó al agua>digo dolorosamente, siento lágrimas recorrer mi cuerpo.
Los ojos de Linda toman un brillo apagado, toma la mano de su esposo y lo abraza.
<Es lo último que sé de Frank>aprieto los ojos, los amarres de mis muñecas se sueltan.
Abro los ojos y me encuentro con los de Cheech, tiene lágrimas recorriendo sus mejillas.
<No es posible que mi bambino esté muerto>solloza, cubre su rostro con un brazo.
Mi mente está en shock, es demasiado como para asimilar de golpe. Como tu cabeza te hace pensar que alguien muerto aún está con vida.
<Perdón>me suelto en lágrimas, Linda me sonríe, da unos pasos hacia la camilla.
<No es tu culpa>dice con lágrimas en los ojos, acaricia mi rostro y pone una sonrisa en los labios.
La habitación está llena de lastima y dolor, cualquiera que entre podrá notar que es de una pérdida de lo que se trata.
La enfermera al notar el momento, sale de la habitación sin meterme mas medicamento.
El momento termina al instante en que se escucha un celular.
Linda limpia sus lágrimas, aclara la garganta y saca un celular de su bolso, hace una mueca con el rostro, levanta la tapa del aparato y lo pega a su oído.
<¿Hola?>pronuncia con el poco aliento que le queda, unos segundos después su rostro le cambia por completo, quita el teléfono de su oído y presiona un botón.
<Mamá>la voz de Frank hace eco, se escucha débil, con poca energía.
Linda nos hace una señal con el dedo para que Cheech y yo nos mantengamos en silencio.
<¿Dónde estás?>cubre su boca con la mano, hay un silencio.
<No lo sé>carraspea<Está oscuro, hay una bala en mi pierna>solloza, la madre al escuchar eso pasa su mano a su cabeza y muerde sus labios.
<Hijo, te vamos a sacar de ahí, resiste>se apresura a hablar.
Hay un silencio que nos preocupa a todos en el lugar.
<Tienen suerte de que aún viva>se escucha una voz más dura del otro lado de a línea.
<Regresen a Frankie, no le diremos nada a la policía>pronuncia la mujer con la voz cortada.
<Es obvio que no lo harán, si no quieren que nadie más salga herido claro>ríe la voz, de fondo se escuchan los quejidos de Frank.
El señor Iero intenta hacer algo pero lo detengo, no quiero que por el más mínimo error Frank muera. Y esta vez en serio.
<Te daré a tu hijo, lo único que harán es entregarnos al chico, jamás lo volverán a ver, sus vidas serán como antes>habla acentuando con un tono irónico.
Los Iero me miran, trago saliva.
Se escucha por la línea los gritos de Frank
Miro hacia abajo y asiento.
<Todo esto es mi culpa, me iré y todo va a estar bien>susurro, Linda niega y solloza.
<Tic tac señora, su hijo perderá más sangre>
<Está bien>suelta de golpe, vuelvo la mirada al piso.
<Le daré los datos donde haremos el cambio mañana por la mañana>pronuncia y antes de colgar se escucha a Frank "¡Mamma no lo hagas!"
Se escucha el teléfono ser colgado, la señora se suelta de nuevo en lágrimas al igual que yo.
Mis pies siguen atados por lo que ella se acerca a mí.
<Daremos aviso a las autoridades>vuelve a acariciar mi rostro, niego con energía.
<Si lo hacen todos moriremos, solamente hagan lo que dicen>el señor Iero me mira y asiente una sola vez, sale de la habitación, enseguida entra la doctora con una inyección ya preparada.
Para cuando despierte veré a Frank, por última vez.
Siento el piquete en mi brazo, mis ojos pesan aún más y siento el dolor emocional desvanecerse.

aprecio que aún quieran ofrecerme ayuda pero no hay nada que hacer, así es como termina supongo.



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Que bonito es actualizar, perdón pero estaba de viaje y apenas regresé.
La fic ya está casi llegando al final.
Sin más comentarios gracias y adiós jojo.

&quot;Trying to forget him&quot; [frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora