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Ellie rodó los ojos y soltó un bufido exasperada. Miró irritada la cara de angustia de la manada y pegó un golpe sobre la mesa donde desayunaba todos los días.
—Paren todos, sé lo que hago y como lo hago. No dejaré ni permitiré que alguien de este pueblo salga dañado. No otra vez.
Stefan y Damon se miraron en silencio antes de volver sus ojos a la manda. Derek alzó las cejas interrogante ante el intercambio de miradas de los Salvatore.
—¿Ahora qué, pulgoso?
Las miradas de todos en la manada fulminaron a Damon menos los hermanos McCall, que se encontraban en una acalorada discusión sobre lo que era mejor para el pueblo.
—¡No podemos dejar que todo se vaya a a mierda, Scott! ¿Comprendes? No puedo permitírmelo. Hemos perdido demasiado.
—¿A quien le llamas "pulgoso", idiota?
—Oh vamos. Tú sabes perfectamente a quien me refiero, pulgoso.
—Es muy arriesgado para ti, Ellie. No puedes ir amenazando a Originales cuando sabes de lo que son capaces de hacer. Pueden destruir el pueblo en minutos. Ellie, hermana...
—No. —La doppelgänger negó con la cabeza y giró sobre si misma. Alzó las cejas incrédula ante todo el griterío que había a sus espaldas. Miro a Scott preguntándole con la mirada si él había escuchado la pelea de la manada con Damon— Oh, Dios. ¡Baja la silla!
Isaac dejo la silla en su lugar y alzó las manos quitándose del camino al ver a Ellie dirigirse hacía él. Miro la expresión de la chica McCall y hizo que todos se apartaran con la mirada, menos Derek y Damon, que seguían muy enfrascados con su pelea.
—¿Tú qué darías por ella si todo se fuera al carajo? Apuesto a que saldrías corriendo, como el cobarde que eres.
Los ojos de Damon se encendieron con llamas de furia, empujó a Derek hacía fuera de la casa antes siquiera de captar la esencia de Ellie cerca de él.
—¡Paren los dos! —Scott rugió al tiempo que Ellie tiraba un golpe a las narices de los hombres con D una vez Derek hubo entrado en la casa.
—Esto es lo que pasa cuando juntas a un vampiro y a un hombre lobo. Les dije que esto no iba a resultar. Tengo un sentido para estas cosas.
Lydia golpeo la nuca de Stiles y negó con la cabeza frustrada. —Cállate.
Stiles rodó los ojos exageradamente y aplaudió sarcástico. Señalo las caras de Derek y Damon antes de pasar su brazo por los hombros de Lydia.
—Compórtense, idiotas. Los papás de la manada tienen un ojo en ambos.
Liam alzó las cejas confundido y señalo a los hermanos McCall.
—Pero Ellie y Scott están mirándose el uno al otro.
Stiles miró mal a Liam y observó la falta de algunos integrantes de la manada. Lydia frunció el ceño notando la misma ausencia que Stiles y tensó su cuerpo comprendiendo la situación.
—Eh, Scott. Creo que tenemos un problema.
Scott miró confundido a Lydia y a Stiles, que seguían pegados, y recorrió a la manda con la mirada notando la ausencia de ciertas personas.
—Liam, llama a Hayden y a Mason. Scott, apresúrate a localizar a Malia. Stiles, por favor, ve a trabajar que pueden despedirte y habla con Theo, no tenemos tiempo. Lydia...
—Me quedaré al margen, comprendo.
Ellie abrazó a la rubio fresa antes de tomar su teléfono y colocarlo en sus manos.
—Iba a decir que llamaras a Parrish y vayas a la comisaría junto a él, pero eres lo suficiente inteligente para saber que es lo mejor para ti.
Lydia lo pensó por un momento antes de asentir, arrastro a Stiles con ella fuera de la casa y se oyó el auto de la rubio fresa arrancar.
Scott miró a su hermana orgulloso y sacó su celular rápidamente al recordar lo que Ellie le había encomendado.
—Salvatore, Hale y Lahey, ustedes vienen conmigo.
—¿A dónde?
Scott frunció el ceño al no obtener respuesta del otro lado de la línea, observo el localizador de la llamada y le dio un par de instrucciones a su hermana antes de arrastrar a Liam al segundo piso.
—¿Están bien con machar sus preciosas chaquetas, señoritas?
Ellie sonrió y salió de la casa en dirección al bosque de Beacon Hills.
