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Una venda gruesa cubre mi cabeza –Escuchaba una voz cantar- tapa una cortada mediana, –Seguía con una voz dulce- que sangra cada mañana, pero no dejará marca si es bien cuidada.

Abrí mis ojos y la oscuridad me rodeaba. Tengo frío, siento cada parte de mi cuerpo húmedo, estoy cansado, pero no puedo salir. Siento una opresión en el pecho, como si hubiera algo encajado.

¿Estoy muerto?

-Estamos –Escuche una voz-

-¿Qué paso? –Escuche la voz de agitada de mi padre quien entraba rápido al cuarto-

Prendió el foco debido a que aún estaba oscuro. Eran las 2:23 A.M.

-¿De qué?

Mamá entro detrás de él.

-Acabas de gritar –Dijo mi mamá-

Se acercó a mi cama y me miro, puso su mano en mi frente.

-Estás ardiendo en temperatura –Dijo seria-

-Yo me siento bien.

Mi papá se acercó y miro la colcha.

-¿Seguro?

Me senté en la cama y mire las colchas que estaban todas mojadas.

-Eso explica el frio –Dije-

Mi mamá bajo y mi papá me ayudo a quitar todas las sabanas que había empapado en orina. Mi mamá volvió a subir con un frasco.

-Manchaste el colchón dijo mi madre molesta.

Yo me reí.

-Como toda una señora peleando sus cosas –Le dije levantando las cejas-

-Dormirás abajo –Dijo mi mamá-

-¿Por qué?

-Está empapado el colchón deja que se oree.

-El lado izquierdo está seco, puedo dormir ahí.

Mi mamá negó.

-Te tomas esto y te duermes en el sillón. No quiero que amanezcas todo mojado y apestoso. Y cámbiate.

Tome una cucharada de lo que mi mamá me dio y sentí como el sueño me daba de golpe.

-Hasta mañana –Les dije y los deje solos en el cuarto-

Me cambie la ropa y me acosté en el sillón.

La ventana hacia que la sala no estuviera tan oscura ya que la luz de la calle entraba.

Me dormí profundamente, ya no soñé nada, creo que mi mamá me drogo.

Escuche como un carro freno en seco.

-¡Ah! –Grite-

-¿Qué tienes? –Me preguntó mi mamá quien me miraba asustada-

-El carro –Le dije acelerado-

-¿Qué carro?

-¿No a frenando ningún carro?

Mi mamá negó.

-Quizá lo soñaste.

Pase mi mano por la frente y me senté.

-Báñate y toma tu pastilla.

Hice lo que mi madre me dijo. No me fui caminando ella me llevó a la escuela.

Al entrar mire letreros y carteles que decían cosas como: ¡Maneja con cuidado! O ¡Respeta las señales! ¡Es tú vida y la de los demás la que está en juego!

Sentí un escalofrío fuerte al leer todos los letreros.

Camine rumbo a mi salón de historia, me tocaba esa clase con Emma y Alexander.

Me senté junto a ellos.

-¿A dónde se fueron ayer? –Les pregunté a ambos-

-Cada quien a su casa –Respondió Emma un poco seria-

-Qué bueno.

Dejamos de hablar porque la maestra de historia entro al salón.

La vieja maestra se sentó en la silla y puso sus cosas en el escritorio, nadie hacia el mínimo ruido, ya que le molestaba.

La maestra tomo una hoja que parecía de dirección.

-Le hablan en dirección a Cristina Smith –dijo- Cristina Smith –Volvió a repetir pero ninguna de mis compañeras se levantaba- Cristina Smith –Ahí fue donde me di cuenta que era a mí a quien le hablaban-

Me levante y la maestra se me quedo viendo y levanto el papel para que pasara y lo tomará, escuché como todos mis compañeros se comenzaron a reír.

Tome el papel y me salí del salón, caminaba rumbo a la dirección.

Mire el papel y si decía "Cristina Smith" me reí al leer la nota.


¿Qué Le Pasó A Connor?  ¡COMPLETA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora