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Escuché como seguía llorando y lentamente se levantó de la cama haciendo que su calor se convirtiera en frío.

-Ojalá y te mueras un día de estos –Dijo y se escuchó como limpio sus lágrimas- ¡Me haces todo imposible! –Me grito-

Sentí un golpe fuerte en la cabeza que hizo que me dejará caer de espaldas en la cama, estaba muy aturdido tanto que mis ojos se cerraron lentamente y no puse resistencia alguna, simplemente los cerré.

Ella estaba parada frente a mí, sus ojos con lágrimas habían llenado todo su rostro de su delineador, podía ver que estaba molesta por algo que no entendía, su respiración se podía ver agitada, solo se acercó bruscamente a mí y me empujo, yo me pegué contra la pared y la tome de las muñecas para que no me siguiera golpeando, lo único que hizo fue recargar su frente en mi pecho.

-Sueltame –Susurró- ¡Que me sueltes! –Me grito-

Yo la solté y ella se fue enojada, camine por el pasillo y sentí como alguien me tomo del hombro.

-Ahora si te pasaste Cris.

Al voltear miré a Kate quien tenía una mirada triste en su cara.

-No me arrepiento –Le dije arrogante y le giñe-

Abrí mis ojos y entraba un poco de sol por al lado de las cortinas me senté en la cama y tome el teléfono.

Alessa, perdón por lo de ayer. Hoy te acompañaré.

Me levante de la cama y me metí a bañar.

Me arregle, me tome mí pastilla, agarré mi mochila y baje a la cocina, me hice un cereal, mi mamá aún seguía dormida así que no me despedí de ella solo me salí.

Sentí como mi celular vibro por que entró un mensaje.

Bien. Nos vemos a la salida.

Mi día pasó más rápido de lo normal probablemente por los nervios, no me tocaba ninguna clase con Alessa pero si una que otra con Emma pero me senté lejos de ella para no platicar.

Antes de salir de la escuela sentí como alguien me toco el hombro, justo en el mismo pasillo como en mi sueño, gire un poco mi cabeza y mire a Emma parada detrás de mí.

-¿Qué harás hoy guapo? –Preguntó burlándose-

-Saldré –Me quedé pensando- Con mi mamá.

-Qué bien –Dijo sonriendo-

-¿Tú?

-También saldré. Iré a un lugar secreto –Dijo giñando el ojo-

-¿A dónde?

-No sería secreto si te digo –Me contestó y se alejó de mí-

Salí de la escuela y mire a Alessa al lado de un árbol, camine hasta ella.

-¿Qué? ¿Te remordio la conciencia? –Me preguntó-

-¿Qué?

-Sí, no creo que lo hayas echo por ganas –Dijo intentando sonreír-

-Perdón, por cómo me puse ayer.

Ella sonrió de lado y me miro a los ojos.

-Ya es muy tarde Cris, pudiste verlo dicho antes.

Yo incline mi cabeza un poco y me le quedé viendo, ella solo sonreía.

-Siento que ya había escuchado eso antes.

-Lo dudo –Contestó molesta- Vamos.

Comenzamos a caminar, llevábamos 10 minutos sin decir nada.

-¿Te puedo decir algo?

Ella solo asintió.

-Últimamente sueño mucho contigo.

Ella abrió los ojos.

-Pero no siento que sean sueños.

Ella solo bajo la mirada.

-Son sueños Cris.

Sentía distante a Alessa, quizá molesta por lo de ayer o simplemente nerviosa por encontrar a Connor.

Nos sentamos en la banca de la parada de autobús, 5 minutos de ver llegado y paso, nos acercó un poco pero aún así caminamos 20 minutos más hasta que llegamos al camino de piedras que daba al lago.

Alessa se quedó parada mirando el camino.

-¿Estás bien?

-Sí –Contestó sin verme- perdón –dijo ella mirando el camino-

-¿Por qué?

-Por todo lo que has pasado –Dijo mirándome a los ojos-

Yo asentí y ambos comenzamos a caminar por el camino con piedras, Alessa movía muchos sus manos. Estaba demasiado nerviosa.

-Tranquila –Le dije y le toque el hombro.

Ella solo sonrió.

Caminamos unos 10 minutos más y antes de llegar al lago Alessa me detuvo.

-Aquí hay que dar vuelta –Dijo apuntando a su izquierda-

Entramos al camino de tierra sin decir ninguna palabra, solo caminamos.

Comencé a sentir dolores de cabeza fuertes conforme caminábamos más, dolores que no aguantaba, hasta que me dejé caer al suelo.

-No ahora Cris estamos cerca –Dijo intentando agarrarme-

-Me duele mucho.

-Vamos –Dijo y me levantó- estamos cerca.

Sentí como una presión en mi pecho hizo que me desmayara.

Cuando abrí mis ojos estaba rodeado de árboles que cubrían todo el cielo, Alessa estaba sentada junto a mí, ella solo me miraba sonriendo.

-No es tan difícil arrastrar un cuerpo hasta aquí –Dijo sonriendo-

-Ya decía yo porque me dolía la espalda.

Me senté y mire una cabaña que se miraba muy bien conservada.

-Bienvenido ¿estás listo?

¿Qué Le Pasó A Connor?  ¡COMPLETA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora