Capitulo 8

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Era el día del examen, el último examen antes de mi graduación. Aunque había pasado estos dias con Josema, había conseguido aprenderme los temas restantes y estaba lista para el examen, pero eso no me quitaba los nervios. Iba a aparcar el coche en el parking de la universidad y me entró una llamada del uruguayo. Sonreí inocente y se lo cogí en manos libres.

— ¿Has llegado ya?— Preguntó desde el otro lado de la línea.

—Estoy aparcando— Respondí maniobrando para meter mi "mini"  en aquel espacio.

— Te dejaste las lentes en mi casa.

—Mierda...Bueno, no me hacen falta, son de lejos—.Paré el coche.

— ¿Segura?

— "Yes"

— Está bien, después del examen vente a mi casa,  te invito a comer a un restaurante bueno, te lo mereces. Has currado mucho.

— Me parece bien. Cuando salga te llamo.

— Genial, suerte preciosa.

— Gracias Uruguayo— Colgué cogí mis cosas y fui con una moral más alta al examen.

Entré, coloqué mis cosas y me puse música hasta que llegó el profesor. No quería hacer repasos de última hora, no me gustaba. Una vez entró, repartió los exámenes y me puse a ello, me salió todo fluido, excepto la séptima pregunta, la cual dejé en blanco y para el final.

Quedaban diez minutos para el final, lo había repasado todo pero el ejercicio no me salía, sabía que por mucho que pensase no lo iba a sacar así que lo entregué un poco decepcionada conmigo misma, ya que esa parte del tema apenas la había tocado.

Iba en el coche y Josema me llamó. No se lo cogí, no estaba de humor. Volvió a llamar y volví a no contestar. Llamó una tercera vez y decidí cogérselo ya que sabía insistiría hasta que se lo cogiera.

— ¿Pasa algo? ¿Venís ya? ¿Qué tal el examen? Perdoname por el interrogatorio— Rió.

— Ya voy, me quedan quince minutos. El examen bien, pero me he dejado un ejercicio en blanco. No me sabía nada, pasé de esa parte del tema— Dije triste.

— No pasa nada, ¿lo demás te salió bien?

— Creo que si. Pero como no me haya salido perfecto y le restamos ese ejercicio...

— No pienses en eso. Has estudiado mucho, te mereces una notaza, vente para mi casa, dale.

— Ya voy...— Dije sonriendo tras cortar. Josema era el único que podía hacer cambiar mi humor tan rápido.

Conduje unos diez minutos más y entre en la urbanización de Josema. Llegué a su casa y aparqué el coche, como hacía buen día me estaba esperando a fuera jugando al fútbol y se acercó a abrirme la puerta del coche, no me di cuenta y la abrí yo, dándole así con la puerta en el pecho.

— Perdón, perdón, perdón, perdón— Puso una mueca de dolor, la situación había sido graciosa y estallé risa.

— Si, si, mucho perdón pedis vos pero luego bien que te reís, pues a mi pecho no le hizo ninguna gracia— Hizo un puchero.

— Pobrecito mío, ven que te lo curo— Reí y fui a abrazarle tras cerrar la puerta del coche, pero Josema se alejó. — Oh, ¿el uruguayo se ha enfadado? — Este se dio la vuelta y tomó dirección al interior de la casa. — Si, definitivamente se ha enfadado— Volví a reír,negué con la cabeza y corrí tras el para subirme a su espalda.

No se lo esperaba, y por mucho futbolista de élite que sea, al no esperárselo, mi peso y la fuerza de la gravedad nos jugaron una mala pasada y caímos al suelo.
Yo quedé encima de él y me puse a reír mientras que el estaba serio.

— Hoy no es nuestro día— Reí, pero el seguía enfadado. — ¿Sigues enfadado? — No contesto, giró la cabeza en dirección a la piscina. — Bueno, creo que hay algo que puedo hacer para arreglarlo.

Uní sus labios con los míos y aunque al principio no me siguió el beso, segundos más tarde nos estábamos besando. Sonrei entre besos y el posó sus manos en mi cintura.

— Es imposible que me enfade con vos.

Nos levantamos y entramos dentro de su casa, le cogí ropa a Josema y salimos a fuera a jugar un poco al fútbol. Nos tiramos ahí la tarde entera, haciendo pases, juegos, riendo.

— ¿Vendrás a Lyon? — Preguntó el uruguayo parando el balón con los pies y levantando la mirada hacia mi.

— No estoy segura, después de los exámenes tendré que hacer muchas cosas, a parte que no creo que queden entradas.

— Sabes que yo tengo— Se acercó.— Quiero que vos vengas— Su mano acaricio mi mejilla y sus ojos se encontraron con los míos. — Quiero que vengas como mi novia. ¿Qué decís ?

— Josema me estás pidiendo... — Él asintió y yo lo besé ya que creo que no había mejor respuesta para eso. — Está vez, la copa es nuestra— Le sonreí. — Por cierto, — Comenté quitándome la camiseta.— ¡El último que se meta, hace la cena! — Grité segundos antes de tirarme a la piscina.

Hacia bueno en Madrid, así que terminamos en la piscina.

Salimos de la piscina y fuimos a la cocina con toallas enroscadas en nuestros cuerpos.

— Te toca a ti cocinar, uruguayo.

— ¿Y eso?

— Llegaste el último— Puse una cara de superioridad y los dos estallamos a carcajadas.

— Está bien, subí a ducharte y a cambiarte no te resfríes. Haré unas pizzas.

— Vale, "papá". Claro que vas a hacer unas pizzas, no te arriesgues a hacer nada más no vaya a ser que quemes la casa— Le di un pico y él me agarró por la cintura apoyándome en la encimera.

— ¿De verdad crees que yo soy capaz de quemar la casa? — Me subió a la encimera y Asentí. — Ah, relindo entonces, tengo una novia que no confía en mi.

— Novia, novia,novia...Que bien suena eso.— Dije sonriente. Y el me volvió a besar.

Un pitido bastante escandaloso nos asustó, nos separamos y nos dimos cuenta que el ruido provenía del horno, el cual se había sobrecalentado.

— ¿Con qué no quemabas la casa,eh?

— Andá, — Me dio en el culo.— Tirá para ducharte que sos vos la que actúa de distracción— Rió.

Al cabo de unos quince minutos, bajé y un olor a pizza inundaba la planta baja. En el salón me esperaba Giménez con todo listo y una peli.

— Veo que lo has tenido todo bajo control.

Me senté a su lado y él me pegó más a él.

— ¿Viste? Soy un genio.

— ¿No te habrá dado tiempo a pedir una no? — Pregunté incorporándome para coger un trozo.

— ¿Cómo carajo crees vos que me va a dar tiempo? — Rió.

— Tienes razón— Me llevé el trozo a la boca y lo saboreé. — Te ha salido muy buena. Ya sabemos que tienes que cocinar más a menudo. — Le besé.

Le fui a dar un bocado de mi pizza y cuando fue a morder lo aparte y le di un beso. Vimos una película y acabé dormida sobre el hora y media más tarde.





Holaaaa💜Dios mío cuánto tiempo!! Me siento fatal por no haber actualizado, pero no he tenido tiempo, este curso ha pasado muy rápido para mi, pero quiero que sepáis que a partir de Junio tendré más tiempo para escribir y terminaré todas las novelas y empezaré nuevas ❤️Tengo muchas ideas pero poco tiempo. Gracias a todos por seguir leyendo. #TeamGimenez.

Por cierto, en otra novela mia, llamada Simpelemente sentimientos II, os voy a dejar un pequeño texto de la Europa League🔴⚪️🔴

El amor es un arte. (Jose maria Giménez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora