Capitulo 9

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Mi vida había conseguido conseguir equilibrio, volvía a ser voluntaria del Atlético, hoy me graduaría, la relación con mi madre  había mejorado, aunque faltaba algo, y yo sabía que ese algo era difícil de recuperar. Había decidido irme a vivir con Josema, hicimos público nuestro noviazgo semanas atrás y lo intento llevar lo mejor posible.

— ¿Estás lista? — Preguntó el uruguayo entrando en la habitación.

— Me faltan los pendientes, y salte, no quiero que me veas.

— Ni que nos fuéramos a casar, que es es tu graduación, boluda.

— Lo se, boludo— Imite su voz— Pero quiero que sea una sorpresa aunque ya da igual.

Me termine de poner el pendiente izquierdo y salí al pasillo seguida de Josema.

— ¿Segura de que no querés que te lleve?

— No, tú tienes que ir con mi hermana y con Fer más tarde, igual que mi madre. Me jode mucho que no me dieran entradas para todos.

— No pasa nada— Me besó la frente, es normal. Lo entienden.

— Ya... Eso espero— Le besé. — Nos vemos luego.

Me metí en mi coche y conduje hasta la universidad. Hoy estaba realmente contenta, después de este día, habría terminado mi carrera universitaria, y ya tenía el sitio donde hacer las prácticas, esto era un no parar.

En unos veinte minutos llegué y aparqué. Divisé a mis compañeros, los cuales unos cuantos se graduaban hoy también.

Nos llevaron a una sala y estuvimos conversando, riendo, haciéndonos fotos... Había hecho grandes amistades ahí.

—Ya están empezando a llegar los familiares— Comentó Daniel, un compañero de clase.

Desde aquella sala podíamos ver como los familiares y amigos comenzaban a llegar y sentarse a esperar al comienzo de la ceremonia. Yo divisé a Josema, a mi madre, a Sara y Fer. Mi padre no podía venir, se tuvo que ir hace un par de días de viaje de negocios y no me confirmó que no vendría hasta ayer.

Diez minutos más tarde empezó la ceremonia, la cual fue larga, habló mucha gente, pero yo era la encargada de dar el discurso de despedida.

— Bueno... Toca decir que por fin se acabo— Reí. — Ya salimos graduados, nuestra última graduación a lo largo de nuestras vidas. Ahora vamos a comernos el mundo, porque estamos preparados, cuando entré en esta carrera, no sabía todo lo que se me venía encima, todo lo bueno y todo lo malo. Porque sin lo malo no habría nada bueno y viceversa. Todos los que estamos aquí hemos conseguido sacarlo, y quiero decir que vosotros habéis hecho de mis años aquí un lugar mejor donde estudiar era más sencillo. Quiero dar las gracias a los profesores, los que nos han apoyado desde que entramos, quiero dar las gracias a todos los estudiantes que hoy se gradúan, por su esfuerzo, quiero dar las gracias a todas esas personas que nos han enseñado este camino y que nos condujeron a esta carrera. Y por último quiero dar las gracias a todos vosotros que estáis aquí delante, a las familias, a los amigos... Y los que no están— No pude evitar pensar en mi abuelo— Pero les gustaría estar. Porque han sido ellos los que han estado desde el principio y han vivido con nosotros las etapas de estrés, de angustia, de felicidad, de tristeza... Y por esa misma razón están hoy aquí, viéndonos crecer y conseguir nuestros logros. Muchas gracias a todos.

Volví a mi sitio entre aplausos, y mire a Josema el cual me miraba orgulloso.

Media hora después la ceremonia acabó y salí afuera donde me esperaban contentos.

Me iba a acercar a ellos, cuando divisé a una persona, una persona que conocía. Christian. Lea hice un gesto de que esperasen y me acerqué al ya nombrado. Josema se quedo mirando.

— ¿No estabas en Korea? — Pregunté incrédula, yo tuve una relación con el hasta que se fue a Korea y no dejamos nada claro.

— He venido a la graduación de mi novia, ya que ella no me invita me he buscado la vida. — Me agarró de la cintura y atrajo hacia él.

— Christian, tú y yo ya no... Cuando te fuiste a Korea...

— No lo dejamos.

— Tampoco dijimos que estábamos juntos. Se quedó abierto. Chris, ya ha pasado mucho, he pasado página. Tengo novio.

— Si y ese soy yo.

— No Chris...— Miré a Josema.

— Carla, no me jodas que es ese defensa del Atleti. ¿Sigues de voluntaria en esa mierda?

— Si, y si, y no vuelvas a hablar Asi de mi equipo. Ahora por favor vete. Quiero disfrutar. Podemos quedar otro día y hablamos más calmadamente.

Me iba a ir pero me agarró del brazo fuerte y tiro para así. Josema se acercó con cara de pocos amigos.

— Tú y yo no lo hemos dejado. Así que me has puesto los cuernos. Puta.

— ¿Qué pasa acá? Déjala en paz— Josema se interpuso entre yo y Christian. — Carla tirá para el coche. — Negué y me quedé con el.

— ¿Quien te crees tú? Estaba hablando con ella.

— Eso no era hablar, y si la vas a hablar así, primero me hablas a mí.

Dicho esto me rodeo por el hombro y fuimos para el coche.

— Me tenéis que contar.

— Lo sé... Verás...

— No— Paro y se Puso en frente de mi. Muy cerca— Ahora no, cuando estemos en casa— Asentí.

Una vez entré al coche, Josema me hizo vendarme los ojos.

— ¿A dónde vamos señorito?

— Sorpresa, señorita.

Josema estuvo conduciendo por treinta minutos más o menos. Cuando paró el coche, me ayudó a bajarme y me guió andando. No escuchaba nada. Solo a Josema decirme que me iba a matar con los tacones.
De repente la venda se cayó pero seguía viendo oscuridad.

— ¿Gimenez?

No obtuve respuesta.

— Si es una broma no tiene gracia.

Pero de pronto, unas luces se encendieron y todo el mundo estaba ahí, me habían montado una fiesta sorpresa. Estaban todas las chicas, todos los chicos, mi padre... Todo decorado, había música, comida...

— ¿Fue idea tuya?— Le pregunté al Uruguayo

— Más que mia de tu hermana— Rió y le di un beso

Fui corriendo a ella y la abracé con todas mis fuerzas.

— ¡Gracias, Gracias, Gracias, Gracias! Te quiero.

— Sabes que no es nada, he recibido ayuda por parte de todos.

La fiesta comenzó y la tarde se convirtió en noche, bailamos, comimos, bebimos...

El amor es un arte. (Jose maria Giménez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora