Capitulo 21

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Uruguay había conseguido llegar a cuartos de final. Llevaba una semana en Brasil y mientras que Josema estaba con la selección yo pasaba tiempo con sus padres y hacía turismo por Brasil. Después de haberlo arreglado, se me hacía un tanto raro no estar con él, para ver si estábamos bien de verdad.

Era día de partido y los padres de Josema y yo pusimos rumbo al estadio Arena Fonte Nova, en Salvador con tiempo de sobra y la camiseta celeste puesta con el dos a la espalda.

Al llegar fuimos directos al estadio, aparcamos, entramos y nos dirigimos a los asientos.

— ¿Estás nerviosa? — Me preguntó la madre del uruguayo sonriendo.

— Mmm... Sólo por Josema. Sé lo importante que es para él y que en estos casos se pone mucha presión.

— Le conoces bien— Comentó riendo su padre observando el campo.

— Me alegro de que todo haya vuelto a la normalidad. De que estéis juntos otra vez. Os hacéis mucha falta, carajo. Y lo que hiciste, venir hasta acá, demuestra mucho. — Sonreí tímida.

— Gracias, pero supongo que era lo que tenía que hacer.

— Josema tampoco lo ha pasado bien estos meses, estaba muy decaído, solo se centraba en el fútbol y creo que era porque si desviaba su mente del deporte por un momento, le invadía la pena. Desde que está con vos, y no digo de salir, si no de conoceros, él está más feliz y yo se lo noto y me hace feliz que él sea feliz. Gracias.

Le sonreí sincera a su madre. Josema es un ser de luz, tiene magia, si él está feliz, todos a su alrededor lo están.

Los jugadores comenzaron a salir del túnel de vestuarios. Los padres del uruguayo y yo nos pusimos en pie para recibir a las selecciones.

Nada más pisar el campo Giménez nos buscó con la mirada, nos encontró y nos saludó.

Le deseaba todo lo mejor para ese partido. Le encanta ayudar a su selección, y ganar un título con esta para él significaría mucho. Y ahí estaba yo, para apoyarle, pase lo que pase.

Para la primera parte Jose María había hecho un trabajo enorme, había sido clave en muchas ocasiones. Sin duda Uruguay estaba dominando, pero el empate seguía.

Tras dos goles en fuera de juego por parte de Uruguay el partido termina en empate lo que nos lleva a los penaltis.

La madre de Josema me agarra la mano nerviosa.

— Sufro mucho en los penaltis — Me comenta riendo.

— Que me vas a contar, soy del atleti — Rio.

Josema mira a la grada y nos ve. Sonríe al vernos así, pero sonríe triste, a él tampoco le gustan los penaltis.


El primero en lanzar es Suárez, el cual falla ya que el portero peruano consigue pararse el tiro. Seguidamente mete Perú. Cavani mete, pero la selección peruana no falla y terminan 4-5.

Nos soltamos las manos lentamente, dándonos cuenta de lo que acababa de pasar. Veo a Josema sentado en el césped, llorando. Me invade la tristeza, Uruguay había sido claramente superior, pero eso no importa.

El campo estaba dividido, por un lado los jugadores peruanos celebraban el pase a semifinales de la Copa América, por otro los jugadores uruguayos doloridos y tristes por aquella inmerecida derrota.

Me entraron unas ganas irremediables de bajar al campo, coger a Josema por la cara, mirarle a los ojos, besarle y decirle todo lo que vale y lo orgullosa que estaba de él. Pero eso, tendría que esperar.

El amor es un arte. (Jose maria Giménez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora