®TRIO DE ASEX.

Solo quiero desaparecer...

Ashley pasó la noche en casa de Adam y no supieron nada de Andy hasta la mañana siguiente.

Sus padres la llamaron repetidas veces pero no tuvo fuerzas para contestar.

- ¿ Que tal has dormido?- le preguntó Adam.

- No muy bien, he tenido pesadillas.¿ Sabemos algo de Andy?

Adam negó con la cabeza.

-Deberíamos localizarlo.

- Ven ,siéntate y come algo.

- Sólo café sin leche, no me entra nada más Adam.

Adam le sirvió el café y se sentó a su lado.

- ¿ Que va a pasar a partir de ahora?- preguntó ella agarrando la taza.

- No lo se Ash, todo esto ha sido una locura desde el principio.- dijo restregándose los ojos.

- ¿ Que quieres decir con eso?

- Mira Ash, siempre me pareció algo absurdo, pero algo me impulsó a hacerlo, ese algo eres tú. Pero mira como estamos ahora,casi no me atrevo a mirarte ni a tocarte.

- No digas eso, me partes el corazón. Yo te quiero, y entre los tres sabremos superar esto...

- No Ash, no lo entiendes, esto tiene que terminar.

- ¿ Pero porqué? Esto es algo con lo que no contábamos, alguien quiere destruir lo que tenemos, no debe afectar a lo que nosotros sentimos. Debemos ser capaces de superarlo juntos.

- Ash en serio no puedo, me supera. Creo que voy a bajarme del barco y a largarme una temporada.

- ¿ Dónde? Adam si me dejas no podré seguir.

- Lo siento Ash, ayer mientras dormías reservé mi vuelo, sale esta tarde.

- ¿ Donde te vas?podemos ir los tres juntos.

- No Ash, quiero estar solo, no os diré donde estoy.

- Estas huyendo,eres un cobarde.

- Llámalo como quieras,no me importa.- gritó Adam- no entiendes nada, después de todo lo que ha pasado, tu móvil no ha dejado de sonar ¿y te preocupas aun de este trio absurdo?

- Está bien, si es lo que quieres y piensas haz lo que te plazca. Pero no estaré aquí esperándote.

Ash se levantó presa de la ira, se adecentó un poco y salió de un portazo.

Cuando llegó a la calle unos periodistas corrieron a por ella.

- Déjenme en paz.- dijo llorando.

Por suerte un taxi pasó y estaba libre. Ash subió y le pidió que la llevara a la dirección de Andy.

- Vaya ,¿ es usted famosa?- dijo el taxista.

- No- dijo fríamente- solo una idiota.

El hombre dejó de hablar y la llevó a su destino.

Como era de esperar en la puerta de Andy había aún más periodistas. Entró como pudo y subió al apartamento.

Tocó el timbre con las manos temblorosas.

- Iros joder!- Gritó Andy desde dentro.

- Andy soy Ashley ,abre por favor.

La puerta se abrió y éste tiró de ella hacia dentro. La besó y la abrazó, fue una reacción totalmente distinta a la que Adam había adoptado desde ayer y Ash se sintió en casa.

- Ash, esto es una puta pesadilla, pero gracias que estás aquí.- le decía besándola por toda la cara.- ¿ Donde está Adam?

- Adam se marcha Andy, se va esta tarde.

- ¿Donde ,porque?

- No quiere seguir, todo esto le viene grande, le ha podido la presión. No quiere decirnos donde se va.

- Maldito imbécil, así que deserta,abandona... es un cobarde.

- Andy, tu no me dejarás ¿verdad?

- Jamás, nunca haría tal cosa .Te quiero Ash.

- ¿ Y tus padres?

- Mis padres -Andy soltó un bufido- que le den a mis padres, nunca me dieron cariño, todo es dinero y apariencias. ¿ Que quieren ahora? Ash tu eres mi familia , vayámonos nosotros también, juntos,solos.

- No Andy, no podemos irnos, no sin Adam. Además quiero saber quien ha podido hacer algo así.

- Eso ya está en marcha, he contratado un detective, uno de los mejores de la ciudad. Cuando lo sepamos...lo va a pagar caro.

- No lo entiendo, por más que lo pienso no puedo entenderlo.

- Por desgracia he sido un cabrón mucho tiempo, habré cosechado más de un enemigo, pero te ha salpicado a ti y eso no se lo perdono.

********

Adam cogió el vuelo a las 17.00 de la tarde, rumbo a Japón. Era un viaje que tenía pendiente desde hacía tiempo y era una ocasión perfecta.

Con mucho dolor de corazón subió al avión, pensó en Ash y también en su amigo, pero los acontecimientos le impedían pensar con claridad y lo mejor era desaparecer cuánto antes. No era un cobarde, era práctico, no quería perjudicarles más.

Alguno tenía que tomar una decisión drástica. Dejar que el tiempo pasara y evitar más fotos morbosas que alimentaran a los que querían joderles la vida.