Parte X: Fuerza de voluntad

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Lo miro, puedo notar un poco sus ojos a través de sus lentes oscuros, me dedica una fría sonrisa

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Lo miro, puedo notar un poco sus ojos a través de sus lentes oscuros, me dedica una fría sonrisa.

-De acuerdo -dice John-. Eso es todo, gracias, Adam.

-De nada, seguiremos en contacto.

-Por supuesto.

Me levanto del sofá y me dirijo a la salida. Negocios...Negocios. Ahora tengo que buscar a Grace. Espero que se haya quedado en el lugar donde le ordené y no haya escapado. La busco entre la multitud, camino viendo por todas partes, hasta que por fin la encuentro sentada con un grupo de hombres, se ríe y tiene en la mano una cerveza...¡Una cerveza! Joder, ¿quién le ha dado esa mierda? Si ella se pone ebria, James me matará. Me acerco y la tomo del brazo para que se levante. Primero me mira molesta, pero luego esboza una sonrisa y comienza a reír.

-¡Oh, aquí estás! –exclama.

-¿Acaso estás ebria?

-Sólo un poco -ríe-. Mira, te presento a mis amigos -los señala con la botella-. Él es Phill, Bruce y Mike.

Le da un trago a su botella y ríe de nuevo. La miro molesto, se la quito y la dejo sobre la mesa.

-Nos vamos -digo con tono autoritario.

-No, no -dice entre dientes- tan solo un rato más.

-No, basta, vamos.

-Adam...No seas aburrido.

-Carajo Grace, vámonos ya. ¡Mírate! Estás demasiado ebria.

La jalo del brazo y avanza tambaleándose. Llegamos al auto y tengo que subirla yo a su lugar, cierro la puerta y entro al piloto. Enciendo el auto y manejo hasta la casa con dificultades para concentrarme, ya que Grace sólo suelta incoherencias. Espero que James no esté, porque si la ve en ese estado, me matará.

Cuando llegamos, antes de bajar del auto me aseguro que no esté el de James. Por suerte no lo está, me alegra. Salgo de mi asiento y voy hasta el de Grace, abro la puerta y la tomo del brazo para que no se caiga, aunque es imposible porque se tambalea demasiado, está muy ebria. Tengo que obligarme a cargarla y subirla hasta su habitación. Antes de entrar ella se para y comienza a caminar sola, de pronto cae al suelo, corro a ayudarla pero ella solo ríe. La levanto y la ayudo a sentarse en su cama.

-Qué divertido -dice Grace, riendo.

-¿Divertido? Si James hubiera estado en casa me habría volado la cabeza, ¿eso te parecería divertido?

-¿Estás molesto?

-Un poco... ¿Por qué mejor no te duermes? Te dejaré sola- me levanto de la cama, pero ella me toma del brazo haciendo que caiga a su lado-. ¿Qué pasa?

-No te vayas, quédate conmigo.

-No, es mejor que te deje sola para que descanses.

-Tengo una mejor idea.

Negocios Miserables {Adam Driver}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora