Me cruzo de brazos y fijo mi mirada en él. Da media vuelta y camina hacia mí rascándose la nuca. Todavía sigo ardiendo de celos.
Finalmente llega. Se pone frente a mí con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Acaso no le importó que lo viera con ella?
-Sólo quería...
¡Bam! Le doy una bofetada que seguro no olvidará. Frunce el entrecejo y se toca la mejilla.
-¡Eres un idiota, Adam Driver! –le grito.
Le doy un golpe en los hombros y luego en el pecho.
Me siento tan engañada, ¿cómo puedo hacerlo frente a mí? Sabía que no debía confiar en él, sigue siendo el mismo Adam Driver que puede tener en su cama a la mujer que el desee.
Me toma de los brazos para detenerme y me pega a él. Forcejeo un buen rato, pero termino perdiendo.-¡Suéltame!
-¿Qué te ocurre?
-Ocurre que sigues siendo el mismo Adam que se acuesta con cualquier ramera. Dime ¿Quién es ella? ¿Una de tus ex amantes? ¡Idiota!
Adam comienza a reír y me suelta al fin. Arqueo una ceja. ¿En verdad tan cínico es?
-De acuerdo, de acuerdo. ¿Estás celosa?
-Eso no tiene nada que ver. Ella era una ex amante tuya ¿verdad?
-¿Quién? ¿Marie?
-Entonces se llama Marie.
-Sí, ese es su nombre.
-¡Eres un cínico, estúpido!
-No es ninguna de mis ex amantes, despreocúpate. No sería capaz de volver a ver a ninguna de ellas.
Vuelvo a dale un empujón golpeando sus hombros.
-¡Te odio!
Y nuevamente él me atrapa. Sujeta mis codos con sus manos y me mira fijamente a los ojos.
-Tu no me odias –su voz suena calmada.
-Sí lo hago.
-Entonces tendré que hacer que me ames de nuevo.
Fuerza de voluntad.
Eso es lo que necesito cuando él me besa. Pero el sabor de sus labios es como un frenesí. Tan malditamente deliciosos que no puedo parar, es una completa locura.
Lentamente me suelta, para dirigir una de sus manos a mi cintura y la otra a mi mejilla acariciándola. Mis brazos inmediatamente rodean su cuello, para luego con mi mano acariciar suavemente el cabello de su nuca. Me besa de la manera que me enloquece.
Se aleja de mí con dificultad, pero lo hace.-Si no estuviéramos en un lugar público, ya estaríamos bajo las sábanas –ríe.
-Idiota.
-Entonces... ¿dices que me odias?
-Creí que cambiarías.
-¿De qué hablas?
-La besaste frente a mí.
-¿Toda esta pelea es por eso? –Ríe- ¿En serio? –me quedo seria y cruzo los brazos. Suspira- De acuerdo –toma mi mano- Escucha, Grace, ella es... -se queda pensativo- una amiga.
-Sí, claro.
-Mírame –lo hago- Jamás te engañaría ¿entiendes? Jamás lo haría. ¿Todavía no te ha quedado claro que... te amo?
-Sí, pero...
-Tú eres única... -me interrumpe- créeme, jamás podría hacerte algo así.
-Está bien... te creo.
Adam esboza una sonrisa y se acerca para besarme. ¿Debería seguir creyéndole? Una parte de mi dice que está diciendo la verdad. Pero esa otra me dice que me oculta algo, algo muy grave. Al terminar el beso lo miro a los ojos. Son tan brillantes y hermosos, ¿cómo no podría perderme en ellos?
-Lo lamento.
-Te amo, jamás te odiaría.
-Lo sé –sonríe- ¿nos vamos?
-Sí.
Volvemos a entrelazar nuestras manos, recargo mi cabeza en su hombro y caminamos juntos hacia el Centro Comercial.
Como siempre está abarrotado de personas. Recuerdo que hace poco Adam y yo vinimos.No puedo evitar sonreír al recordar la como lo besé cuando esa cajera le coqueteaba. ¿Celos? Por supuesto que sí.
Se detiene un momento y me mira.
-¿Tienes hambre? –me pregunta.
-Un poco.
-Conozco un lugar que te va a encantar.
-¿Dónde?
Toma mi mano nuevamente y comienza a avanzar. Muerdo mi labio inferior y muevo mis pies para seguirlo.
Se detiene frente a un restaurant. Lo observo detenidamente, su nombre es Le Petite Bistro. Francés, por supuesto. Adam dio justo en el blanco, amo todo lo que tenga que ver con Francia. Es mi país favorito.
Me mira un momento esperando a que le diga algo.
-¿Te gusta este lugar?
-Me encanta.
-Ven, vamos.
Entramos al restaurant, es igual de hermoso por dentro que por fuera. Hay pinturas en las paredes, el aroma de la comida es delicioso. Me siento algo informal, no estoy vestida para esta ocasión, luzco fatal.
Sonrío y entrelazo mi brazo con el de Adam. Un amable mesero con acento francés nos lleva hasta una mesa. Me agrada el lugar que nos dieron, no hay demasiadas personas aquí. Tomo asiento y miro a Adam con curiosidad.
-¿Acaso sabías que me encanta todo lo relacionado con Francia? –le pregunto.
-¿De verdad? –Dice sorprendido- No lo sabía.
-Sí, es mi país favorito. Quisiera conocer Paris y la torre Eiffel -observo el menú- Hmm... todo se ve delicioso.
-Y lo es.
-Creo que pediré... Foie Gras –Levanto la cabeza sobre el menú y lo miro, su rostro tiene una sonrisa dibujada- ¿Qué ocurre?
-Eres hermosa –mis mejillas toman ese color rojizo- Jamás podría cansarme de mirarte.
-Vamos, Adam, no sigas –río.
-Tu es très belle.
-¿Sabes hablar francés?
-Un poco, tomé clases.
-Lo haces increíble, deberías enseñarme.
-Oui.
Río y muerdo mi labio inferior. Adam toma mi mano, la acaricia y luego deposita un beso en ella.
-Je t'aime, ma chérie –me dice dulcemente.
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Negocios Miserables {Adam Driver}
FanfictionGrace Collins es una chica de 19 años que vive con su madre, una mujer alcohólica y drogadicta que la trata a su antojo. Pero todo cambia cuando decide venderla con un hombre llamado James Hiddleston. Él es un delincuente muy adinerado. Después de...