Grace Collins es una chica de 19 años que vive con su madre, una mujer alcohólica y drogadicta que la trata a su antojo. Pero todo cambia cuando decide venderla con un hombre llamado James Hiddleston. Él es un delincuente muy adinerado.
Después de...
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Suspiro y me levanto de la cama. Voy al baño y me lavo la cara. Observo un momento mi pierna, la herida ya no es tan grande, de todas formas me pongo un poco de crema. Salgo del baño y me peino un poco. Me pregunto si James se fue de nuevo, siempre lo hace, nunca está en la casa. Salgo de mi habitación y voy a la cocina. Esbozo una sonrisa al verlo sentado en el comedor.
-Buenos días, James.-me acerco a él y lo abrazo.
-Hola, hija.
-¿Sigues cansado?
-Un poco.- sonríe y me mira.- El día que me llames papá, seré la persona más feliz del mundo.
No respondo nada, no me siento preparada para llamarlo papá, pero en verdad lo quiero mucho, después de todo él tenía razón, ahora confío en él.
-No te preocupes, Grace, no te obligaré.
-Gracias.
-Quiero que eso salga de tu corazón.
-Verás que ese día llegará.
Sonríe y me abraza.
-Grace, ya tengo varios planes para que salgamos tú y yo.
-¿De verdad?
-Sí, tú querías que conviviéramos más ¿no?
-Sí.-sonrió.
-Bien, quizá vayamos mañana, es que...hoy necesito ir con Harrison.
-¿Adam irá contigo?
-No, se quedará contigo.
-Bien.- suspiro.
De pronto se escuchan pasos en las escaleras. Es Adam. Sonríe y se acerca a nosotros.
-Buenos días.-nos saluda.
-Hola.-respondo.
-Hola, Adam.-añade James.
-¿Hay planes para hoy? –pregunta Adam.
-No.-responde James.- no para ti, te quedarás en casa, tengo que ir con Harrison, averiguaremos lo del infiltrado.
-De acuerdo.- Adam se nota preocupado.-Espero que...lo encuentren.-me mira.- Cuidaré a Grace.
-Sí.- James se levanta.- Bueno, me tengo que ir ya.
-¿Ahora? –pregunto.
-Sí, no tardaré demasiado.-responde.
-De acuerdo.-lo abrazo.
James se despide de Adam y sale de la casa. Voy al refrigerador y saco un poco de leche. Tomo un vaso y me sirvo. De pronto siento las manos de Adam en mi cintura. Dejo el vaso en la barra y volteo a verlo. Sus labios están tan cerca de los míos. Me sonríe y me da un pequeño beso.
-Mmm...delicioso.-susurra.
-Basta, Adam, si quieres leche, sírvete.
-Prefiero probarla de tus labios.
Le doy un leve empujón y dejo el vaso en el fregadero. Subo las escaleras, pero inmediatamente Adam me sigue. Lo ignoro, pero me detiene.
-Grace.
-¿Qué?
-¿Quieres ser mi novia?
Doy un suspiro y me alejo de él.
-¿Eso es un sí?
-No es una respuesta.-río.- sólo me alejé de ti.
La puerta de mi habitación está abierta, así que entro y me siento en la cama. Adam me sigue y se sienta a mi lado. Lo veo a los ojos. Son tan hermosos y brillantes, me podría perder en ellos. ¿De verdad me quiere? Porque lo que yo siento es algo más que un 'te quiero'.
Adam toma mi mejilla y se acerca a mí para besarme. Sus besos son tan dulces, tan delicados y deliciosos. Se aleja de mí, puedo sentir su respiración. Me mira fijamente a los ojos.
-¿Sí quieres? –me pregunta nuevamente.
-No sé...
-Espera.-me interrumpe.- antes de que me des una respuesta quiero decirte algo.
