Parte XXVIII: Nos va a matar

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No puede ser, no duramos ni veinte minutos aquí, esto es lo que temía que pasara

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No puede ser, no duramos ni veinte minutos aquí, esto es lo que temía que pasara. Adam frunce el ceño y bufa.

-Maldita sea.-dice Adam entre dientes.- Lo siento, preciosa.

-Sabía que esto pasaría.

-Creí que era seguro. Lo siento, en verdad.

-No importa, no es tu culpa.

Adam sonríe un poco y ambos nos paramos. Veo como la mesera llamada Betty, se acerca a nosotros algo confundida.

-¿Se van? –pregunta.

-Sí.-responde Adam.- Tenemos que hacer unas cosas, gracias por todo.

Toma mi mano y juntos salimos de restaurante. Se ve algo frustrado, sé que él quería pasar tiempo conmigo. Maldita sea, por qué carajos tenía que llegar James.

Adam enciende el auto y conduce algo acelerado. Lo miro.

-Tranquilo, Adam.

-Tenemos que llegar antes que James.

-Vamos, estoy segura que él ya está allá.

-Joder, nos va a matar.

-No lo hará, hay que...inventar algo, no lo sé.

-¿Cómo qué?

-No lo sé, mis mejores ideas vienen cuando tengo mucha presión, ya se me ocurrirá algo al llegar allá.

-Espero que sí.

Vuelve su vista a la carretera, está tan concentrado en su camino, seguro pensando en qué le dirá James al llegar, se preocupa tanto por mí, me protege demasiado. No podría estar más enamorada de él.
Acabo de olvidar algo muy importante.

-Adam...

-¿Sí?

-Gracias.

-No tienes porque agradecer, todo fue un asco.

-Para mí no, tan sólo el detalle de llevarme a ese lugar tan lujoso, fue especial. Gracias.

-De nada.

Aunque su vista esta fija en el camino noto como esboza una gran sonrisa. Es tan típico de él.

En todo el camino no me dice una sola palabra, aunque ya le dije que inventaré una excusa, sigue preocupado. Tengo que pensar algo muy bueno.
Nos estacionamos. Comienzo a ver por todas partes, el auto de James no está.
Volteo a ver a Adam y sonrío.

-Que suerte.-dice.

-Ya lo creo.

Bajamos del auto y entramos rápidamente a la casa. Subo a mi habitación a toda prisa para poder cambiarme de ropa, pero Adam me detiene para poder darme un largo y apasionado beso.

-Te amo.-dice.

-Yo a ti.-sonrío.

Le doy un leve empujón y entro a mi habitación. Busco mi pijama, me cambio y me desmaquillo lo más rápido que puedo. Al cabo de un rato, me acerco a la ventana y veo que James viene llegando en su auto. Sonrío y bajo, para poder verlo.

Encuentro a Adam sentado en un sofá, me dedica una sonrisa y en ese preciso momento entra James. Se ve algo pálido.

-Hola.-dice con voz débil.

-Hola, papá.-respondo.- ¿te...te sientes bien?

-Sí, descuida.

-James, te veo algo pálido.-dice Adam.

-Tranquilos, estoy bien, sólo me sentí un poco mal, eso es todo. Traje comida.-levanta una bolsa que lleva en la mano.- seguro están hambrientos.

-Un poco.-miro a Adam y él sonríe.

-De acuerdo, creo que...iré a descansar un poco.

-Sí, papá.-respondo.- debes estar cansado.

No me responde, pero veo como sus ojos están a punto de cerrarse por el sueño. No me había dado cuenta que debajo de sus ojos se están dibujando unas ojeras. Sube las escaleras lentamente, me aseguro que llegue. Volteo a ver a Adam y frunce los labios.

-No se ve nada bien.-dice.

-Ya lo creo, quizás está enfermo.

Adam se acerca a mí y me abraza.

-Me preocupa verlo así.

-Tranquila, seguro está bien.

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Siento que he estado subiendo muchos capítulos muuuuuy seguido, y solo hay como dos o tres lectoras no-fantasma, so, subiré los próximos dos capítulos cuando tengamos al menos 5 votos en este cap. Sorry, but I love you :v

Negocios Miserables {Adam Driver}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora