5. Salvación

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--Nos vemos luego profesor--saludé antes de salir del salón.

Mis pasos avanzaban rápidamente. Y mis ideas también. Volví a revisar mis bolsillos, y ahí estaba el papel que leí por enésima vez.

Cada vez que doblaba en una esquina mis ojos volvían al inicio del escrito. Y por éso me choqué con alguien y caí al suelo. Sin embargo el otro ni se inmutó.

--Vas a aprenderte de memoria ése papel--me dijo Shido antes de ofrecerme su ayuda con un semblante serio.

--Si, perdón, no estaba mirando.

--Me di cuenta, no soy estúpido.

Sus palabras frías chocaban contra mí, y solamente pensaba en darle un golpe para que dejara de tratarme así, lo prefiero enojado.

Sin embargo olvidé ése asunto y continué mi camino. Llegué a la terraza, pero no me encontré a nadie, cuando bajé al salón del "Club de Investigación Idol", me topé con el mismo panorama. Bajé al patio, pero todavía no encontraba nada. Después de dar otras dos vueltas por todo el instituto me senté debajo de un árbol.

--¿Cuánto más vas a caminar?--me preguntó Shido mientras se acercaba.

--¿Cómo sabes que caminé mucho?

-'Te vi varias veces pasando por los pasillos, pero éso no importa, respondé mi pregunta.

Yo miré los ojos de Shido, seguían con ésa expresión fría e inerte. Cerré mi puño con fuerza, alejé mi mirada y me tranquilicé para responderle.

--Hasta encontrar a las Musas, de esto depende mi vida.

La expresión de Shido no varió para nada, sin embargo apuntó al portón y dijo:

--Se fueron hace una hora más o menos.

Yo me levanté de un salto, y le agradecí a Shido, pero justo antes de salir corriendo, el rubio me frenó.

--Ahora estamos a mano.

Yo asentí e inicié mi carrera en busca de µ's. Llegué a un templo en el cual no había nadie, corrí hasta un parque, pero tampoco las encontré. Me abrí paso entre un gran tumulto de personas hasta que llegué frente al instituto UTX, y todavía nada.

Me rendí cuando mi sentido de la orientación me traicionó, quedé perdido en medio de Tokio.

Todo se veía igual, no reconocía nada, y no tenía ninguna forma de saber donde estaba.

--No puedo ser más idiota.

Comencé a caminar hasta que me topé con un parque, me senté en una banca para descansar y volver a leer el papel.

--No puedo creer que ésta obra maestra no va a ser escuchada.

Cerré los ojos y me imaginé a mí, al lado de mis padres, con la sangre pegada a mi cabello.

Suspiré muy frustrado.--¿Por qué me pasa todo ésto?--me pregunté sin abrir los ojos.

La gente pasaba frente a mí de forma rápida y constante, no había silencio en ningún momento. Pero se escuchaba cierto ritmo entre tanto ruido.

Fue muy fácil comenzar a cantar ligeramente una nueva canción.

La letra salió sola, improvisada, no tenía nada que ver con mi canción original, sin embargo me gustaba. Se me grabó en la cabeza.

--...próxima parada, concurso de talentos--dije riendo.

Sentía que algo de ésa letra me cautivó, y decidí dejarla a medias para mi siguiente canción.

--Quizás si pueda ser un idol... no me molestaría del todo--me dije a mí mismo con una sonrisa.

Aquélla pequeña charla no duró mucho tiempo más, ya que pude ver a Umi y a Kotori caminando por el parque.

Me levanté rápidamente y corrí a su lado.

--¡Sonoda-San! ¡Minami-San!--les grité.

Ambas se dieron vuelta sorprendidas, en especial porque yo era el que las llamaba.

--Perdón por aparecer de la nada-les dije con mi media sonrisa--, pero necesito hablar con todo el grupo.

--Hablás de µ's, ¿No?--me preguntó Umi.

Yo asentí rápidamente.

--Bien, nosotras vamos a ir con las chicas ahora, podés acompañarnos--me respondió sonriente Kotori.

Yo sonreí ampliamente.--Gracias chicas, menos mal que las encontré.

Ambas rieron por un segundo, y luego me guiaron con todo el grupo.

Las otras siete chicas se encontraban en otro parque, cerca del templo que había pasado hace rato.

--¿Qué hace él acá?--preguntó Honoka algo confundida, al igual que las otras seis.

--Lo encontramos de camino, y nos dijo que necesitaba hablar con todas.

Yo asentí y saqué mi papel, bastante maltratado, arrugado e ilegible. Igualmente se lo entregué a Honoka, la cual lo leyó lentamente.

--¿Enserio escribiste esto?--preguntó la líder del grupo.

Maki le arrebató el papel de las manos y lo leyó rápido, luego lo pasó de mano en mano, hasta que siete de las Musas me miraban asombras, la excepción fueron Rin y Hanayo, quienes ya habían leído mi canción.

--Creo que te ganaste el auditorio--dijo Hanayo con una sonrisa.

Yo sonreí, muy contento.--¡Mi vida ya no corre peligro!--le grité al aire mientras levantaba mi puño, en ademán de victoria.

Rin y Hanayo rieron al verme hacer éso. Y como no, yo las seguí, al igual que todas las demás.

En aquél momento volví a olvidarme de todo, no había problemas, no había tristeza, no tenía que fingir estar bien. Todo a mi alrededor estaba tranquilo. Y mi mente planeó mantenerme así por un buen rato.

--Veo que se divierten--escuché detrás mío.

Su voz se me hacía muy familiar, era tranquila, y transmitía cierta felicidad. Al darme vuelta me encontré con mi tía, sonriente como siempre.

--¡Tía!--exclamé con una sonrisa amplia.

En ése mismo instante salté a abrazarla, me sentía muy feliz, y tenía que compartirlo con los demás.

--¡Cuidado John! ¿Qué te pasa?--me preguntó entre risas.

Yo la abracé más fuerte, y luego escuché las voces de las chicas detrás mío. Todas parecían conmovidas por la escena, algo que me sonrojó a más no poder.

--Te quiero tía--susurré antes de soltarla.

Mi tía sonrió, y me besó la mejilla.--Te veo en casa Johnatan--luego de saludar en general a todos, comenzó a caminar entre la gente hasta que la perdí de vista.

--No sabía que tenías un lado tierno--me dijo Honoka.

Yo sonreí sin mirar a las Musas.--Hay muchas cosas que no saben de mí.

--Es cierto, y por éso queremos que te unas al Club de Investigación Idol.

La voz chillona de Nico provocó que mi sonrisa se ampliara.

--No se van a decepcionar, lo prometo.

--¡Te creemos nya~!--me alentó Rin.

Mi felicidad estaba creciendo cada vez más, y mis recuerdos se desaparecían entre la niebla.

--Tu futuro ahora es brillante--pronunció Nozomi con una de sus cartas entre sus dedos.

--Sí, yo también siento que es así...

¡NYA!| Proyecto ZRin [LEER DESCRIPCIÓN Y ÚLTIMA PARTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora