Tres días pasaron después de que las chicas vieron mi canción.
Decidí practicar por mi cuenta, con un entrenamiento la mitad de exigente que el que llevaban las chicas, pero aspirando a llevarlo al doble.
A decir verdad era un esfuerzo muy grande, no tenía muchos descansos, y me la pasaba haciendo ejercicios variados. Algo que le pegó muy fuerte a mi cuerpo, ya que no tenía el hábito de hacer ejercicio.
-No puedo más-suspiré antes de acostarme a un costado de las escaleras.
Cerré los ojos por un rato, me sentía muy relajado en ése momento, al menos así fue durante unos segundos, hasta que sentí un ligero golpe en la pierna que me hizo volver a la realidad.
-Éso no es entrenar-dijo un chico rubio que conocía.
-No, de hecho estoy descansando-le respondí con una sonrisa.
Ya me había acostumbrado a los golpes de Shido, lo comencé a considerar una muestra de afecto cuando pasaron de ser golpes furiosos, a ser golpes de pluma.
-¿Va a venir la chica rubia?-preguntó con indiferencia.
Yo miré al final de las escaleras, pero todavía no llegaba la chica que esperabamos. Al igual que Shido, había alguien más que me ayudaba con mi entrenamiento.
Izumi Rika, la chica que conocí durante un trabajo de escritura, se convirtió en el apoyo moral. Cuando se enteró de mi entrenamiento no dudó en apoyarme, sin embargo, hoy no había venido.
-No duró mucho-el rostro del rubio se mantenía serio-. Creo que me esperaba que esto sucediera, solamente fue la emoción del momento.
-Sí, quizás tengas razón-miré al suelo algo decepcionado-. Pero todavía me queda alguien que me apoya.
Los ojos de Shido expresaban furia a cada segundo, su mirada se prendió al escuchar mis palabras, e incluso pude ver una llama moverse en sus ojos.
-Me voy, no tengo tiempo para tus estupideces-los pasos del rubio se alejaron, y yo lo miré mientras se iba.
Quizás no era muy hablador, tampoco muy amigable, pero muy en el fondo yo sabía que Shido era una buena persona.
Luego de un par de segundos me preparé para continuar con mi entrenamiento, seguían las flexiones de brazos.
Me posicione, coloqué una sonrisa en mi rostro, y comencé a contar.
-... diez... once-luego de éso caí al suelo de cara, golpeando mi frente.
Me arrodillé para revisarme más tranquilamente. Pasé mi mano por mi frente, pero no me había lastimado mucho, solamente era un pequeño golpe.
-Es más complicado de lo que pensabas, ¿no?-dijo una chica detrás mío mientras reía ligeramente.
Al darme vuelta me encontré a Kotori, quién sonreía amablemente.
-Quizás un poco-le respondí con media sonrisa-, pero no me voy a rendir.
Kotori me regaló otra de sus sonrisas y se sentó a mi lado, no me había percatado de que llevaba puesta su ropa para entrenar.
-¿Las demás van a venir a entrenar?-pregunté algo confuso.
Ella se paró para después extender su mano, yo la tomé sin dudar, Minami me ayudó a levantarme, y luego de unos segundos llegaron el resto de las Musas, acompañadas por una chica rubia.
Yo sonreí al ver a Rika acercarse corriendo preocupada.
-Creo que alguien llegó algo tarde-le reproché con una sonrisa.
-¡Perdón Zaril-San!-se disculpó mientras retomaba el aliento.
-No te preocupes Izumi, Shido vino a molestar un rato, así que no estuve totalmente sólo-traté de tranquilizarla mientras le revolvía el cabello.
Izumi sonrió aliviada-Prometo no volver a ausentarme sin avisar, después de todo mi trabajo es apoyarte.
Formé una sonrisa en mi rostro, me sentía muy feliz en ése momento, ya que nuevamente todos los recuerdos se habían esfumado.
-¿Ya estás listo para seguir nya~?-preguntó Rin, refiriéndose a mi entrenamiento.
-¡Pero claro que si!-alcé mi puño al cielo.
Las Musas rieron, al ver que Rika imitó mi gesto.
Y luego de unos minutos ya estaba nuevamente en el suelo.
-Quizás estás esforzándote demasiado Zaril-San, deberíamos pedirle ayuda a Hoshizora-San-me dijo Izumi muy preocupada.
Yo asentí lentamente-Si a vos te parece-una media sonrisa se plantó en mi rostro al decir aquéllo.
La rubia sonrió aliviada, para luego salir corriendo a buscar a la chica gato.
Y para cubrir a Izumi se apareció Shido, con su expresión antipática y andar rudo.
-¿Problemas con tu entrenamiento?-preguntó sin mirarme.
-Sí, pero creo que podemos resolverlo, Rika fue a pedirle ayuda a Rin.
Shido me miró con su rostro antipático-¿Desde cuándo tienen tanta confianza para que la llames por su nombre de pila?
Yo me reí, para luego acostarme y mirar las nubes-De donde vengo a todos los llaman por su nombre, todavía es extraño para mí que me llamen Zaril en vez de Johnatan.
Shido volvió a desviar su mirada, encontrándose con la rubia y la felina que se acercaban a nosotros.
-¿Necesitas ayuda nya~?-preguntó Rin con una sonrisa muy tierna.
Yo asentí, pensando en que iba a decir, ya que no tenía ni la menor idea de en que estaba fallando.
Rin me pidió que le mostrara mi rutina de entrenamiento, y en pocos minutos ella ya estaba corrigiendo mi técnica, ya que yo no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo.
-Entonces por éso me cansaba tan rápido-me encontraba asombrado, y haciendo correctamente la flexión.
Rin estaba a mi lado, imitandome, al otro se encontraba Rika que no se quedaba atrás, y Shido simplemente nos miraba con indiferencia.
Luego de un par de horas más de entrenamiento ya me encontraba cansado e incapaz de moverme. Por lo que solamente miraba las nubes.
-¡Fue un gran comienzo nya~!-Gritó Rin con emoción, acostándose junto a mí a mirar el cielo.
-¡A este paso vas a dar un show espectacular!-festejaba la rubia, acostada del otro lado.
Yo sonreí, sin dejar de mirar el movimiento de las nubes, y como el cielo comenzaba a cambiar su color celeste por uno rosado.
-Deberían volver a sus casas-dijo Shido mientras se iba en dirección a su casa-, nos vemos mañana idiotas.
Rika lo miró sonriendo-¿Nunca va a cambiar?
Yo reí-Para nada, así es Shido, y así va a ser siempre.
Rin también se rió, para luego lanzarse sobre mí-¡Llévame a mi casa Zaril-Kun!
Yo me levanté, con mucho dolor en todo el cuerpo, para poder ayudar a las dos chicas que me habían acompañado.
-Vamos, tenemos un largo camino que recorrer-les dije con una sonrisa.
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¡NYA!| Proyecto ZRin [LEER DESCRIPCIÓN Y ÚLTIMA PARTE]
Fanfic-¿Y ése es el favor que tenías que pedirme?-preguntó la directora de aquél instituto. -Sí, sé que puede sonar un poco extraño, pero quiero que mi sobrino estudie en un lugar que quede cerca de mi casa, y que tenga maestros en los que confío-rogó la...