¡NYA!| Proyecto ZRin [LEER DESCRIPCIÓN Y ÚLTIMA PARTE]

10. Kana

Me quedé congelado por unos segundos al ver a la niña, sin dudas era una sorpresa inesperada. Pero luego de retomar control de mi cuerpo, corrí a abrazarla.

--¡Kana!--grité con alegría.

Ella correspondió el abrazo con fuerza, y luego de unos segundos, nuestras lagrimas comenzaron a humedecer nuestros rostros.

--¡Te extrañé mucho Johnatan!--Sus palabras me alegraron incluso más el día.

--Yo también Kana, te extrañé muchísimo.

Nuestra tía no dudó en unirse a nuestro abrazó, derramando lágrimas al momento.

--¡Es hermoso verlos juntos de nuevo!--exclamó la castaña, estrechando incluso más el abrazo.

Sonreí al momento, todo estaba saliendo bien aquél día. Aunque fue una sorpresa ver a mi hermana después de tantos meses, no había cambiado en lo absoluto, seguía siendo la niña de ojos azules que conocía desde siempre.

Luego del reencuentro con Kana, mi tía nos dejó hablar tranquilamente, aunque seguíamos soltando una que otra lágrima.

--Entonces... ¿todo este tiempo estuviste practicando violín?--pregunté algo confuso--, ¿no hay nada más que te gustaría hacer?

Ella negó, dirigiendo su mirada al techo--Mamá y papá estaban orgullosos de los recitales, siento como si una parte de ellos se hubiera quedado en mi música--, comenzó a soltar lágrimas nuevamente, y yo la abracé por reflejo.

--Tranquila, a veces también siento lo mismo, es como si nos apoyaran incluso sin estar acá--La pequeña pelirroja asintió con una sonrisa nostálgica.

--Bueno, basta de mí, quiero saber que es lo que hiciste vos--Kana limpió sus lágrimas y me mostró una sonrisa tranquila.

Me paré a pensar un segundo en lo que iba a decir--Pasaron muchas cosas, entré a una escuela para chicas, conseguí un pequeño grupo de amigas, me pegaron, también tuve que escribir una canción--, cada palabra que avanzaba, era un recuerdo que ampliaba mi sonrisa--, y justo hoy tuve mi debut como school idol, ahora que lo pienso, son muchas cosas en menos de dos semanas--, reí, finalizando con mi recapitulación.

Kana me miraba sorprendida, como esperando que yo dijera algo más, pero nada se me ocurría. Al menos hasta que mi teléfono vibró, mostrandome un mensaje de Rin.

--Recordé que también tengo una cita con una chica--Kana reaccionó al escuchar aquéllo y me abrazó con fuerza.

--No te vayas Johnatan, no quiero estar sola de nuevo--Su voz estaba rompiéndose a cada palabra, como si estuviera a punto de llorar otra vez.

--Hey, tranquila hermanita, yo nunca me voy a alejar tanto, siempre vas a poder alcanzarme--dije con una de mis medias sonrisas.

Ella sonrió de la misma forma, y me dio un fuerte abrazo. Cuando me soltó, me di cuenta de que se había dormido.

Reí, ella siempre había sido así, sentimental, impulsiva, y sobre todo, dormilona. La acomodé en la cama de su habitación, y luego me fui a mi recámara. Pensando en lo bien que me había ido.

Me recosté tranquilamente, y antes de dormirme, revisé el mensaje de Rin.

"¿A que hora vamos al cine nya~?", leí en mi mente. Contesté rápidamente, pero parecía que ella ya se había dormido, algo que no me sorprendía en lo absoluto.

Cerré mis ojos, respirando tranquilamente, con mi mente completamente distraída. Había sido un día lleno de emoción y adrenalina. Lo que no me dio siquiera tiempo de tener una pesadilla, u algún mal recuerdo.

Mi noche fue tranquila, un abrir y cerrar de ojos, no hubo pesadillas, tampoco sueños, solo un instante para que sonara el despertador de mi celular. Lo apagué rápidamente, comenzando con mi rutina diaria.

Al bajar las escaleras me topé con Kana, quien estaba tomando un té con mucha tranquilidad.

--¿Qué tal tu primera noche hermanita?--le pregunté mientras alborotaba su cabello.

Ella rió, utilizando su mano para arreglarlo--Bien, aunque se siente raro no estar en el internado--, sus manos llevaron gentilmente la taza hasta sus labios.

Caminé hasta llegar a su lado, percatandome de otra taza de té. Me senté frente a la taza y comencé a beber el contenido de a pequeños sorbos, disfrutando de la simple compañía de mi hermana.

--¿No vas a llegar tarde?--Me preguntó riendo, por lo que yo miré mi reloj.

Abrí mis ojos de par en par, para luego beberme el contenido de la taza de un sólo sorbo.

--¡Gracias por el té!--grité antes de salir rápidamente en dirección al instituto.

Me esperaba otro día lleno de emoción, o al menos eso presentía.