Realidad

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Observo el cielo infinito repleto de resplandecientes estrellas, cada una con una historia diferente, frente a él el mar con un oleaje tranquilo, chocando las olas contra las rocas.

Paseo su vista por el lugar, quedando de frente con una chica que le daba la espalda, de cabellera negra larga.

El sol entro por la ventana dando de lleno a su rostro, posó el ante brazo sobre los ojos para poder abrirlos parpadeando un par de veces.

Un nuevo día, otro en el que seguía siendo un humano; suspiro, se levanto estirando su cuerpo, notando un peso extra en donde estaban anteriormente los pies. Shinx dormía tranquilamente.

En la mesa de noche encontró una nota junto a un vaso con jugo de moras, tomó la nota y leyó:

Un nuevo día en el que te
Enfrentaras a nuevos retos
Deja de lado tu orgullo
Vanidad, y por sobre todo
Tú pasado
Ya no eres Mewtwo
Eres desde ahora Ziri
Un nuevo camino
Aprende a caminar de nuevo
Ten sueños
Una ilusión
Crea lazos y conviértete
En la persona que en
Realidad quieres ser

Topacio

Una cosa más, Rina te ayudará
En lo que necesites

Chasqueo la lengua dejando la carta en su lugar, camino a la ventana observando a la gente retirar todo, limpiando y acomodando todo.

—Humanos...

Shinx bostezo estirando su cuerpo y verlo mientras se acomodaba en la cama.

—Buenos días –saludo el pokemon alegre —es un bonito día para jugar.

Suspiro dejando de lado al pokemon y beber un poco del jugo.

—Deberías ser más agradecido.

—¿Disculpa? —cuestionó serio Ziri.

El pequeño pokemon se asusto cayendo al suelo, apareciendo un gran chichón en su cabeza y sus ojos dar vueltas como espiral.

Un leve golpeteo se escucho del otro lado de la puerta —¿Ziri? ¿Estás despierto?

Gruño bajo para ir a abrir la puerta, la joven Rina estaba de pie con una charola en mano y sobre ella un gran desayuno a base de frutas, pan tostado y huevo.

—Espero que hallas dormido bien pese al ruido –se inclinó leve.

Ziri desvió la mirada —tengo el sueño pesado, no lo note –dijo con seriedad.

La chica sonrío, sabía que tras de esa máscara, había un buen chico, ademas de que su abuela le había contado cuando estaba más chica que una persona de buen corazón atrae a los pokemon, y no tenía duda de ello al ver cómo Shinx se le perdió en la noche y fue a dar a la habitación de Ziri por la ventana.

—Supuse que no querrías comer con todos en el comedor, así que te traje el desayuno, espero te guste –colocándolo sobre la cama y sacar de su bolso un paquete especial para Shinx —también traje el tuyo.

El pokemon alegre esperaba a que su desayuno fuera servido. Ziri se sentó en la cama y probó un poco de fruta picada.

Pasadas las horas, se encontraban frente a un monitor de vídeo llamada y envío de pokebolas y objetos.

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