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Telón

Xarceus se encogió de hombros —se a descubierto, entonces puedo centrarme en lo que debo hacer.

—¡Alto! –freno Mew, sin contar que Mewtwo no se detendría, así como Xarceus.

Estaba claro, todo aquello era por Ziri, mejor dicho Mewtwo. Era una prueba para demostrar que tanto había aprendido, que haría en tal caso.

Todo lo que había pasado, todos esos sucesos ya habían sido planeados para llegar a ese punto. Estaba claro, Arceus en verdad tenía todo preparado para Mewtwo, como liberarse de él teniendo en cuenta la petición de Mew de dejarlo.

El rosado aún intentaba detener esa batalla, así como los demás presentes, incluso Topacio se emparejo con Mew para frenar aquella batalla sin sentido. No pensó que Arceus pudiera llegar a ese extremo para evaluar a Mewtwo como humano.

Ziri incluso estaba más cerca de acercarse a Mewtwo con el apoyo de los demás chicos que, con sus pokemon intervinieron en aquella lucha, en la cual Xarceus tenían más ventaja.

Mewtwo en verdad no comprendía nada de aquello, solo sabía que, debía devolver todo a la normalidad.

Pero alguien se encontraba en un estado deplorable, un ser que fue olvidados por todos. Sólo su llanto fue capas de llamar la atención de todos, empuño con fuerza, aquello era realmente muy egoísta, demasiado.

—Todo esto... –Kida y Melody fueron las primeras en atender aquello —solo por un caprichoso... Lastimar –siguieron Topacio, Kuroi y Ámbar —gente y pokemon inocentes para cumplir un deseo infantil...

Resplandecía, Shinx no estaba mejor que ella, se encontraba iracundo como su amiga. Era una traición por todos, indirectamente, seguir aquel acto nefasto, ese escenario donde sólo demostraban ser niños pequeños.

Ambos resplandecieron, Ziri sabía lo que se venía, comprendía a la chica y su pokemon, sabía lo que era estar en una situación semejante, ser impotente a poder hacer algo, detener una batalla innecesaria tal vez para ti, pero que arrastraba con ellos a seres inocentes.

—Esa es una unión –dijo Ziri al término de ver como ambas almas se fundieron en una sola, no era humano, tampoco pokemon, sino un brillo cálido y resplandeciente sin llegar a ser cegador.

Xarceus y Mewtwo se detuvieron por una fuerza mucho superior a la suya, observaron al final aquello que atrajo muy poco su atención.

—Ustedes, soy unos egoístas llevando consigo a seres inocentes ¿no hay otro modo de resolver esto?

Cualquier intento de querer lanzar un ataque o moverse era inútil, estaban inutilizados de cualquier modo —Xarceus, a pesar de ser el lado oscuro de Arceus, no quiere decir que tengas que ser la sombra o el malo –dirigiéndose al mencionado —si crees que por armar lio ganarás algo, estas equivocado, sabrás que ganes o no será lo mismo.

—Mewtwo, tienes toda la razón en decir que, todos a tu alrededor sufren por ti.

Que aquellas palabras vibieran de ella solo atendió a una cosa, hacerle sentir peor aún, y es que, todo era por su culpa, su misma existencia.

—Pero ¿que amigo no sufre por su amigo? –no sabía si fue su imaginación o vio claramente una sonrisa.

Todo empezó a resplandecer, comenzando a desaparecer.
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Un cálido abrazo.
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Recuerdos. Experiencias que vivió con sus amigos, cada uno de ellos seguía en su mente, cada noche, bajo la luz de la luna, esos recuerdos salían a flote, le atormentaba, le hacían saber que, el era el causante del mal en sus amigos, que solo atraía desgracia y desfortuna a cualquiera que estuviera con él.

—Estaremos contigo siempre

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Un cielo azul con diferentes pokemon volá do sobre el, como otros nadando en los mares, jugando en las colinas y viviendo entre humanos.

El aroma del rocío, el viento soplando y meciendo la flora.

Ninguno tenía palabras para describir lo último que pasó, sólo sabían que, un corazón fuerte fue el que logró tranquilizar aquella tempestad de dos corazones.

Había sido algo que jamás olvidarán, aunque quisieran. Todo había vuelto a la normalidad.

Los legendarios a su labor de proteger en las zonas de su jurisdicción, así como guiar a aquellos que lo necesitarán, transformar ese mundo en el futuro que deseaban para todos.

—Por fin podré estar tranquilo... –con la vista en el cielo, Ziri estaba en el cuerpo de Mewtwo y este en el contrario —en verdad estoy... Agradecido.

No tenía ojos o poder para ver a los ojos a Ziri, aquel chico que de manera le sedia por completo su cuerpo para vivir su vida de humano, después de todo el caos que pasó.

El otro le hizo verle alzandole del mentón —tienes buenos amigos, no te asustes ni pienses que tienes el peso de la culpa de todo.

Aquello no le reconforta a en nada... ¿Seguir haciendo sufrir a todos?

—Lo comprenderás –fue lo último para desaparecer en estela y elevarse, fundirse con el viento.

Su yo, ese chico desaparecía en la nada, con el aire.

Los presentes así como Mewtwo, no, Ziri sintieron nostalgia por aquello.

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Rina y Shinx descansaban en un sueño sobre el pasto, con otros pokemon de campo cuidandoles, Topacio, Kida y todos estaban agradecidos, aquella chicaen verdad fue más de lo que planeo Topacio.

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Kuroi y Ámbar regresar a casa, hablando antes con el profesor Ikov, ellos y Rina quien igual regresaba a casa. Topacio y Kida volvieron a sus labores como protectoras, Topacio daba unas cuantas lecciones más a Ziri, a quien le estiró las mejillas al hacerle caras o no prestarle atención, justo como empezó todo.

Melody aun lamentaba lo que le pasó a su padre, pero regresó con la frente en alto, su madre y tío la recibieron con llanto y felicidad, dejó en claro que, en su momento saldría al mundo, lo que Ariel esta vez no protesto.

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Vanellope y Ziri seguían justos, ambos habían llegado, después de dos meses que llevó toda la aventura antes vivida y cuatro días de viajes ellos dos, se situaron en el pueblo de GGTown.