Fuego vs Agua

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Parte 1

Lo que había sucedido ese día corrió entre las voces de la gente más rápido de lo que llegó, recibiendo una reñida por parte de su madre le riñó seriamente y de no ser por su tío Sebastián, posiblemente Melody no saldría del gimnasio por un largo tiempo, y no era broma.

No comprendía por que su madre se ponía tan histérica en vez de preguntarle si estaba bien o algo, la reñía sin saber nada, y no era que odiara a su madre, solo le disgustaba esa manera de ser de ella desde que su padre falleció.

Ella lo había comprendido poco a poco por la ayuda de su tío, aquel que estuvo a su lado ante la depresión que había sufrido su madre con la perdida, ella había levantado el gimnasio, por ella los entrenadores que pasaban a esa isla se iba con un grato sabor en la boca, a pesar de haber tenía dificultades en un principio, si tío se encargo de ellas.
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Rina mantenía el ritmo de los entrenamiento, Ziri cuidaba de su pequeño ¿hijo? como toda buena madre/padre, con ayuda de los pokemon que dejaron de burlarse de él después de un tiempo y ver que, no mucha gente cuidaba como él de un pokemon recién nacido.

¿Aún no has tenido un combate? –cuestiono del otro lado de la línea el profesor Ikov —no importa si ganas o pierdes, lo importante es que tomes experiencia.

La chica asintió, las sabias palabras del profesor siempre la alentaban —ya hemos estad mucho tiempo aquí varados, hoy mismo iré a enfrentarla con todo lo que tengo –mirando a sus pokemon que asentían afirmativamente a las palabras de su joven entrenadora y amiga.

terminando la llamada no sin antes dar las siempre recomendaciones a ambos chicos, fueron a comer algo antes de dirigirse al gimnasio, y en lo que llevaban de día, Ziri no decía nada más que cortas frases cuando le preguntaba algo o simplemente hacer un gesto o ademán.

—¿Te pasa algo? –se atrevió a preguntar la joven mientras la chica que los atendió iba a dar la nota al cocinero.

Ziri no paraba de dar suaves caricias a Ralts quien disfrutaba de aquellas muestras de afectó —nada en especial...

Otra vez... La chica tomo aire con calma y apoyo el rostro sobre las palmas de las manos —¿es sobre tú pasado? –el chico abrió los ojos como platos sin verla, ella se apresuró rápidamente a negar con las manos exageradamente —no es que sepa de tú pasado la verdad, Topacio no dijo nada de ello solo que... dijo que estabas solo.

Sus miradas chocaron, los platillos fueron colocados por la chica quien guiñó un ojo a Ziri sin darse cuenta que este no le prestaba nada de atención, unos segundos Ziri desvió la mirada —¿por qué te encierras tanto? ¿Por qué no permites que otros te ayuden?

—¡Por que todos cuantos me ayudan salen lastimados! –exclamó llamando la atención de los clientes y servidores del lugar al alzarse de su asiento con fuerza. Recorrió la mirada por el lugar gruñendo para luego sentarse un murmurar un leve "no pasa nada".

Aquellas palabras exigían salir con fuerza de su pecho, dejando una tranquilidad en ese y una sensación de relajación el ya no tener que cargar con ello solo, ahora tendría que lidiar con algo peor como lo eran las preguntas de la chica.

Le miró y no sabía explicar el rostro de la chica. Con el ceño fruncido, una leve curva de inconformidad en sus labios y una mirada mezclada de enojo y felicidad ¿se podía eso? Abrió su boca para decir algo pero la cerró de nuevo, Rina le observaba peor que los humanos cuando trataban de cazarlo.

—Y no haz pensado tal vez en que ellos, con tal de ayudarte no les importaba el daño, por que sabían que tú harías lo mismo por ellos.
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Los humanos quemaban todo a su pasó, aquel hermoso bosque ahora era un inframundo con pokemon huyendo con pánico, desesperación y frustración algunos al no poder con la fuerza de los otros pokemones enemigos quienes se burlaban de los débiles que eran.

ChangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora