La Zorra y El Mujeriego (Editando)

Capitulo 14

En la salida me encuentro con una Ashley sumamente nerviosa, me sonríe con incomodidad y me acerco con decisión.

─ ¿Lista? ─por alguna razón me encuentro emocionada.

─Eso creo...

─ ¿Qué pasa? ─pregunta Claudia mientras se acerca, no tarda en llegar Iveth.

─La llevaré con mi estilista, quiero ayudarla a cambiar su estilo.

Mi amiga aplaude con emoción y toma a la chica de los hombros.

─Siempre he querido hacer algo así. ─la señala. ─También necesitas ropa nueva.

─Suena divertido. ─sonríe Iveth.

No la dejamos contestar, solo la llevamos de la mano hacia mi coche.

(...)

En este momento siento pena por Ashley ya que mis amigas la jalan para arriba y para abajo como una muñeca.

─ ¡Tienes unas piernas hermosas! ─halaga Claudia. ─ ¿Practicas algún deporte?

─Juego futbol. ─murmura en voz baja, con mis amigas es normal sentirte intimidada.

─ ¡Con razón! Si yo tuviera esas piernas, usaría siempre minifaldas.

─Ten. ─interrumpo la conversación. ─Este pantalón hace que se te vea la cintura más pequeña.

Claudia le da un blusa e Iveth la lleva al probador, nos quedamos esperando con impaciencia, me encuentro ansiosa por el resultado. Al salir nos deja con la boca abierta, tenía razón. Tiene bonito cuerpo y luce muy bonita así.

─Llévatelo puesto. ─zanjo con decisión.

─Pero...la vendedora....

─Mi mamá es la dueña. ─contesta Claudia. ─Va por mi cuenta, ahora vamos al salón de belleza.

(...)

Después de estar como dos horas en el salón, sale Ashley totalmente diferente...le pusieron unas mechas californianas, le cortaron el pelo hasta los hombros y le dieron forma a su ceja.

Parece otra.

Durante el trayecto a casa no dejamos de halagarla, no era fea, solo estaba mal arreglada.

─Muchas Gracias chicas. ─nos sonríe con emoción. ─Nunca me había sentido tan bonita.

─Me alegra saber que te gustó. ─me pongo nerviosa. ─Mis disculpas son sinceras, yo...

─No te preocupes, nos vemos mañana. ─sale del coche y se despide con la mano.

Las tres soltamos un suspiro al mismo tiempo.

─Deberíamos hacer esto más seguido. ─habla Claudia. ─Hace mucho que no me divertía tanto.

─Estoy de acuerdo. ─contestamos Iveth y yo, al ver que decimos lo mismo, soltamos una risa.

(...)

KAREN

Estoy muy agotada, mi mamá enfermó y tuve que pedir el día en el trabajo para cuidarla toda la noche.

─ ¿Todo bien? ─me pregunta Dean, muero de vergüenza porque seguro debo de lucir horrible con mis ojeras.

─Sí. ─evito mirarlo.

─Esta tarde tengo entrenamiento. ─bufa. ─No sabes la flojera que tengo.

─Pensé que amabas el deporte.