Capitulo 8

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El timbre de mi departamento me despierta, de mal humor veo la hora y son las ocho de la mañana.

¿Quién molesta un sábado a esta hora?

Voy al baño para lavarme los dientes y la cara, el timbre suena con más insistencia; así que camino rápido hacia la puerta y cuando la abro me sorprende ver a mi papá.

─ ¿Qué haces aquí?

─Solo quería decirte que ya pagué el dinero. ─sonríe, le hago una señal para que pase, pero niega con la cabeza.

─ ¿Cómo? ─no me da buena espina.

Tose en señal de incomodidad y entrecierro los ojos.

─Tu amigo pagó la deuda. ─comenta con tranquilidad, como si hablara de cinco dólares.

─ ¿Por qué lo aceptaste?

─No tenía opción, Claudia.

─Pero se los vas a pagar. ─espeto con obviedad. ─Me imagino que a plazos.

─Me los dio.

─No importa, se los tienes que devolver...Ni siquiera lo conoces.

─ ¿Y de dónde quieres que saque esa cantidad? ─se enoja.

─ ¡A plazos! ─me altero.

─No, la deuda ya quedó en el pasado. Ahora a seguir adelante. ─se despide y me quedo petrificada ante su cinismo.

No puedo creer que Logan le haya dado esa cantidad, y que mi padre lo acepte felizmente...seguramente quiere que mi padre haga cosas ilícitas a cambio de ese favor. Ahora que sé a lo que la familia de Logan se dedica, no puedo evitar sentir un escalofrío.

¿Y si alguien sabe que lo conozco e intenta matarme?

El sonido de mi celular me hace saltar en mi lugar, creo que estoy un poco alterada.

─Hola, Ashley. ─me llevo una mano al pecho.

─Si no te llamo yo, no lo haces tú. ─reprocha.

─Lo siento...he tenido varios asuntos importantes.

─Bueno...el motivo de esta llamada es que quería invitarte a cenar hoy en mi casa.

─ ¡Claro!

─Perfecto. ─chilla con emoción. ─Estaremos todos...como los viejos tiempos.

─ ¿Todos? ─me siento algo incómoda.

─ ¿Pasa algo?

─ ¿Quiénes son todos?

─ ¿Estás bien? ─se ríe. ─Me refiero a todos.

Interiormente pido que Logan no vaya, lo que menos necesito es estresarme, quiero pasarla bien con mis amigos y ya.

(...)

Me acomodo el vestido y toco el timbre de la casa de Ashley y me abre María, esta señora siempre ha estado para mi amiga, la quiere tanto que hasta se salió de la antigua casa de donde trabajaba para estar con ella.

Le doy un abrazo y entro a la casa que es muy bonita y espaciosa, un grito me sobresalta y Ashley se lanza a mis brazos.

─ ¡Claudia! ¡Qué bueno que viniste!

─ ¿Cómo estás? ¿Y el niño? ─sin previo aviso me jala del brazo para que la siga.

Abre la puerta de una habitación y es el cuarto de su hija, Dean lo tiene entre sus brazos y al verme me da una sonrisa.

La Zorra y El Mujeriego (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora