Capitulo 24

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Camino hacia la enfermería, lo último que quería era una pelea entre ellos. Al entrar me encuentro con Dean, con un pañuelo en la nariz, me acerco con un nudo en la garganta.

─ ¿Por qué lo hiciste?

Solo niega con la cabeza. ─No me gustó que te insinuara todas esas cosas.

Iveth se encarga de Connor que tiene una herida en el labio, al parecer los lograron separar a tiempo.

─ ¡Se supone que son amigos! ─alega Iveth.

─Me voy de aquí. ─comenta Connor levantándose. No quiero verlo, también estoy enojada con él.

─ ¿Estás enojada? ─me pregunta Dean y lo miro mal.

─ ¿Cómo crees? Me encanta que mi novio y mi amigo se agarren a golpes. ─ironizo. ─Entiendo que te haya molestado, pero la violencia no es la solución.

─Me dejé llevar por los celos. ─suspira. ─No volverá a pasar.

─Siento que ya nada será igual, no quiero que nos separemos. ¿Es tan difícil terminar la universidad en buenos términos? Quiero que sigamos siendo los mismos amigos de siempre.

─Fue su culpa...

─Ya me voy a casa. ─miro la hora. ─Mi última clase acabó hace diez minutos.

Me toma por la cintura y me acerca a él, pero no lo veo a la cara.

─Estoy enojada, Dean.

─Ya te dije que no volverá a pasar. ─aprieta mi cintura. ─Te llevo a tu casa.

─No, quiero estar sola.

─Ashley...

─Recupérate. ─me alejo y me toma de la mano.

─ ¿No me darás un beso? ─inquiere con la ceja arqueada.

─ ¿Te lo mereces?

─Sí. ─sonríe y quiero golpearlo.

Se levanta y toma mis mejillas, plantándome un beso en los labios. Ruedo los ojos y salgo de la enfermería, quiero que arreglen las cosas, pero primero se les tiene que pasar el coraje, además no tengo idea de donde esta Connor.

─Te gusta, ¿verdad? ─me pregunta Karen. ─Te encanta que dos hombres se peleen por ti. ─finge aplaudir. ─Felicidades, Ashley. Arruinaste una amistad por andar de zorra.

No me resisto, le doy una bofetada tan fuerte que me arde la mano.

─Ya estoy harta de ti. ─digo con los dientes apretados. ─ ¡Deja tu maldita obsesión por mí y déjame en paz! Vive tu vida y no te metas en la mía, si no quieres que sea la perra que tanto odias, no me provoques.

La dejo con la boca abierta y me largo de ahí, es que ya me tiene harta, no quiero ser la misma de antes, pero que ande de chismosa en cualquier parte me saca de mis casillas.

(...)

Para relajarme un poco, decido poner una película, últimamente me la he pasado en puros dramas y ya necesito despejarme un poco. No dejo de comer mi nieve de fresa, que tanto me gusta.

─Señorita...la buscan. ─me informa María, frunzo el ceño al ver quien se encuentra con ella.

─ ¿Logan? ─inquiero con sorpresa, es raro que venga a mi casa, me incorporo sin dejar de observarlo con extrañeza.

─Hola, Ashley. ─saluda con indiferencia.

─Siéntate. ─señalo el sofá de a lado. ─ ¿Qué pasa?

La Zorra y El Mujeriego (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora