No soy muy buena en la cocina, pero preparo algo medianamente bien, un poco de pollo con verdura, Iveth está sentada en la sala y no ha dicho ni media palabra, tampoco la molesto.
Sirvo los platos en la mesa y se levanta con duda.
─Tienes que comer. ─le sonrío.
─Espero que no me duela la panza. ─hace una mueca y se sienta.
─Me voy a quedar unos días en tu casa, quiero que te recuperes.
─No soy una niña.
─A veces te comportas como una.
Baja la cabeza con algo de timidez, no le quiero reprochar nada, solo quiero estar a su lado y ayudarla.
(...)
Mi papá llenó mi buzón de voz, me imagino que está enojado porque he faltado al trabajo estos días, o a veces me voy temprano.
─Deberías ir a trabajar. ─comenta Iveth desde la sala, está acostada en el sillón viendo películas
─Matt se puede hacer cargo. ─acomodo algunas cosas en el refrigerador.
─Claudia. ─me sobresalto cuando la tengo a lado mío. ─Tienes que seguir con tu vida.
─Hablas como si hubieras muerto. ─intento bromear, pero se mantiene seria.
─No puedes dejar de hacer tus responsabilidades solo por mí, también tienes una vida y no quiero mis actos traigan consecuencias para ti. Te prometo que estaré bien, solo es una mala racha.
─Lo siento Iveth, pero yo...ya no te creo. ─paso por su lado e ignoro su mirada de culpa.
Miedo.
Tengo miedo de que le pueda suceder algo, siempre hemos sido ella y yo, al tener unos padres ausentes nos refugiamos una a la otra, no quiero dejarla sola, yo no soy como sus papás y si fuera al revés estoy segura de que tampoco me dejaría sola en esto.
Siempre ha sido como una hermana para mí y me duele verla en esta situación, no poder ayudarla. Por más que trato de traspasar sus muros, no lo logro, quiero que hable conmigo, saber cual es el motivo de su infelicidad, de la depresión que carga hace años, esa que la hace refugiarse en el alcohol.
(...)
Esta vez decidí ir al trabajo, tengo que retomar mi rutina ahora que veo a Iveth mucho mejor, siento miedo de que me llegue una llamada para avisar que nuevamente está en el hospital, pero trato de ignorar esos pensamientos negativos.
Ella está bien. El color le volvió a la cara y sus ojos se ven con más vida.
─Te ves feliz. ─comenta Matt y entra a dejarme un café
─Lo estoy. ─le doy un sorbo.
Me estoy quedando horas extras para sacar el trabajo atrasado, pero no me siento cansada, al contrario, creo que tengo mucha energía y puede que se deba a mi buen humor.
Con todos los pendientes y preocupaciones que tengo, no he tenido tiempo de pensar en Logan, pero a veces cuando me encuentro sola o estoy a punto de dormir, admito que su rostro pasa por mi mente. Eso hace que me enoje, ni siquiera fuimos nada y estoy como tonta pensando en él.
Después de nuestra última pelea no he sabido nada de él. Tengo uno que otro mensaje de Nick, pero decidí ignorarlo, lo que menos quiero es otro problema más.
Cuando voy camino a casa procuro pasar por todas las discotecas y bares que hay cerca, tengo miedo de que Iveth se encuentre ahí, a ella no le importa el día, lo importante era alcoholizarse y "divertirse".
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La Zorra y El Mujeriego (Editando)
Teen FictionPor qué detrás de un mujeriego siempre existe una zorra, ¿no? Ya todos nos sabemos la historia de la chica buena que cambia al malo, la tímida que enamora al mujeriego, pero está es sobre la zorra y el mujeriego. ¨Contiene 3 historias diferentes¨