La Zorra y El Mujeriego (Editando)

Capitulo 17

Por la noche, llegamos al hotel más lujoso, debido a que se harán obras de caridad. Todos lucen vestimenta de diseñador, para presumir quién tiene el mejor.

Todo es tan superficial, que incluso me da vergüenza aceptar que meses antes yo era igual, a pesar de que veníamos en representación para ayudar a esos niños, no podía dejar de criticar los vestidos de varias chicas o incluso burlarme de ellas.

Niego con la cabeza. Menos mal que estoy aprendiendo a ser diferente, no es mucho avance, pero algo es algo.

Antonio llega con una sonrisa y de la mano trae a su esposa que se ve hermosa como siempre.

La mamá de Dean fue modelo y luce increíble para su edad, Dean se parece mucho a ella.

Cuando sus ojos azules se fijan en mí, sonríe con naturalidad.

─ Ashley...─me abraza. ─Te ves hermosa.

Me puse un vestido color durazno, me gustan mucho los colores pastel, y unas zapatillas del mismo color. A mi cabello le hice un par de ondas, y opté por un maquillaje sencillo.

─Gracias, señora. Usted luce increíble. ─digo con sinceridad.

Saludo a su esposo, que se ve un poco impaciente. A cada nada ve la hora en su reloj.

─Le dije a Dean que estuviera aquí antes de las ocho. ─espeta con enojo. ─Mira la hora que es y no ha llegado.

Sigue soltando maldiciones entre dientes, y después se calla. En la puerta de entrada, se encuentra Dean.

Mierda.

Se ve muy guapo.

Trae una camisa de vestir color vino, con un pantalón negro, se ve muy elegante. El cabello lo tiene peinado hacia atrás, marcando sus varoniles facciones. La camisa se le pega al cuerpo, mostrando su torso musculado.

─Perdón por la tardanza, me quedé dormido. ─se excusa con sus padres.

─Menos mal que llegaste. ─contesta su mamá, viéndolo con dulzura, mientras su padre niega con la cabeza.

Dean saluda a mis padres y a otras personas que se encuentran en la mesa. No me ha visto y no quiero que lo haga, algo patético porque no puedo evitarlo toda la noche, así que me dirijo al baño.

La vista la tengo un poco borrosa y no puedo creer que ya me esté haciendo efecto el alcohol, no tengo buena tolerancia.

Pero necesito relajarme, la presencia de Dean me pone un poco tensa, y siendo sincera tengo ganas de arrancarle su camisa y llevármelo a uno de los cuartos de este hotel.

¡Dignidad, estúpida!

Suelto un suspiro.

Me guste o no Dean tiene novia y yo nunca haría tal cosa, aprendí a valorarme más y eso de ser la otra no es lo mío.

Me encamino hacia la mesa y Dean tiene la vista clavada en el celular, pasa una mesera con la charola y tomo otra copa de champagne.

Una y ya.

Sonríe al celular y aprieto la copa, seguramente está hablando con Karen.

Tranquilízate, Ashley.

Finjo indiferencia y me siento a lado de mamá, mi papá le dice algo al oído y suelta una risa, eso me hace sonreír a mí también.

Me encanta como se aman el uno al otro, aunque a veces tienen sus diferencias, siempre las arreglan. Me pregunto si algún día yo también tendré un esposo que me ame de esa manera.