La Zorra y El Mujeriego (Editando)

Capitulo 20

Ante mi silencio suelta un suspiro.

─Sé que nosotros hemos sido una mierda con las personas, lastimamos a gente que no se lo merecía, pero no es bueno estarse castigando todo el tiempo.

Todos los recuerdos vienen a mí, haciéndome sentir mal.

─Te he estado vigilando desde que pasó lo de Amanda. ─continua en voz baja. ─Y no es bueno deprimirte por eso. En realidad, no fue culpa de nadie, ella ya tenía muchos problemas y busco la salida fácil.

─Lo sé, al principio me sentía mal, supongo que aprendí mi lección. ─fuerzo una sonrisa. ─No he molestado a nadie, la verdad creo que era inmaduro de nuestra parte.

─Me alegra escuchar eso. Pero... ¿Qué hay de nosotros?

─Tú elegiste ir detrás de Karen.

─Lo hice porque tú habías hecho algo malo, no tenía porque enterarse de esa manera. Soy sincero al decir que la considero una amiga especial y me sentí muy mal al verla así, se lo iba a confesar, pero no en esa ocasión.

─Yo...pensé que estabas enamorado de ella, te veías tan entusiasmado.

─Siempre supe que estabas celosa. ─sonríe de lado y ruedo los ojos.

─Idiota. ─me cruzo de brazos y ríe.

─Karen es muy diferente a las demás chicas y eso me atrajo, es una chica increíble. ─me mira con seriedad. ─Me hizo darme cuenta de mis errores y siempre le agradeceré eso. Pero me di cuenta de que, en vez de enamoramiento, era admiración hacia su persona.

─Ya veo.

─Me la pasaba con ella, pero no podía dejar de vigilarte. ─confiesa. ─Pensé que Connor aprovecharía la oportunidad para conquistarte.

─Connor es un amigo increíble.

─Lo sé, pero me es inevitable no sentirme celoso. ─toma mi mano. ─Contesta la pregunta que te hice desde un principio.

No puedo creer que después de haber tenido sexo con él muchas veces, en este momento me estoy comportando tímida, ¡Por dios! Yo nunca he sido tímida y menos cuando se trata de Dean y sin embargo siento que en este momento me estoy sonrojando.

Lo bueno que es de noche y no se pueden ver mis mejillas coloradas o moriría de la vergüenza.

─Si. ─espeto con timidez.

Ni siquiera quiero verlo a la cara ¡Estoy muriendo de pena!, nuestras miradas se encuentran y me mira con una sonrisa de suficiencia.

─Deja de mirarme así.

─Que linda te ves sonrojada. ─acaricia mi cara. ─Nunca te había visto así.

─Cállate. ─empiezo a molestarme.

Entonces pega sus labios con los míos y siento la delicadeza con la que me besa, es un beso tan dulce que me vuelve loca, le sigo el ritmo hasta que nos separamos, siento muchas emociones desconocidas.

Pega su frente con la mía.

─Mierda, siento que ha pasado mucho tiempo sin besarte. ─me da otro beso casto en los labios.

─Mañana iremos a la playa ¿Quieres venir? ─pregunta, acariciando mi mejilla.

─Estoy castigada...

─Les diré a mis papás que inviten a los tuyos.

─Suena bien.

─ ¿Quieres que te lleve a tu casa?