En una mansión de la alta sociedad se celebraba una reunión familiar, evento que sucedía una vez al mes para mantener cierta convivencia y apartarse un poco de los negocios en los que estaban involucradas las familias Borges & Marquina. La noche caía y ya se habían reunido todos los invitados de la cena, esto formaba un número exacto de quince personas reunidas en la mansión de los Borges.
La sirvienta Marlen se acercó a su patron y de manera prudente le informó que la cena se encontraba lista y servida al escuchar esto, Don Sabino comunicó a sus invitados que podian pasar a tomar asiento en el comedor donde disfrutarían de un gran y delicioso banquete.
Las familias no tardarón en ir tomando asiento en aquel esplendido y amplio comedor ubicandose de la siguiente manera: La familia anfitriona comenzando por Sabino Borges en la silla principal, su esposa y sus hijos Claudio Borges, Alexandra Borges y Sofia Borges. En el lado derecho del comedor se situaban los demás Borges: Su hermano Andrés Borges, su esposa Melissa Diaz y su único hijo Ramiro Borges. En la silla central del otro extremo se encontraba Manuel Borges el hermano soltero de Sabino y era seguido por la familia Marquina que estaba ubicada de la siguiente manera, del lado izquierdo se encontraba el hermano menor Julio Marquina junto a su hijo Sergio Marquina, la hermana mayor Sandra Marquina con su esposo Enrique Solís y sus hijos Daniel Solís y Karina Solís y por último un invitado especial para todos menos para Alexandra Borges: Sebastian Ortíz su novio con el cuál se encontraba molesta en ese momento.
La cena fue un banquete exquisito digno de gente de su nivel, un ambiente seco pero no hostil acompañó a las familias durante estuvieron sentados en la mesa, no tardarón en levantarse una vez terminados los alimentos para buscar un lugar donde conversar los temas que a cada quien les convenían - Los empresarios de ambas familias se juntarón a debatir los temas relevantes a sus negocios acompañados de música agradable, los hermanos más apegados se juntaron para conversar sobre sus vidas en la cocina y los primos tuvieron una pequeña charla grupal en el salón principal de la casa, cosas relacionadas a los chismes y el estudio. Por otro lado en las escaleras se podía escuchar la discusión de la señorita Alexandra Borges y su novio Sebastian Ortíz
Alexandra Borges: ¡No puedo creer que seas así de insensible e inmaduro! -gritaba molesta la hija de Don Sabino-
Sebastian Ortiz: Deja de hacer escandalos y dime una cosa ¿Para que sigues ocultando esto Alexandra? Deberías de ser valiente y decirme en la cara que me engañas con ese chico de tú clase. Me llamas inmaduro por no dejarme ver la cara de imbécil y permitir que me sigas engañando. -dijo en tono molesto-
Alexandra Borges: ¿De verdad crees que sería tan tonta de engañarte con Darryl? -preguntó-
Sebastian Ortíz: ¿Lo ves? Ni siquiera había mencionado su nombre, tú actuación de chica engreída y perfecta te quedo corta. Solo estuviste jugando conmigo ¡Zorra! -dijo para luego recibir la reacción de su novia-
Alexandra Borges: ¡Eres un idiota Sebastian! No te quiero volver a ver nunca más -le dió una cachetada que todo invitado de aquella casa presencio para luego retirarse de ahí corriendo-
- El joven Sebastian tapó su cara y bajo las escaleras molestó. Don Sabino por su parte intento desviar la atención de la reciente pelea que había tenido su hija aplaudiendo y diciendo en voz alta -
Don Sabino: Bueno, bueno damas y caballeros no dejemos que este evento nos arruine la fiesta, sigan disfrutando en unos momentos mis empleadas entregarán unos postres receta especial de los abuelos que lastimosamente no pudierón estar presentes el día de hoy -dijo de manera elegante y amable-
- Los invitados intentarón apoyar el noble intento de Don Sabino por recuperar el animo de la reunión que festejaban en su casa, el joven que ya había bajado las escaleras y se disponía a retirarse fue inmediatamente detenido por Don Sabino que le miró para seguidamente conversar con él -
Don Sabino: Sebastian, puedo entender que estes molestó con mi hija y no dudo que alguna razón tendrán. Con esto no quiero que sientas que me meto en sus asuntos pero la manera en que te referiste a ella no fue de mi agrado ni adecuada. -dijo con un tono paternal-
Sebastian Ortíz: De verdad que siento mucho lo que acabo de hacer en su reunión Don Sabino, estoy muy apenado con usted y su familia que siempre me han tratado como un miembro más aquí. Solo que he tenído problemas con su hija debido a celos y pues me deje llevar por un impulso hace rato... -dijo agachando la mirada-
Don Sabino: No pasa nada hijo, yo también fuí joven alguna vez ¿sabes? -dijo poniendole la mano en el hombro y sosteniendo una copa de vino con la otra- Mira haz una cosa por mí. No te vayas así de la reunión. No quiero que piensen que el futuro esposo de mi hija es un niño. Ve por ahí con los demás y trata de no tocar el tema ¿te parece? -dijo con una agradable sonrisa-
Sebastian Ortíz: Es lo menos que puedo hacer después de mi deplorable comportamiento señor, Está bien intentaré no tocar más el tema y me quedaré hasta que termine la reunión -dijo contestando la petición y sonriendo de forma educada-
Don Sabino: Muy bien, no tomes mucho y no se lo tengas en cuenta a mi hija. Seguramente tuvó algún problema, verás que pronto solucionarán sus diferencias. Ve por ahí -dijo dandole un empujón con su mano y sonriendo-
- El joven Sebastian aceptó la amable petición de su suegro y la fiesta continuó de manera agradable durante unas horas más, los invitados se preparaban para retirarse comenzando por un sofisticado viudo que arreglaba su saco para luego mirar su reloj -
Julio Marquina: Bueno familia, les agradezco la invitación y su exquisita cena pero tenemos un viaje mañana y es hora de retirarnos -dijo mirando su reloj y haciendole señas a su hijo Sergio que pronto se ponía a su lado-
Elizabeth Marquina: El gusto ha sido nuestro de tenerte aquí hermanito, espero verte en la próxima reunión. -dijo para darle un fuerte abrazo y despeinar el cabello de su hijo Sergio que se despedía con un abrazo de su tía favorita-
- El señor Julio se había despedido de todos los presentes que también se preparaban para salir cuando de pronto un aterrador grito de auxilio llamó la atención de todos los presentes que sin pensarlo dos veces hicieron acto de presencia en la recamara de la hija de Don Sabino -
Sirvienta Marlen: La señorita Alexandra no responde... -decía alterada la más fiel sirvienta de la acaudalada familia Borges-
- y ahí se encontraba sin explicación el cadaver de la hija de los dueños de la casa que corrieron rápido a intentar despertarla sin exito alguno -
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Errores Mortales
Mystery / ThrillerEn una peculiar reunión familiar ocurre un suceso que cambiaría por completo la vida de una perfecta familia de la alta sociedad. Un asesinato inesperado desemboca una investigación de la que nadie será lo suficientemente inocente para no ser un sos...