Capítulo 6: Traumas

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Manuel Borges se había abalanzado sobre el detective que cayo sentado al recibir el impacto del cuerpo. Nadie entendía nada, pero la reacción de los varones que estaban ahí fue de separar a Manuel inmediatamente después de su reciente ataque contra el detective Walton. Manuel puso las manos sobre su cabeza, tiro fuertemente de sus cabellos para luego gritar completamente fuera de control.

Manuel Borges: ¡Noooo! —gritaba mientras balbuceaba sin poder pronunciar correctamente una palabra para luego tirarse al suelo y hacer un berrinche mayúsculo—

¡Es un ataque de ansiedad! —grito rápidamente el hermano mayor de Manuel que ya había vívido situaciones parecidas en el pasado. Walton apenas se había impresionado de lo que acababa de suceder pero supo mantener sus nervios controlados, no tardó en auxiliar al hombre que había entrado en panico sin motivo aparente.

Después de un vaso con agua que había conseguido y unos calmantes Manuel pudo entrar en razón pero se mantuvo en silencio y acurrucado en una silla. John Walton le observaba atentamente y había visto como la gente que se encontraba ahí consumia los viveres de la casa sin ninguna prudencia.

John Walton: ¿Están consientes de que el asesino aún se encuentra en este lugar? —preguntó— se dan cuenta que en cualquier momento podría intentar acabar con la vida de alguien más —metió la duda en la cabeza de cada uno de los integrantes de la familia para luego retirarse no sin antes llamar la atención de Andrés—

Aunque lo que el detective acababa de señalar estaba en lo correcto, no fue más que una maniobra de Walton para comenzar a ver como reaccionaba la sugestión en sus sospechosos. ¡y vaya que sugestión fue aquella! los familiares no querían probar vocado más lo hacían por pura necesidad pero con completo temor. Todos se miraban con ojos que se juzgaban entre sí buscando rastros de culpabilidad en sus familiares. El plan era un exito y sería crucial para el expediente que iba a redactar la psicologa que estaría a más tardar el siguiente día.

Mientras todos los miembros de la familia se sugestionaban más y más en sus adentros, Andrés se había reunido con él detective que acababa de llamar su atención.

Andrés Borges: ¿En que puedo ayudarle Sr. Walton? —preguntó—

John Walton: Me gustaría saber porqué su hermano acaba de tener un ataque de panico y lo llamo a ústed porqué supo rápidamente que se trataba de un ataque de ansiedad. —respondió con otra pregunta—

Andrés Borges: Verá detective, Manuel desde pequeño sufre de ansiedad y transtornos mentales que con él tiempo ha sabido tratar para llevar una vida normal como nosotros. Posiblemente la noticia del encierro o la llegada de la psicologa lo altero de esa manera. —dijo en tono serio—

John Walton: Lo del encierro tiene sentido, no en gran parte porqué el tiempo que llevan aquí es mínimo. Pero en mis pequeños conocimientos sobre la ansiedad se que sus ataques no ameritan más lógica que una idea que los altere. Respecto a lo otro ¿porqué su hermano teme la venida de la psicologa? —pregunto nuevamente—

Andrés Borges: Esto es algo difícil de contar Sr. Walton pero como esta es su labor, tendré que contarle una verdad, esperando que ústed no divulgue lo que ahora le diré. —dijo viendole a los ojos—

John Walton: Puede confiar en que así será. Simplemente necesito tener claras todas las razones de lo que esta sucediendo. Su hermano acaba de atacarme y si ústed no tiene una coartada lógica para esto, me temo que Manuel Borges sería la persona sobre la que más culpabilidad pueda notarse. Podría tomarlo como que la culpa por un asesinato lo haya puesto en ese estado. 

Andrés Borges: —suspiró— no será necesario detective. Mi hermano tiene tanto miedo sobre los psicologos porqué fue violado por uno cuando tenía once años. Eso le genero un trauma infantil grave por lo qué la noticia de que un psicologo nos evaluará desperto algo en él que lo lleno de temor. Eso explica el ataque de ansiedad que acaba de tener. —dijo para borrar cualquier sospecha del detective—

John Walton: Interesante, siento mucho escuchar eso don Andrés y agradezco su confianza para revelarme algo así. Si gusta puede retirarse acaba de aliviar mis dudas. —dijo de forma amable y educada—

Andrés Borges: Es un placer que haya sido así, si no le molesta intentaré que Manuel se sienta mejor —dijo para luego retirarse y dejar al detective sumergido en sus pensamientos—

"Violado por un psicologo" "Manuel Borges tiene transtornos mentales" ideas sonaban como eco en la cabeza del detective Walton. Aquella coartada no había servido más que para encender las sospechas que habían sobre el menor de los Borges. No me nombró todos sus transtornos —pensó el detective— osea que puede ser esquizofrenico y eso seguidamente haya causado que voces obligarán a Manuel a matar a Alexandra —seguía debatiendo sus sospechas sobre Manuel en la cabeza— Ese ataque de ansiedad repentino fue demasiado peculiar ¿porqué abalanzarse contra mí? Esto es muy sospechoso —concluía el detective que no tenía una imagen clara del porqué de la actuación de Manuel Borges.

En otra parte de la casa, se encontraban los sirvientes de esta. Todos se preguntaban así mismos si ellos también formaban parte de la lista de sospechosos. A lo que uno de los miembros de la cocina terminó por responder la duda.

Cocinero Simeone: No hay ninguna duda, nosotros también estamos en esa lista. Más después de que el detective anunciará que su muerte fue por envenenamiento tengo la total certeza de que los cocineros y las sirvientas son los principales sospechosos ahora. 

La incertidumbre se comia vivos a los empleados de la mansión, principalmente a la más fiel entre todo el equipo. La Sirvienta Marlen que también servía como ama de llaves, que no dejaba de pensar que ella sería la principal en la mira de Walton, después de ser ella quien encontro a la joven sin vida.

La tarde paso lentamente para todos aquellos que habitaban la mansión Borges. Cada uno tenía lleno de dudas y miedos la cabeza, principalmente intentaban buscar culpa en los demás. Nadie bajo a cenar esa noche, todos comenzarón a temer sobre otro posible envenamiento. Cuando todos se encontraban listos para subir a sus respectivas habitaciones, las palabras del detective Walton estuvieron presentes para no solo alargar ese día, la noche también.

John Walton: Que tengan buenas noches familias Borges & Marquina, quiero que sepan que ya tengo sospechas sobre quien es el o la culpable de la muerte de la joven, espero que tengan dulces sueños. —dijo pasando entre ellos para luego retirarse a su habitación asignada—

Errores MortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora