Refuge - Harry Styles

I

Hace un mes de la muerte de mi madre, hoy estamos empezando un capítulo nuevo en nuestras vidas, nos mudamos. Nos mudamos porque mi padre no aguantaba más en nuestra casa de Liverpool llena de cosas que solo nos hacían que el recuerdo de mi madre estuviera demasiado presente. Ahora mismo necesitamos estar lo más unidos posible, los cuatro. En mi casa somos mi padre, mi hermano pequeño, mi hermano mayor  y yo. Mi padre es un hombre que lleva trabajando en el mundo del diseño desde muy joven, trabaja desde casa, así que no había problema al mudarnos. 

Mi padre es la persona más pura y buena que conozco, no es de enseñar sus sentimientos y menos delante de nosotros, ya que no quiere que le veamos sufrir. Nunca se ha abierto delante nuestro pero últimamente solo hace que llorar, lo intenta reprimir pero al final explota. Él y mi madre estaban muy unidos, eran el uno para el otro, cada día para ellos era como el primer día, nunca he visto pareja tan interiormente joven y llena de ganas de vivir cada día juntos. En cuanto a mis hermanos... Bueno, el pequeño es Tay, tiene 12 años y es un completo bicho, y el mayor es Adam, tiene 22 y estaba empezando a independizarse pero en estos momentos lo único que quiere es estar con su familia. Tengo un completo circo en casa, vaya.

Nos mudamos a Holmes Chapel, allí está la familia de mi padre, por ahora viviremos con mis abuelos hasta que encontremos una casa en el pueblo. Obviando a mis abuelos, hace tiempo que no veo a mi familia por parte de padre, tal vez 10 años o así. Tampoco somos muchos, mis abuelos tuvieron tres hijos, contando a mi padre, y cada uno de ellos tiene dos hijos más. 

Después de un viaje de una hora, llegamos a Holmes Chapel. Recuerdo haber venido aquí de pequeña con mi familia a pasar el día pero lo tenía bastante borroso.

-¿Por qué huele a mierda de vaca? -Se queja Tay justo al bajar del coche

Me pongo a su lado y rodeo sus hombros con mi brazo

-Bienvenido a la vida rural, pequeño -Suspiro mirando los prados de alrededor.

-Vamos, chicos. Tampoco es para tanto -Dice mi padre saliendo del coche.- Estáis descubriendo el aire puro

Hablamos sobre las cosas que vemos en el pueblo, mientras hacemos el camino a casa de mis abuelos. Cuando llegamos mi padre llama. Se escuchan los gritos de mi abuela desde fuera.

-¡George, abre la puerta! ¡Será tu hijo! 

De repente, se abre la puerta dejando ver a un señor mayor con el pelo totalmente blanco.

-Me atrevería a decir que vosotros sois mis nietos -Dice mi abuelo en tono irónico y nos junta a los tres en un abrazo.

Se separa y nos mira de arriba a abajo.

-¿Cómo es posible que hayáis crecido tan rápido? -Dice en un tono melancólico

Por detrás de él aparece mi abuela con unos rulos enormes en la cabeza.

-¡Pasad, pasad! -Dice ilusionada.

Tal como vamos pasando, mi abuela nos abraza uno a uno.

-Os enseño vuestros cuartos y así dejáis las maletas, ¿os parece bien?

-Claro -Asiente Adam caminando detrás de ella.

La casa es una casa vieja pero perfectamente conservada y detalladamente decorada, con cuadros y fotos de la familia por todas partes. Es enorme pero acogedora, tiene 5 habitaciones, 4 baños y un ático, además de un gran comedor y una cocina preciosa. Detrás tiene un jardín bastante grande lleno de césped, donde hay una piscina y las casetas de los dos perros.

Después de media hora intentando elegir las habitaciones, yo me quedo con el ático, lo tienen muy bien cuidado, no es el típico donde guardaban todas las cajas con cosas que no utilizaban, si no que es una habitación, no está muy a mi gusto pero como no nos íbamos a quedar a vivir en esta casa, con un par de cosas mías que ponga estará bien.

Nos pasamos el día poniendo nuestras cosas en los armarios; la ropa, las fotos y todo eso. Al siguiente día empezábamos las clases en el Holmes Chapel Comprehensive School, así que después de cenar, nos vamos todos a nuestros respectivos cuartos a descansar.

A saber lo que me espera...