XX

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Harry

A las dos y diez aproximadamente, estoy en Manchester. Cuando desembarco, salgo rápido del aeropuerto para buscar el coche de Gemma. Me quedo parado en la puerta de la entrada del aeropuerto buscando el coche con la mirada, cuando lo veo me pongo la capucha de la sudadera y voy rápido hacia el coche. Al entrar, el calor del calefactor me relaja los músculos.

–Jesús, que frío. –me quejo abrochándome el cinturón.

–Oh, hola, Harry. Hace muchísimo tiempo que no nos vemos, ¿cómo ha ido todo? Yo muy bien también. Ah, pues ya que preguntas, la luna de miel fue estupenda. –ironiza mi hermana al ver que no saludo.

Vuelco los ojos y le beso la mejilla estirando un poco el cuerpo. Veo bolsas de comida en los asientos de atrás.

–He comprado la comida, ya que no llegaremos a comer a casa con la familia, y seguro que estás hambriento después del viaje. Yo ya me he comido lo mío, cual solitaria triste.

Río negando, esto es lo segundo que más echaba de menos de casa. Cojo las bolsas y saco la hamburguesa.

–¿Qué tal todo con Michal? –digo con la boca llena.

–Mejor que nunca.–sonríe orgullosa y me mira por un segundo.– ¿Tú... sabes lo de Elisa?

En una de las videollamadas que hicimos por la noche le conté todo lo que pasó con Elisa, es la única que lo sabe.

–¿Que se va a casar...? –río amargamente.– Sí, me lo ha contado mamá.

–¿Y cómo estás? –pregunta con tono de preocupación.

–Si te dijera que bien, te estaría mintiendo. –le confieso.

Me gusta tener a Gemma como hermana, le puedo contar absolutamente todo y nunca me va a juzgar. Desde pequeños hemos sido como uña y carne, no nos separábamos ni para ir al baño. Siempre ha sido mi mejor amiga.

–¿Y has visto a alguna chica últimamente? –pregunta después de estar un rato hablando de Elisa.

–Sí. Bueno, si se puede decir ver... Durante estos dos meses, he salido tres veces de fiesta y, en total, he estado con dos chicas y un chico, pero con ninguno he mantenido el contacto. También estuve con Louis, pero ya no es lo que era, estuvimos hablando y poco más... No pasó nada. –asiento leve.

–Sé lo de Louis. Se vieron fotos por las redes sociales y todo el mundo se volvió loco.

«Si supieran quien me vuelve loco a mí... »

Tras más de tres cuartos de hora de charla, llegamos a Holmes Chapel y vamos directos a casa. Cuando llegamos están mis primos, mis tíos y mi madre en el jardín.

–¡Hola, cariño! –exclama mi madre levantándose de la silla.

Me abraza fuerte y me besa la mejilla. Saludo a todos y subo arriba a dejar la maleta en mi cuarto. Cuando estoy bajando las escaleras, llaman a la puerta. Me acerco y abro, de repente veo al señor Evans y mi mirada busca rápidamente a Elisa, que la veo salir del coche. Me quedo sin respiración por unos instantes cuando me encuentro con sus ojos grises, y de repente sonríe ampliamente. Siento como si me hubieran disparado aquí mismo.

–Eh... hola. –sonrío al señor Evans después de mi viaje astral.– Pasad, pasad.

Después de darle la mano a Tay, Adam y a su padre, me encuentro con Elisa.

–Hola. –dice sonriente.

Estás más guapa que nunca.

–B-buenas, Elisa. –tartamudeo.

Ella solo se limita a reír, como si quisiera que me desplomara aquí delante o algo, me da un beso en la mejilla y pasa hacia dentro. Cierro la puerta cuando entra y la sigo, mirándola desde detrás. Ese vestido le queda genial.

«Realmente crees que estaría mejor sin él»

Refuge - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora