IX

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Aún era pronto, eran las seis de la tarde cuando Harry me escribió. Nos quedamos hablando hasta las siete y media o así sobre lo que podía pasar, montándonos películas en la cabeza. A las ocho llega Olivia toda histérica con mogollón de ropa en su mochila.

-Tía, esto es lo mejor que te va a pasar en la vida. MI MEJOR AMIGA SE VA A F...

Le tapo la boca porque estaban mis hermanos en casa y río leve.

-Hemos quedado como amigos que van a cenar, ya está. No me lo voy a follar, Olivia.

Abre su mochila y saca toda la ropa. Habían como 20 prendas por lo menos.

-Olivia, yo había pensado en ir con mi ropa y ya está. Además, a lo mejor solo me lleva a comer al Five Guys.

Los dos me miran sin creer que haya dicho eso.

-Es Harry Styles, te va a llevar al mejor restaurante que haya por aquí.

-Bueno, pues voy a ir con mi ropa a un restaurante con menú de 100 euros y ya está.

Me acerco a mi armario y saco un skinny jean negro con algunos rotos, una camiseta blanca y unas medias de rejilla. Me acerco al zapatero y saco las Dr. Martens negras. Lo dejo todo sobre la cama y miro a Olivia para su aprobación. Ella mira la ropa durante unos segundos.

-Vale, las Martens y las medias las apruebo. Pero te vas a poner la camiseta de tu hermano de Joy Division como vestido.

Sale de la habitación rápido y va a por la camiseta al cuarto de mi hermano. Había confianza entre ellos dos así que entra sin llamar ni nada. Vuelve con la camiseta, me da las medias y las botas y me empuja hacia el baño. Me lo pruebo y todo y me miro en el espejo, en verdad sí que me gusta como me queda. La camiseta me queda muy ancha, no hay ninguna parte que se ciña al cuerpo, y me llega por la mitad del muslo, un poquito más arriba. Salgo y les miro.

-La verdad es que estás muy tú. -Asiente.

Miro a Mark en plan "¿Eso es bueno o malo?" y luego a Olivia.

-Que sepas que no me pienso maquillar ni nada. -Digo señalándole y ella asiente haciéndose la dolida.

Me peino y me hago un semi-recogido, un moño a la mitad nada repeinado. La parte de pelo que me sobra me la dejo con mi liso natural y algunos pelos me cuelgan por delante, haciendo el look desenfadado.

Pasan las dos horas mientras me visto y hablamos y tal y a las diez en punto llaman al timbre.

-Encima es puntual. -Dice Olivia apunto de caérsele la baba.

Bajo rápido ya con la chaqueta y todo, que es una chaqueta vaquera desgastada oscura con un montón de parches de grupos. Le abro y le veo apoyado con una mano en el marco de la puerta y con la otra mano en su bolsillo. Su pelo está recogido en un moño y lleva unos pantalones vaqueros negros y pitillos, una camiseta negra básica y una camisa de cuadros verde oscuro y granate, bastante estilo grunge, con sus botas chelsea marrones. Me mira de arriba a abajo con una sonrisa de lado y cuando llega a mis ojos se pone bien, metiendo la otra mano en su bolsillo.

-¿Vamos? -Me dice haciendo una seña con la cabeza hacia su coche.

-Sí, claro. -Le sonrío y salgo de casa cerrando la puerta de portazo. -Primero de todo, quiero que sepas que el mensaje de "claro que quiero, guapo" no lo he escrito yo.

-No hace falta que te hagas la dura conmigo, El. -Bromea mirándome, pasando la mano por su pelo.

La manera con la que me llama me hace estremecer. Le miro mal y me meto en su coche, me ato y cuando entra él le miro.

-¿A dónde vamos?

-Es una sorpresa. -Dice sin mirarme, arrancando el coche.

Le miro con las cejas arqueadas y cruzo las piernas.

-¿Debería asustarme? -Digo en tono de broma pero seria.

Él lo pilla y asiente siguiéndome el juego, entonces dice:

-Sí, deberías tenerlo.

No lo conozco de absolutamente nada, no me ha contado nada de su vida, ni sé cómo trata a la gente de su alrededor, pero estoy tranquila con él. Me produce una tranquilidad que no sabría explicar, no sé si es por la manera pausada con la que mueve sus carnosos labios rosados, su voz grave y serena o las miradas que me lanza cuando me pregunta algo, queriendo ver mi reacción. Siento una comodidad que no había sentido con ningún desconocido anteriormente.

Parece ser que me ha pillado mirándole mientras pensaba en la rara sensación que tenía ahora mismo porque me mira por un breve segundo y deja escapar una pequeña risa sin abrir la boca.

-¿Te pasa algo? -Dice pasándose la mano por el pelo.

Entonces noto como se me encienden las mejillas de la vergüenza y niego rápidamente. Miro hacia delante dejando pasar escasos segundos y vuelvo hacia él.

-¿Por qué te cortaste el pelo? -Prosigo porque noto como frunce el ceño ante mi pregunta:- Quiero decir, cuando te vi lo tenías muy largo y... no sé.

-Sí, bueno... Supongo que necesitaba un cambio y aproveché para donarlo. -Me contesta mientras sus dedos juegan con su labio inferior.

El viaje transcurre con conversaciones muy triviales, intentando evitar los silencios, aunque no fueran incómodos. Me habla de que se crió aquí hasta que pasó lo que pasó, One Direction, y sobre su experiencia en el instituto del pueblo. Nada muy personal. Noto como evita hablar de su fama, así que no saco el tema. Tampoco habla de su padre, cosa que me parece extraña pero puedo llegar a entender que no quiera contárselo a alguien que acaba de conocer.

Después de media hora de trayecto, llegamos al Five Guys. Lo he dicho, lo sabía. Me mira para ver mi reacción al ver que entramos en el auto-service y aparta la mirada de inmediato. Pedimos lo que queremos y sigue conduciendo hasta que prácticamente llegamos a Liverpool. No entramos en la ciudad, se desvía justo en la entrada de esta y después de unos cinco minutos, estamos conduciendo sobre un suelo de gravilla. Subiendo por una montaña.

-Ahora sí que me estoy asustando. -Digo después de haber soltado una pequeña risa, yo sola.

Él se ríe, tirando la cabeza un poco para atrás.

-No te voy a matar, Elisa. -Dice con voz grave y cuando pronuncia mi nombre una electricidad pasa por toda mi columna.

En seguida estamos en la cima de la pequeña montaña, aparca alejado del borde y al bajar coge las bolsas, se las lleva con él. Yo salgo del coche y me acerco a él, que está cogiendo lo que parecen ser unas mantas del maletero. Me mira y me sonrío, cierra el maletero y se adelanta caminando hacia el borde de la montaña. Le sigo y mientras me acerco, puedo ver Liverpool desde arriba, las luces de los edificios, el mar al final del todo...

-Ala... -Eso es todo lo que sale de mi boca.

Él juega con sus anillos mirándome, esperando otra respuesta.

-Sé que no es lo que esperabas, pero la verdad...

-Me encanta, Harry. -Le interrumpo y su expresión cambia drásticamente, su ceño fruncido con preocupación se relaja y se le forma una sonrisa preciosa.

Refuge - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora