Elisa
Me cambio rápido ante la fija mirada de Harry sin creerme del todo lo que acaba de pasar. Es como si me hubieran quitado 50 kg de peso de los hombros, me siento totalmente relajada, cosa que no me pasa tanto con Gian.
–Cuando te acabes de arreglar, baja y luego iré yo. –dice Harry caminando hacia mí.
Me da un beso en la cabeza y sigue caminando hacia el baño, entra y cierra la puerta. Maldigo por lo bajo porque tengo que arreglarme el pelo y el maquillaje como pueda. Pruebo con el móvil y no hay éxito alguno en hacer de espejo. Menos el pintalabios, tengo el maquillaje intacto, el problema es el pelo. Oigo la puerta del baño abrirse, giro rápido la cabeza pensando que me dejará pasar.
–Una pregunta más, –dice Harry asomando la cabeza por el hueco de la puerta.– ¿vas a pasar la Nochebuena en Holmes Chapel?
Asiento.
–Y probablemente la Navidad también.
Él solo sonríe triunfante. De repente, al subir la mirada hacia mi pelo, se empieza a reír.
–¿Quieres pasar a arreglarte el nido de pájaros? –dice entre risas.
Ruedo los ojos pero no rechisto, camino hacia el baño. Cuando entro, él se tira hacia atrás, dejándome pasar. Cuando me miro en el espejo, hago una mueca de asco, miro a Harry y, como si me hubiera leído la mente, me alcanza un peine.
–Gracias. –Le sonrío.
Se apoya en la pared, mirándome por el espejo durante unos segundos, y luego vuelve a lo suyo. Finalmente, me acabo arreglando el pelo, no queda igual que antes pero queda decente. Me miro el pintalabios y resoplo, salta a la vista que no me lo he destrozado de esa forma comiendo o algo así.
–Nos vemos bajo. –le digo a Harry y salgo del baño.
Salgo de su habitación, sacando la cabeza primero por si hay alguien, y cuando estoy por el pasillo, voy rápido hacia las escaleras. La casa de Harry es enorme, pero no es la típica casa de una persona famosa.
"Persona famosa", repito mi pensamiento. No me gusta etiquetar a Harry de esa forma, porque suena lejano y Harry no es así, si alguna vez acaba (o empieza) lo nuestro no creo que lo recuerde como una persona famosa. Y él tampoco da a sentir que estás con alguien de tan alto estatus, por así decirlo, no es como yo pensaba que era al principio de todo; arrogante y creído.
Al llegar a la entrada de la casa, cojo el bolso y saco el pintalabios. En ese justo instante, pasa Gemma por ahí y se me queda mirando, supongo que busca a Harry porque luego se pone a mirar por todos lados. Me parece que se ha dado cuenta. Y me lo confirma cuando hace que se cierra la boca con una cremallera y se va, como si nada. No dirá nada, ¿verdad? Si alguien se entera de esto, estoy muerta. Me pongo el pintalabios y me lo arreglo con los dedos, dando leves toquecitos.
–Elisa. –oiga a Anne, haciendo que me gire.– ¿Has visto a Harry?
–Creo que está en su habitación. –le sonrío de lado.
Me sonríe y sube rápido hacia arriba, y yo aprovecho para ir al salón con todos.
–Elisa, papá acaba de avisar a Gian para que venga, está de camino. –anuncia mi hermano.
No puede ser, ¿cómo es que le dejan entrar aquí después de todo?
–No podemos vivir del pasado, ¿verdad, Harry? –dice Anne bajando las escaleras junto a su hijo.
Miro a Harry, su mirada es seria pero no puedo describirla mejor, es bastante neutra. No sé si está jodido, está enfadado o qué.
–Siempre hay que darle una segunda oportunidad a las personas. –dice mirándome fijamente, juraría que es una indirecta.
Asiento lentamente, tragando saliva. Estoy segura de que va ser la cosa más incómoda que podía pasar.
–Es que se ve que te ha estado llamando, pero no le contestabas. –explica mi hermano.– Entonces, ha llamado a mi padre y le ha dicho que quería venir a despedirse de ti, que se va con su familia a Italia durante las Navidades.
Saco el móvil de mi bolsillo y miro 7 llamadas perdidas de Gian, lo tenia en silencio.
"Lo siento, no tenía el teléfono a mano.", le escribo por mensajes a Gian.
Nos sentamos en los sofás y se crea la típica conversación de cuñados, donde hablan de política y de fútbol. Harry me mira fijamente la mayoría del tiempo, su mirada es fría ahora mismo, está cogido a los brazos del sillón con fuerza y, por debajo de la camisa que se ha puesto, se notan sus músculos tensos.
Harta de que me esté mirando así todo el rato, le miro preguntándole que qué quiere. Se destensa un poco y se encoge de hombros, enarcando las cejas.
–¿Tú qué crees? –gesticula con la boca sin llegar a hablar.
Vuelco los ojos y cuando le voy a contestar, llaman a la puerta y va él a abrir. Cuando llega, oigo la voz de mi padre y la de Gian, me levanto rápido y voy a la puerta. Cuando Harry me ve llegar, se va de allí y miro a Gian con una sonrisa, la que se borra cuando veo la expresión de su cara. ¿Está enfadado?
–Hola, cariño. –me dice con brusquedad en la voz.
Mi padre nota la tensión en el ambiente y se mete de inmediato en la casa. Gian no se mueve, solo se cruza de brazos.
–¿Estás enfadado, Gian?
Él ríe amargamente y niega.
–¿Te esperas que no esté enfadado después de que hayas venido a casa del chico con el que me pusiste los cuernos? –me espeta.
Se me hace un nudo en la garganta y me revuelvo en mi sitio, jugando con mis manos.
–Gian, he venido por mi familia, ni siquiera he hablado con él.
Me da rabia tener que darle explicaciones para calmar sus celos y su rabia pero me tengo que aguantar. No me puede gustar todo de él.
Se me queda mirando por unos segundos y asiente, sin decir nada más. Pasa y camina hacia dentro, dejándome atrás.
–Lo que me faltaba... –susurro para mí mientras cierro la puerta de la entrada.
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Refuge - Harry Styles
FanfictionDespués de la muerte de su madre, Elisabeth y su familia huyen de su recuerdo mudándose a un pequeño pueblo llamado Holmes Chapel. Allí encontrará su refugio, no en un sitio, en una persona; en la menos esperada.