XIX

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Elisa

Aquel día puede decirse que fue el peor de mi vida. Cuando deje a Harry, esperé a Gian en casa de mi padre y él vino, me estuvo gritando durante todo el viaje hacia nuestra casa. Cuando estábamos en el apartamento, rompió varias cosas tirándolas al suelo, incluido el jarrón favorito de mi madre. Finalmente, me sonsacó que había estado en casa de Harry, pero le dije que no había pasado nada y que habíamos dormido en camas separadas. Me levantó la mano furioso pero no llego a golpearme. Salió de casa y no volvió después de dos días, los cuales me los pasé llorando sin salir de la habitación. El día que volvió, iba borracho y con la ropa sucia, daba mucho asco, me volvió a gritar hasta que se quedó dormido en el sofá. Al siguiente día, hizo como si nada hubiera pasado, cosa que sigo sin comprender. Después de ese incidente, nuestra relación fue cuesta arriba totalmente, los mejores meses han sido estos. Sí, he pensado en Harry, pero conseguía sacármelo de la cabeza a veces, otras no. Hubo veces que estuve a punto de llamarle para preguntarle cómo iba todo, pero por respeto a mi novio no lo hice. Ah, sí, también he de remarcar que después del primer y único incidente con Gian, me hizo bloquear a Harry en el móvil.

Hoy es Nochebuena y hace una semana, Gian me pidió matrimonio y acepté. Fue precioso, estábamos en un restaurante muy elegante de Manchester y de repente empezó a sonar una canción, 'One and only' de Adele, se arrodilló delante mío y dijo la frase mirándome a los ojos. Quitando que la canción es la que más recuerda a Harry, fue todo muy bonito. Todo el mundo aplaudía.

Pero hay una cosa de la que me debería preocupar; aunque realmente me alegre, Harry viene por Navidad. Hoy vamos a su casa a tomar el té y su madre me dijo que vendría hoy. Tengo ganas de verle, esta vez sí que he sabido cosas de él, veía fotos y vídeos por ahí. Solo pido que esto no sea muy difícil.

–Gian, estaré hasta mañana fuera. –digo desde la cocina.

–¿A dónde vas? –le oigo decir desde la sala de estar.

–Voy a acompañar a mi hermano a hacer una cosa en Manchester y después iré a casa de mis abuelos a comer y a cenar, dormiré allí para abrir los regalos.

Oigo que se levanta del sofá y camina hacia aquí, cuando llega se apoya en el marco de la puerta.

–¿No te da pena que no podamos pasar la Navidad juntos?

–Claro. –le sonrío por un momento.– Pero nos veremos mañana y nos daremos los regalos.

Se acerca a mí y me rodea con sus brazos la cintura.

–Yo ya tengo mi regalo de Navidad. –dice sonriente.

Niego y le doy un corto beso.

–No seas cursi. –me quejo.

Después de un rato haciendo tonterías, me voy a duchar y me arreglo. El vestido que voy a llevar para la comida es bastante sofisticado, muy años cincuenta. Es rojo con escote de corazón y hombros descubiertos, parte de arriba entallada hasta la cintura y mucho volumen en la falda, de largo me llega por justo encima de las rodillas. Me pongo unos tacones negros de columna y unas medias negras, que me llegan por mitad del muslo, con encaje en el borde. En el pelo me hago un semi-recogido en la coronilla y me decido por un maquillaje más oscuro, con un smokey eye negro y dorado y un pintalabios del color del vestido. Me pongo el colgante dorado de mi madre y un reloj del mismo color.

Llaman a la puerta y oigo a Gian contestar.

–Ellie, es tu hermano. –dice alzando la voz porque estamos lejos.

–¡Ya voy! –respondo saliendo del baño.

Cuando llego a la puerta cojo un abrigo negro de la percha y miro a mi novio.

–Espero que tengas muy buena Nochebuena. –digo en forma de despedida y le doy un beso rápido.

–Igualmente, cariño.

Salgo rápido por la puerta y bajo por las escaleras, para encontrarme con mi hermano. Tenemos que ir a Manchester a por el regalo de papá. Cuando salgo está apoyado en el coche y, al levantar la mirada, me ve.

–Wow... –suspira mirándome de arriba a abajo.

–Los genes. –bromeo.

–Será eso... –asiente siguiéndome el rollo y me abre la puerta del coche.

Entro rápido y dejo el abrigo en los asientos de detrás. Cuando me abrocho miro fuera de la ventanilla y veo todo nevado, ni siquiera me había dado cuenta.

De mi casa a Manchester hay menos de media hora, nos pasamos el viaje hablando sobre todo en general. Cuando llegamos allí, vamos directamente a la tienda donde estaba el regalo encargado y lo cogemos. De paso, entramos en una cafetería y nos cogemos unos chocolates calientes para llevar. En menos de una hora ya estamos en Holmes Chapel, listos para preparar todo.

Refuge - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora