Capítulo 4

2.5K 111 5
                                    

Luego me quedo callada, la mirada de Luke espera porque continúe, pero creo que no es buena idea. Me he retractado sobre preguntarle. Tal vez... tal vez no sea el momento para preguntarle sobre aquel día. Sobre...

—Nada... Olvídalo. —Miro abajo y sé que estoy frunciendo el ceño.

—Alicia, ¿qué sucede? —pregunta.

Sacudo la cabeza, luego levanto la mirada y lo veo.

—No sucede nada —Sonrío de medio lado—, solo pensé en una pregunta tonta.

—Dímela —insiste, prestándome su completa atención.

—Pues... me preguntaba... —Entonces pienso rápidamente en una respuesta acorde y creíble—. Si me podrías acompañar a buscar a mi hermano luego de comprar su regalo, pero es tonto porque no creo que te quieras quedar conmigo hasta las seis. Apenas son las tres... —digo viendo mi teléfono y un poco apenada. 

Era la primera excusa que se me había ocurrido, además, no era tan mentira que digamos. Cuando levanto la mirada, Luke está sonriendo.

—De hecho, no me molestaría. —igue sonriendo.

—¿En serio? —pregunto un poco sorprendida, y en mis labios se va mostrando una pequeña sonrisa.

—Por supuesto —responde, encogiéndose de hombros.

Por alguna razón, Luke Hemmings no parecía igual que los demás. De alguna manera parecía conocerme. Había muchas cosas que tenía que conocer de este chico, dueño de unos lindos ojos azules.

—¿Vamos? —pregunto.

—Vamos —responde, sonriendo.

Ambos nos levantamos, agarré mi bolso y él su bolsa con útiles, botamos los recipientes de plásticos ya vacíos y nos dirigimos a recorrer las tiendas en busca de un regalo para Tim. Nos adentramos a una tienda de artefactos y juguetes, no de niños pequeños o bebés, también era de aparatos electrónicos.

—¿Qué edad tiene tu hermano? —pregunta viendo varios estantes.

—Cumplirá once. Ya no es tan niño que digamos —Me encojo de hombros.

Él asiente.

—Supongo que tiene que ser algo pequeño para guardarlo en tu bolso, porque como me dijiste, lo iremos a buscar a las seis.

Esta vez asiento yo: —Sí.

Después de un largo rato caminando por pasillos y discutiendo sobre qué comprar, nos decidimos por algo que posiblemente sería bastante adecuado, a Tim le gustará. Y lo mejor de todo; no era tan grande. Primero Luke había insistido en un skate, pero ninguno seria lo suficientemente pequeño para poder adentrarlo a mi bolso, así que rápidamente descarte esa opción. Otras de las opciones, era una pelota de soccer —ya que a Tim le encantaba jugar, además de que estaba en casa de su amigo por la misma razón—, la otra era algún video juego —igualmente, mi hermano siempre estaba jugando en su play—, por lo que tampoco era mala idea. Pero, a la final, teniendo estas dos opciones, ¿cuál creen que ganó?

—Aún queda tiempo, ¿qué hacemos? —Mientras salimos de aquella tienda y comenzamos a caminar sin un objetivo o rumbo.

—No lo sé, ¿qué te gustaría hacer?

—Vamos al area verde, y hablemos un rato.

—De acuerdo —acepta. 

Recorrimos varios pasillos, no era incomodo estar con él, era agradable. Nos sentamos en una mesa del exterior, era muy lindo el lugar. Me gustaba bastante estar al aire libre en ocasiones.

El Libro Perdido © |Luke Hemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora