El Libro Perdido © |Luke Hemmings|

Capítulo 28

-Si, la academia de baile. -dice Michael.

-¿Y qué tiene que ver Alice con eso? -pregunta Luke.

-Que... -comienza el de cabello teñido.

-Que ayer nos vimos allí, una amiga baila allí y fuimos, pero también están Elizabeth, una amiga y de allí fue Michael.

-Sí. -acepta Mike- Pero tú, eres la bailarina de la foto. 

-¿Qué? -preguntan el par de hermanos.

-¡Michael! No les mientas. -bromeo- Es broma chicos. -digo viéndoles, y luego miro fijamente a Michael- Yo no bailo. -digo negando.

-Pero... -comienza el. Y yo niego muy lentamente- Olvídenlo, si estaba bromeando. -dice divertido.

Ambos hermanos asienten confundidos.

Caminamos para sentarnos y la mirada de Mike es fuerte en mí.

Me siento junto a la hermana de Calum.

-Gracias a Dios que has llegado. Ser la única chica aquí es demasiado estresante. -me dice la chica, Mali, solo a mí. 

Yo río 

-Te entiendo. -asiento sonriente- El par de hermanos, -señalo a Luke y a Ashton, los cuales se reían con Calum y Michael- son el mayor desastre que he visto. 

Ambas reímos.

-Oh, estoy segura de que no has visto nada. ¿Jamás has visto a los cuatro juntos? -pregunta.

-No. -niego con la cabeza- Solo de dos.

-Oh, prepárate.

-¿Para qué? -pregunto.

-Descúbrelo tu misma. -dice señalando a los chicos.

Están gritando. Ashton se levanta exaltado pero divertido. Mientras defiende su punto. Están hablando de videojuegos. 

-¡Es no es cierto! -exclama Calum.

-Pero claro que sí. -defiende Ash.

-¿Saben qué? Iré a tomar algo. -informa Mike, levantándose. Y me mira: -¿Quieres algo? Alice.

-Claro, yo te acompaño. -digo levantándome.

Luke fija su mirada en mí.

-¿Los acompaño? -pregunta él.

-No es necesario. -niego y sonrío. 

Me dirijo a la cocina junto a Mike. Al entrar ambos agarramos un vaso.

-Entonces... -comienza- ¿Quieres explicarme que pasó hace un rato y por qué le tuve que mentir a mis amigos?

Yo asiento. Comienzo a servirme refresco.

-Lo siento. Pero de verdad no quiero que ellos sepan.

-¿Por qué? -pregunta mientras se sirve refresco.

-No... No quiero que sepan. No quiero decirles la verdad. No quiero que me tengan lastima...

-Ellos no son así, Alice.

-No importa. Solo... Tengo problemas de salud, Michael. Bailé cuando era adolescente y luego tuve un accidente. Y muchas cosas que no se pueden decir... Lo siento de verdad. Pero...

-No quieres que ellos lo sepan, entiendo. -repite y asiente.

-Sí. -asiento.

Me mira por un par de minutos: - ¿Piensas... Decírselos alguna vez?