Capítulo 3: Visita

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—¡Mañana empiezas!

Escuché a la directora después de que yo cerrara la puerta.

Estúpida directora, estúpida puerta, estúpido suelo, estúpidos zapatos, ¡Estúpidos todos! Maldita sea.

Basura es basura.

Me dirigía al Hospital a ver al viejo, mi abuelo para contarle toda la mierda que esta pasando y por lógica omitiendo las partes donde me veo involucrada.

En cuestión de segundos ya me encontraba en la puerta de la habitación dónde mi abuelo está asignado, toqué dos veces la puerta.

—¡Paaase!—sonreí al oír esa respuesta.

Abrí y me encontré a mi abuelo como todos los días, en una camilla, leyendo un libro.

—Hola hija linda—saludó cerrando el libro y sentándose.

—No muy bien abuelo.

—¿Qué te sucedió?—preguntó haciendo el esfuerzo de levantarse—¿No te lastimaron?

—No, no, abuelo, tranquilo—negué acercándome rápidamente a él evitando que se levante.

—¡Ja!—exclamó sin gracia—Ahora si me parezco a tu tía Jenny con sus amigas las hemorroides.

—Abuelo—reí—por eso estás así, por burlarte de ella

Cuanto deseo que deje de estar así.

—Y, bueno, ya que veniste— balbuceó mientras veía mis bolsillos—¿trajiste mis alfajores?

Mierda, lo olvidé por completo.

—Te hacen daño abuelo.

—No me vengas con esas mentiras, mi estómago es a todo terreno—se defendió acariciándose el estómago.

—Abuelo, es verdad.

—Nada de eso niña—respondió—Te di mi casa, mi auto que es mi amor, la comida, cama ¿Y así me pagas?— dijo fingiendo estar triste. Hasta puedo ver como él se quiere reír, se está conteniendo.

—Ya de viejo te agarran esas escenas adolescentes, ni yo que soy una—me burlé y tomé su mano—Mañana te traigo, no te preocupes, hoy se me pasó, lo siento.

—No importa hija, sólo molestaba— respondió de manera cálida.

—Viejo loco.

Comenzamos a reírnos al unísono, no se que haría sin él, la verdad él es mi todo.

—En fin—carraspeó su garganta— ¿Cómo te fue hoy en la Escuela?

—Bien—respondí inmediatamente haciendo que él se ría como loco. ¿Qué diablos le causó tanta risa?

—Sí, claro, y mi novia es Angelina Jolie—dijo de forma sarcástica causándole una sonrisa.

—¿Hoy es el día de molestar a Charlotte?—interrogué con falsa tristeza mientra me arrecostaba en su hombro.

—No, no, no te enojes niña— respondió—dóolo que me causa risa que trates de ocultar algo que yo ya sé.

—Viejo brujo.

—¿Tuviste un mal día?

—La palabra "Mal día"—respondí haciendo comillas con mis dedos—se queda pequeño para mí.

—¿Qué sucedió?.

—Primero me expulsaron como por diez minutos, segund...

—¿¡Qué!?—interrumpió—¿Qué semejante atrocidad hiciste?.

—Sólo fueron diez minutos—corregí—además no era nada para que llegara hasta al punto de expulsarme.

—¿A quién golpeaste?—preguntó curioso.

—Pasó que se me cruzó un parásito que pedía a gritos ser exterminado por mí—respondí—y eso hice.

—Oh—suspiró—entiendo y ¿quién es?

—Isabela, alias Isaestúpiperralocabela—respondí seria, y mi abuelo comenzó a reír—pero más corto es Isaperraloca.

—Eres un caso- me sonrió—¿Quedó inconsciente?.

—Claro que sí—afirmé orgullosa o sino la hubiera golpeado por nada.

—Esa es mi chica pero Charlotte no es necesario llegar a golpes para cualquier situación, te enseñé a pelear para defenderte no para pegarle a alguien indefenso que claramente a ti no te haría ningún rasguño. No debes ser tan impulsiva, a ese tipo de persona como a ella con ignorarlas basta.

—Sí abuelo, entiendo y trataré de ya no hacer tan impulsiva.

—Ay hija eso ni tú te lo crees.

Reímos toda la tarde, me hizo comprar sus alfajores, jugamos cartas y cenamos juntos. Hasta que la estúpida enfermera nos interrumpió porque la hora de visita ya había finalizado.

—Llega con cuidado a casa—advirtió el viejo—y por favor no más peleas ¿si?

—Ya no más peleas abuelo—mentí—Como sea, come mucho y envejece más.

—Fuera impulsividad—dijo amenazante esperando mi respuesta

—Y fuera impulsividad, ya sé—volví a mentir.

—Cállate y vete.

Su sonora carcajada se hizo presente mientras cerraba la puerta.

—Oye, disculpa ¿Esta la habitación de Raymond Fooster?.

—¿Tú quién eres?.

Era un hombre alto, demasiado, casi como un "pie grande urbano" parece que tiene como veinte y cinco años de tez blanca, cabello castaño y ojos color avellana, llegando casi al color de su cabello.

—No respondas con una pregunta.

—Yo voy a responder como se me de ma gana.

—Okay—asintió—entonces ¿es esta la habitación no?.

—¿Tú quién eres?—pregunté nuevamente—no repito tres veces.

—¿Sabes qué?—respondió–Vendré en otro momento.

–No vas a volver.

— Ajá y ¿A qué horas abren el Hospital?.

—A las que te importa idiota.

—Interesante—respondió despreocupado—¿No te han enseñado respetar a tus mayores?.

—No

—Qué bien ¿no?.

—No vuelvas.

—No va a venir una niña a darme órdenes ¿entendido? Haré lo que quiera a pesar de tus caprichos.

—Idiota.

—Como sea—me dio la espalda y comenzó a alejarse.

—¡Hey estúpido! ¡No he terminado!.

Sólo observé como el imbécil se dio las vuelta.

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Booom

DEJEN UN ESTRELLA SUQUISTRUQUIS PLOOOOOX❤❤❤

-Boonny🐰💦

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