A pesar de la cólera que llevaba acumulada esta aumentó para variar por no tener paciencia al ver que ponerme.
Dios mío no sé por qué me cuesta tanto decidir, obviamente me gusta verme bien, siempre he sido así y me gusta invertir en mí, es sano pero me encanta ver la miradas mojigatas de las envidiosas al no llevarme ni a los talones o también intimidar a los estúpidos hombres al verme y no poder tenerme.
En conclusión me arreglo para mí.Claramente no pensé ni en eso por estar cegada de la rabia y los vagos pensamientos de la discusión con César así que al diablo todo y como andaba me fui a la fiesta sólo que agregué unos aretes y un collar, perfume con una lavada de dientes.
Me estoy arrepintiendo al ver mi cama pero bueno sólo será un rato.Aparqué el auto donde el montón de gente lo iba dejando, ¿de dónde sale tanta gente? Una cantidad excesiva de personas entraba y entraba de la casa, me bajé comenzando a caminar viendo a lo lejos a una pobre en la entrada sentada en la jardinera sin hacer nada con una cara de perdida ¿en qué momento Rin pensó que ir a una fiesta sería buena idea? Al menos yo me puedo adaptar ¿pero ella? De lejos se ve que no es ni será su ambiente, pero bueno.
—Hey Jackie Chan—saludé hasta quedar a su lado
—¿Por qué me dices así Charlotte?.
—¿Eres china o no?.
—Ja-japonea—corrigió sin gracia—por fi-fi-fin vienes.
—Oh sí claro, estaba a nada de no venir ahí que...‐
—¡Oh mi RinRin! ¡Viniste!—apareció Derek con dos botellas de vodka abrazando sorpresivamente y excesivamente a Rin.
Derek, mi animal espiritual apareció abrazando a Rin con una exagerada e innecesaria euforia.
—Ho-ho-hol-la-a Derek—saludó Rin después de que terminará ese escandalosos abrazo. Le gusta, se obvio como no me di cuenta ella con él tartamudea peor.
—Ah, viniste Charlotte
—Tranquilo, no vayas a desbordar alegría.
—¿Para qué si sólo he hablando contigo una vez?
—Olvídalo.
—¿Quieren que le traiga shots? Es cortesía para el que va entrando
—Sí pero Rin no creo que-
—Yo quiero uno
—¿Qué?—dijimos al unísono con Derek
—¿Qué?—preguntó Rin cómo si fuera lo más normal-¿Ha-hay un problema?
—No mi RinRin, te lo traigo ahora—avisó Derek casi corriendo por los shots de tequila saludando a medio mundo.
—Qué gigante esta casa—dije dirigiéndome a Rin que estaba con sus piernas cruzadas de manera ñoña y para variar con un peinado ñoño, pero su vestuario es simplemente ñoñísimo.
—Es la casa de De-de-de-
—¿¡ES DE DEREK!?
¿La casa ese de ese descerebrado? Es increíble.
—Sí, de él
—No puede ser, ese estúpido privilegiado pueda tener una casa así—volteé donde venía el bullicio—Pero ¡MÍRALO! ¡MÍRALO! Es todo no sé—exclamé indignada señalando con la mano al idiota de Derek que estaba bebiendo un barril de cerveza con una pajilla por la nariz, ¿necesario? Fue más decepcionante ver a gente imbécil celebrando todo lo que hace, la verdad es que me avergüenzo saber que soy una simple adolescente igual a esta banda de inútiles o peor que voy a la misma Escuela con estos primates.
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Oneroso
RomanceTodo lo malo, lo malísimo lo puedes reunir en un pequeño cuerpo de 152 lb. Charlotte Fooster, esa chica de dieciséis años. No le teme a nada, su personalidad intrépida la hace extremadamente beligerante, lo que hace que los problemas sean como lluv...