CAPÍTULO 15

216 16 0
                                    

—¡Jane! —escuché que alguien gritar mi nombre. Pero al parecer la persona que gritaba mi nombre, estaba lejos— ¡Jane!

Los ojos de Edward, brillaron. Él seguía tocándome y besándome, pero ahora con más fuerza. Sentirlo cerca de mí era lo peor.

Di un grito ahogado y cerré mis ojos al ver lo que estaba a punto de suceder. Las lágrimas de mis ojos no paraban de salir.

—¡No! —grité.

—Mi amor —escuché la voz de Josh, así que abrí los ojos y ahí estaba él.

—¡Josh! —aún llorando, me dejé caer en sus brazos.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —me abrazó.

—Edward...

En ese momento observe la habitación.

Alejé a Josh de mí y me observé.

—¿Qué te hizo ese idiota?

No dije nada, me puse de pie y observé que no estaba en la sala, sino en mi habitación. Mi ropa no estaba desgarrada… todo había sido un mal sueño.

Sentí una presión en mi pecho y me dejé caer en el suelo para comenzar a llorar.

—Amor, ¿qué pasa? —corrió hacia mí y me abrazó.

—Yo... —no podía hablar.

—Tranquila, todo está bien —me pegó a su pecho y acarició mi cabello.

—Edward está cerca de mí y con él regresó esa horrible pesadilla.

—¿Qué pesadilla? —al ver que no contesté me alejó de él y con seriedad me preguntó—: ¿Por qué saliste sola, cuando dije que no lo hicieras?

—Yo quería... sólo... quería estar sola. En mi casa —susurré.

—¡¿Sabes lo que te pudo haber pasado?! —gritó y se puso de pie.

—Lo siento —volví a susurrar.

—¡Es que no lo sientes! ¡Tu vida corre peligro si sales sola! Ahora dime, ¿qué le hubiese dicho a tu madre si ese idiota te hubiese seguido? ¿Si te hubiese hecho daño? ¿Si te hubiese... ? —dejó de gritar y se quedó silencio.

—¡Dilo! —grite—. ¡Di qué hubieses dicho a mi madre, si Edward me hubiese violado!

—No quise decirlo.

—¡Pero lo pensaste! —me puse de pie y caminé hacia la puerta de mi habitación. Al llegar me detuve y giré para verlo—. ¿Y sabes algo? Estoy harta de que me quieran proteger de alguien que no me dejará en paz hasta que me haga daño. Hasta que haga conmigo lo que quiere.

Sentí caer mis lágrimas y me fui corriendo. Estuve a punto de caer por las escaleras pero no me detuve.

Escuché a Josh gritar mi nombre, pero no hice caso. Salí corriendo de mi casa.

Lágrimas corrían por mis mejillas frías, no quería detenerme. No quería que Josh me dijera lo que era cierto. Sabía que era verdad lo que me dijo; no era recomendable que saliera de la casa sola y mucho menos a esta hora de la noche. Mi madre confiaba en mí y si algo me sucedía ella moriría de tristeza.

Mi respiración comenzó a cortarse, así que me dejé caer de rodillas en el pasto para tratar de tomar aire, pero no me era posible.

Josh se dejó caer a mi lado y me miró preocupado.

—Tranquila. ¿Qué pasa?

No podía hablar, la falta de aire no me dejaba. Así que le hice una señal con la mano, dándole a entender que me era imposible respirar bien.

You AreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora