You Are

CAPÍTULO 12

Rayos de luz dieron en mi rostro. Me cubrí con la mano y abrí lentamente mis ojos. Josh estaba dormido, parecía un ángel. Su rostro reflejaba paz y tranquilidad; era hermoso.

Mi cabeza descansaba en sus piernas y su brazo me rodeaba la cintura como para evitar que me cayera.

Con mi mano acaricié su mejilla y él abrió poco a poco sus ojos.

Al mirarme sonrió.

—Buenos días, dormilona.

—Buenos días, dormilón.

—¿Qué tal dormiste?

—Bien —me senté—. Para haber dormido en el asiento de un auto dormí bien.

—Dormiste bien porque tenías de almohada mis piernas —sonrió.

—Y créeme que tus piernas-almohadas, son muy cómodas —sonreí.

Estuvimos unos minutos hablando y después nos comimos la comida que había quedado del día anterior.

Recargué mi cabeza en su hombro.

—¿Crees que hoy pase un auto?

—Eso espero, sino tendremos que caminar.

—¿Hay un lugar cerca de aquí?

—No muy cerca. Está algo lejos.

—Entonces si no pasa un auto, tendremos que caminar.

—¿Salimos a tomar aire?

—Sí.

Bajamos del auto y mi cachorrito comenzó a correr frente a nosotros. Josh y yo estábamos recargados en el auto contemplando el amanecer.

—¿Y cómo le llamaras al cachorro?

—No lo sé, no sé me ocurre un nombre.

—Puedes llamarlo Luke o Lucky.

—Me gusta Lucky —sonreí.

—Entonces que se llame Lucky —me abrazó.

—¿Sabes algo?

—¿Qué cosa?

—Te amo y gracias por hacerme la chica más feliz del mundo.

—Te amo más de lo que crees mi princesa. Y gracias a ti por haber llegado a mi vida.

Me coloqué frente a él y con mis brazos rodeé su cuello. Josh me abrazó de la cintura y me acercó a él.

Y cuando estábamos a punto de besarnos miré un auto.

—¡Josh, un auto! —grité.

—¿Dónde?

—Ahí —señalé a la carretera.

Josh se fue corriendo y se puso en medio de la carretera.

Comenzó a mover las manos en el aire. El auto se detuvo, la persona bajó y se detuvo frente a Josh.

Josh le señaló hacia el auto y el señor se dirigió a su carro para sacar algunas cosas.

Abrieron el cofre y comenzaron a trabajar.

Yo caminé a un lado y acuné en mis brazos a Lucky para poder sentarme en el suelo y esperar a que terminaran.

Cuando el señor cerró el cofre, le tendió la mano a Josh y se despidieron con un pequeño asentimiento de cabeza.

El señor subió a su auto y lo puso en marcha.

Josh lo miró por unos segundos y después dio la vuelta para caminar hacia mí.