(One piece) Sálvame [Yaoi]

Capitulo 6: Escamado

―Garp, es muy grave lo que estás diciendo―. Sengoku estaba serio, demasiado, y su mirada era temeraria.

―Lo sé, pero debías saberlo.

Luego de la conversación con Law y la revelación de Luffy, el coronel de Sabaody tomó sus cosas y partió rápidamente a la estación, debía informar de manera inmediata a su colega, Sengoku.

―¿Cuáles son las probabilidades de que sea verdad?

―No lo sé, quiero decir, Luffy no miente y en su estado menos podría hacerlo―. Se acaricio las sienes con las yemas de los dedos, un suspiro escapo de sus labios―. Siempre me había llamado la atención que fueran tan diferentes entre sí, pero Ace se parece mucho a Rouge y Luffy a Dragón, Sabo... Sabo no... No se parece a ninguno de los dos―. Y como si un balde de agua fría le hubiera caído encima miró al peliblanco.

―No me digas...― Anticipando lo que su amigo diría, dio un fuerte golpe contra el escritorio―. ¡Demonios! ¡COBY!

―¿S-si se-señor?― En un abrir y cerrar de ojos apareció un muchacho joven de cabello rosa, temblando como gelatina.

―¡Llama a Roronoa, Charlotte, Eustass y los hermanos Vinsmoke, que vengan de inmediato!

―¿A-a cuál de los hermanos?

―¡A los tres! ¡MUEVETE!― Asintió con fuerza de forma desenfrenada y salió corriendo, cayéndose en el camino, para avisar a los oficiales.

―Tranquilízate, Sengoku. Hay policías en todo el hospital, es poco probable que ataquen en este momento―. Garp le puso una mano sobre el hombro, pero el hombre la saco de inmediato.

―No te das cuenta, ¿verdad?― Al ver su mirada de confusión, prosiguió:― Alguien quiere matarlos, a los tres, aun sabiendo que Luffy es el único hijo biológico de Dragon.

―¿No creerás que...?― Su rostro comenzó a empalidecer ante el asentimiento del peliblanco.

―Hay que averiguar que tanta verdad hay detrás de esto, y rápido―. Se giro mientras suspiraba―. O puede ser demasiado tarde.

Hospital General de Sabaody, habitación 324.

―¡Esta entrado en paro! ¡Traigan la maquina ya!― Trafalgar estaba desesperado, no era la primera vez que Ace presentaba un paro y, por ende, podía ser fulminante―. ¡RAPIDO!― Sentía los movimientos a su alrededor pero estaba más concentrado en hacer la compresión cardíaca para mantener la sangre circulando en el organismo―. Vamos, vamos. ¡No puedes rendirte!

Nací en una familia muy poderosa, de renombre, con dinero y muy amorosa. Puedo decir que fui feliz, que nunca me falto nada. Entonces ¿por qué me siento tan vacío?

―¡Vamos, Ace!

¿Por qué me fuerzo a sonreír todos los días? Mis padres me aman, mis hermanos son todo para mí. ¿Por qué siento que me falta algo?

―¡No te rindas! ¡No lo hagas!

¿Por qué siento que me ocultan algo? ¿Por qué tengo la impresión de que falta una pieza en el rompecabezas?

―¡No puedes irte!

¿Por qué no le tengo miedo a la muerte? ¿Por qué siento que conozco esa sensación de saber que todo acabará?

―¡Se nos va! ¡Aparten!

Alguien normal tendría temor o curiosidad, ¿por qué yo no?