Capitulo 31: Manami y Daiki

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Abrió los ojos lentamente, todo estaba oscuro y silencioso. Le dolía el brazo, y al tocarlo se dio cuenta que estaba rodeado con una venda. ¿Qué había sucedido?



―¿Te encuentras bien?― Se sobresaltó al escuchar la voz infantil del chico―. Creo que te han inyectado algo en la pierna, esta levemente morada...― Lo analizaba con cuidado, él no salía de su asombro.

―Estoy bien―. Respondió finalmente―. Tengo que ayudar a tu hermana...― Quiso levantarse, pero el niño lo detuvo.

―No te preocupes, Manami es fuerte―. Se sorprendió al notar la confianza que tenía en ella, después de todo, solo eran dos pequeños.



Se sobresaltó al recordar aquello, levantándose rápidamente y saliendo del lugar donde estaba. Reconoció enseguida que ese era el departamento de Katakuri, ya que la decoración era digna de recordar.


―¡Dámela, es mía!― Escuchó la voz infantil, reconociéndola como la de Manami.

―¡No!― Y esa pertenecía al niño, de quien no se acordaba el nombre.


Se acercó al living viendo como ambos infantes estaban peleando por una galleta, luego divisó a Reiju viendo la escena divertida.


―¿Qué esta pasando aquí?― Inquirió débil, los seis ojos fueron a parar a él. Los niños dejaron de pelear para acercársele con una sonrisa.

―¡Has despertado!― Exclamo Manami emocionada―. Menos mal, creímos que dormirías hasta mañana.

―Es verdad, supusimos que te habían drogado con algo fuerte y una dosis igual...― El pequeño le hizo una seña para que bajara hasta su altura, cosa que obedeció. Sin esperárselo, lo abrazó con fuerza―. Pensamos que no podríamos salvarte, gracias a Dios que llegamos a tiempo.

―...― Se dejo hacer, realmente sentía la angustia del niño―. Ya estoy bien, gracias a ustedes―. Lo agarró entre sus brazos, alzándolo. Luego miró a ambos―. Fueron muy valientes, de verdad se los agradezco.

―Era lo menos que podíamos hacer, luego de lo que hiciste por nosotros―. Tanto Ichiji como Reiju miraron lo extrañados, cosa que pareció notar porque sonrió―. Gracias a ti pudimos comer luego de muchos días, esas cosas no se olvidan. Mi hermana me contó que fuiste tú así que quisimos ir a agradecerte, cuando te vimos te seguimos, pero cuando menos nos dimos cuenta ya estabas rodeado de esos tipos.


Los observó por algunos segundos, realmente se preguntaba quienes eran esos niños. Sin duda eran fuertes, incluso podrían asesinar por dinero para comer, pero no lo hacían. Su extrema delgadez hablaba por ellos.


―Daiki-kun, Manami-chan―. Ambos vieron a la pelirrosa, quien sonreía―. Tengo que hablar con Ichiji unos minutos, sigan viendo televisión si quieren―. Asintieron.

―¡Si, onee-chan!― Obedecieron, yendo hacia el sofá y sentándose para ver los dibujitos.


Reiju le hizo una seña a su hermano para que fueran a la cocina.


―Explícame―. Se sentaron uno al lado del otro, en los taburetes que había en la mesada que separaban la cocina del living.

(One piece) Sálvame [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora