Cuando Jimin despertó, tenía una dolor de cabeza intenso. Por varios segundos, se mantuvo con los ojos cerrados, sin tener idea alguna de por qué le dolía tanto, manteniéndose en medio de la consciencia y la inconsciencia.
Lo segundo que notó, es que tenía mucho calor. Demasiado. Abrir los ojos fue toda una tarea y cuando por fin pudo hacerlo, le tomó más de un par de segundos recordar que ese cielorraso y esa pared, eran del cuarto de YoonGi.
Recordó todo al momento. La pesada noche que habían tenido antes de saber si YoonGi estaba en aquel almacén o no; la desesperación al verlo atado con cadenas, como si fuese un esclavo... Y el nudo en su garganta se llenó, porque YoonGi en ese momento era visto como tal. Luego, tras sentir como se le había acelerado el pecho y sus ojos se habían humedecido, recordó la huida y al alfa curando sus heridas, aun cuando él estaba en peores condiciones.
Y el beso.
¡Vaya que recordó el beso! Sus labios hormiguearon al instante y fue consciente, de golpe, del fuerte aroma a menta que rodeaba todo el espacio, en especial de ese calor enorme que se apegaba a su espalda. Su reacción instintiva fue aspirar el aroma que ciertamente podría ser una droga y luego, entendió que ese fuerte aroma y calor, era YoonGi pegado a sus espaldas.
Las cosquillas en su estómago se hicieron presentes, así como el rubor se intensificó en sus ya rosadas mejillas por el calor. A pesar de que sentía a YoonGi demasiado cerca, este no estaba realmente tocándolo, por lo que con todo el nerviosismo de quien sabe que su amado duerme a su lado por primera vez, se volteó con cuidado, queriendo admirar todo de él.
Bien pudo haberse desmayado un par de veces mientras se volteaba. Estaba tan nervioso y el aroma de YoonGi era tan fuerte que hacía que su cuerpo temblara levemente y que el calor lo envolviera por todos lados, en especial, esa parte que debería estar muy dormida, pero que desvergonzadamente, relucía más que lista.
YoonGi dormía profundamente. Las ojeras en su rostro eran más que evidentes, así como los golpes que su hermosa cara había recibido. Se veía más flaco, mucho más flaco y sin embargo, Jimin pensaba que así estaba casi perfecto, que YoonGi era todo lo hermoso que este mundo había creado.
Su cuerpo desprendía ese aroma que comenzaba a marearlo y también un calor enorme. Un deseo posesivo hizo que Jimin quisiera abrazarse al chico y meterse en su cuello, su lobo le rogaba desesperado que se acercara más al alfa y lo abrazara, que lo besara, que lo amara. Sintió escalofríos recorrerle la espalda y calor revolverse por su estómago. Su piel picaba por algo de contacto directo, pero su mente le reprendía el hecho de saber que YoonGi necesitaba descansar luego de todo lo vivido.
¿Por qué Min olía tan bien? Inconscientemente acercó su cuerpo más al alfa, todavía sin tocarlo, sintiendo una necesidad inmediata por reclamarlo, aunque él no fuera un alfa y ni siquiera hubiera tomado todavía el corazón de YoonGi. Quería que oliera a él, que llevara una marca en su cuello y que le hiciera una también, en un asalto desesperado de su naturaleza omega, incluso deseó que YoonGi fuera el futuro padre de sus bebés.
¡Qué vergonzoso era eso! Jimin no quería un alfa y no quería hijos, al menos no hasta hace poco. Pero en otro momento charlaría con su lobo y le haría entender que una cosa era haber aceptado que deseaba al alfa cerca de él y otra, que quisiera hijos también. Eso no lo deseba y fue teniendo esos pensamientos que se dio cuenta, de golpe, de esa humedad conocida en sus partes.
YoonGi se movió un poco y su mano rozó el brazo de Jimin. La excitación que sintió al instante, acompañado del ceño fruncido del alfa en medio de sueños, fueron suficientes para hacerlo retroceder hasta caer de la cama.
El golpe fue duro y por un segundo, se quedó inmóvil. YoonGi se removió, frunciendo el ceño ligeramente y medio balbuceando algo que no entendió, pero por dicha, no se despertó.
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Little Rose by Mink (YoonMin/Omegaverse)
FanfictionPark Jimin sólo quiere cambiar su mundo. Ser libre y poder hacer lo que desee y cree que la única forma de lograrlo es ir en contra de sus instintos y negarse a encontrar una pareja. Sin embargo, la vida parece empeñarse en tener otros planes. 》Adve...