XV.

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¿Era Jimin o era su lobo? Si se era totalmente honesto, Jimin no se sentía como el Jimin de siempre pero no por eso significaba que su lobo había tomado el control del asunto.

Nunca se había sentido de esa forma, ni siquiera cuando en su adolescencia se recluía en su hogar y pasaba el celo por su cuenta, sin ayuda de supresores. Sí, el dolor y la excitación eran pesadas, pero nada  como eso que estaba sintiendo. Su piel hormigueaba, el calor estaba en cada fibra de su cuerpo y  se estaba volviendo  imposible de manejar.  Ya ni siquiera sentía la  vergüenza de hace unos minutos.

- Jimin - habló el alfa, sus ojos eran de un rojo intenso y sus mejillas estaban sonrojadas.  El  aroma que desprendía su cuerpo hacía que las rodillas de Jimin flaquearan bajo la bata -. Esto no es correcto porque ni siquiera sé si eres tú ahora.

- Hyung... quiero que me des un beso, ¿Acaso es que no quieres? - YoonGi se mordió el labio, en una mueca y negó lentamente.

- No es que no quiera, rayos, es todo lo que quiero en este momento... pero me gustaría que pidieras un beso porque quieres hacerlo y no porque las hormonas te obliguen.

- ¿Puedes parar con eso de una vez? Quiero hacer esto, ¿acaso se te olvida que no es mi primer celo?

YoonGi tragó grueso y Jimin se maravilló con el lento  movimiento en su manzana de Adán. Tan cerca y tan lejos.

- Sí, pero...

- Hyung... no pienses tanto - dijo y aprovechó cuando los  brazos de YoonGi dejaron de ejercer tanta presión sobre sus hombros, para  acercarse de una vez por todas a su hyung.

Jimin estampó sus labios en los finos y adictivos labios del alfa. Fue algo torpe y desesperado. Casi gimió en el momento en que tuvo por fin ese contacto que parecía necesitar para respirar en ese momento, todo su cuerpo se estremeció  y el corazón le latió como loco.

Junto sus manos en la parte trasera del cuello del mayor  y  presionó un poco hacia abajo, solo  ese poco requerido  para hacer que Min dejara de pensar que estaba  aprovechándose de un omega en celo que no sabía lo que quería.

- No puedo hacerte esto... - habló el chico, separándose del beso por un par de centímetros.

Jimin lo ignoró y lo acercó con sus manos de nuevo, sintiéndose borracho de lujuria. No sabía de donde venía todo ese atrevimiento, pero en ese instante, no pudo sentir vergüenza alguna por su apresurado  comportamiento.

Se sentía tan excitado, tan necesitado de su hyung... no entendía cómo había podido vivir alejado de él por tanto tiempo. Rayos, ni siquiera sabía cómo es que el mayor lograba lucir tan... normal. Su mente era un caos, su cuerpo era un manojo de feromonas y no deseaba nada que no fuera a su hyung cerca. ¿¡Por qué YoonGi no estaba correspondiendo!?

Ni siquiera lo apartó con cuidado,no, YoonGi lo empujó con fuerza, no la suficiente como para hacer que tambaleara, pero más que necesaria como para que su rostro se encontrara a  unos 20 centímetros del mayor.

- No puedo hacer esto -. Dijo y aun cuando su mente era un lío, Jimin entendió que el mayor no cambiaría su forma de pensar. Él de verdad creía que el lobo de Jimin estaba a cargo... ¿o quizás YoonGi recapacitó y vio que no quería nada de lo que le pudiera ofrecer?

Dolor lo atravesó. Primero fue el emocional al pensar en esa casi palpable posibilidad y luego fue su vientre, en uno de los calambres  que solían acechar a cualquier lobo en  su ciclo.

El calor se intensificó y gimió molesto cuando el siguiente calambre se acentuó. Se llevó sus manos al vientre  y aun cuando su lobo le rogaba consternado que buscara el contacto de su alfa,  hizo lo posible por mantenerse de pie.

Little Rose by Mink (YoonMin/Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora