II.

5.3K 924 217
                                    

Jimin no recordaba cuantas rondas de cerveza habían llegado a la mesa, tampoco estaba seguro de cuántos shots se había tomado, pero no le importaba en ese momento porque se estaba sintiendo de maravilla.

Algunas personas ya se habían marchado, incluso Rosemary quien era la celebrada, ya había dejado la mesa desde hacía un buen rato; no quedaban más de 5  personas de los que habían ido en grupo,  creía pero no estaba seguro.

Se sentía bien a pesar de que su cabeza estaba mareada, sabía que no debió haberse quedado sentado por tanto tiempo, pero eso no impedía que siguiera bebiendo de aquella cerveza. Incluso el sabor parecía menos amargo con cada trago.

Sie no estaba y no sabía donde podía estar,  se había ido  a bailar con su novio pero no recordaba si habían regresado para algo.  Los zumbidos de la música del fondo se metían hasta lo más  profundo de sus sienes y el licor ya había comenzado a darle un calor exagerado.

- YoonGi - llamó, sabía que Min no se había ido.

YoonGi no contestó y Jimin volteó a ver la totalidad de la mesa, analizando si estaba ahí o no. No estaba.

Se enderezó y suspiró profundo antes de levantarse de su sitio, sin entender bien por qué sintió esa evidente punzada de dolor absurda.

El mareo fue horrible y debió apoyarse en la mesa para no perder el equilibrio. Ya debía marcharse, al parecer nadie se había acordado de él, ni siquiera la traicionera de Sie.

- ¿Necesita ayuda, señor? - el mesero se acercó, preocupado pero Jimin negó con la cabeza.

- Muchas gracias, solo... la cuenta, por favor.

- Ya está todo pago, varias de las personas en la mesa pagaron por anticipado, de hecho, quedó un pequeño saldo a favor de ustedes que pueden utilizar en su próxima visita.

- Entiendo, perfecto - dijo e hizo ademán de alejarse.

- Señor - repitió el chico - perdón que sea tan atrevido, no es mi intención ofenderlo - Jimin hizo lo posible por poner atención al bajito chico a su lado - pero... señor creo que no debería irse sólo, menos en su estado.

- Ahh... te agradezco la preocupación, pero pediré un carro, no hay problema alguno, ya he regresado más  borracho a casa y nada ha pasado.

- Señor, me refiero a que...

- No te preocupes, gracias por el buen servicio.

Jimin ni se despidió, nadie en la mesa parecía estar prestándole atención.  Asintió hacia el chico y caminó  hacia la salida, tan derecho a como le fue posible pero por alguna razón, le costaba concentrarse.

¿Por qué todo el mundo lo veía? ¡Deberían dejar de juzgarlo!¡Cualquiera tenía derecho a emborracharse de vez en cuando! Se apenó un poco al ser el centro de atención pero se las ingenió para seguir caminando.

Podía sentir las miradas fijas en su persona y eso lo molestó un poco, ¡joder, todos tenían derecho a emborracharse!

Consiguió salir a la puerta principal y el aire frío le erizó el cuerpo, agradecía que  al día siguiente  fuera sábado pues ya podía verse medio muriendo de la resaca en la mañana.

Sacó su teléfono y trató de distinguir lo números, pero no podía concentrarse. Sentía sus piernas débiles y una ligera taquicardia le abrasaba el pecho,  ni mencionar el sofocante calor que se extendía por su cuerpo y que esa última cerveza le había provocado.

- Sí, ahh... necesito un taxi al restaurante... mmm... - dijo pausadamente, sin recordar el nombre del lugar.

Cortó la llamada, avergonzado y salió hasta la acera  para poder ver el gran rótulo del lugar. Casi pierde el equilibrio al bajar por las pocas gradas de la entrada, pero alguien lo sostuvo del brazo antes de resbalarse y caer al suelo.

Little Rose by Mink (YoonMin/Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora