Durmieron abrazados toda la noche y no fue sino hasta casi el medio día de la mañana siguiente, cuando por fin fueron despertando.
Jimin se despertó primero, el olor a menta estaba en todo su cuerpo y una sonrisa tímida se colaba en su rostro. Amaba sentirse envuelto en ese aroma, amaba saber que olía como su hyung y aún cuando él no estuviera alrededor, su olor permanecería consigo por varios días. Pero no tenía planeado alejarse de él, al menos no si su hyung no se lo pedía, así que no había por qué preocuparse por el aroma dejando su cuerpo porque él no dejaría que se marchara nunca.
Si alguien le preguntara a Jimin si cambiaría algo de su vida, quizás la única cosa que le gustaría haber hecho diferente, sería haber tenido el valor de presentarse ante su hyung antes. Sin máscaras, sin mentiras, sin timidez... se habría mostrado tal y como era y hubiera esperado con toda el alma que el chico le hubiese dicho que era más que suficiente y que sí lo aceptaba.
Perdió años de su vida junto a él solo porque no fue valiente. Porque insistió en que no era importante, porque le dio miedo el rechazo, porque se engañó a sí mismo diciéndose que eso que sentía por él era pasajero y que pronto desaparecía. Perdió tiempo precioso a su lado porque no fue capaz de arriesgarlo todo, pues el temor de perderlo - aun cuando ni siquiera era suyo - era más grande que cualquier otra cosa.
Apartó con mucho cuidado los brazos de su hyung envueltos férreamente en su cintura y salió despacio de la cama, intentando hacer el menor ruido posible. Tenía planeado hacer un delicioso y abundante desayuno, así que dejó que el alfa descansara y se dirigió a la cocina.
La sonrisa no dejó su rostro ni un minuto. Se divirtió tratando de entender cómo funcionaba la estufa de la pequeña cabaña y sacó los suministros que habían comprado de camino; guardó algo de carne en el refrigerador y se alegró de que no se hubiera puesto mala por su descuido de no haberla guardado anoche. Lavó los trastes bien antes de usarlos y se puso manos a la obra.
Ambos acordaron que estarían solo un par de días en la cabaña, pero habían comprado más de lo necesario, así que no había que preocuparse porque los suministros se acabaran pronto. Al menos, tratarían de no preocuparse por nada que no fuera descansar y Jimin iba a tratar de cuidar del lobo de la mejor forma, procuraría que el alfa no pensara ni por un segundo en la traumática experiencia que tuvo que soportar.
Alejando cualquier mal pensamiento, cocinó un desayuno bastante apetitoso, en su opinión. Unos huevos fritos con jamón, una tostadas, un par de sándwiches para cada uno y café; decidió que esperaría por 15 minutos a que su hyung despertara por su cuenta y si no, iría a buscarlo.
Su estómago gruñó, ya era casi la una de la tarde y muy a su pesar, fue a despertar a YoonGi.
Tocó la puerta un par de veces y entró, sintió cosquillas en su vientre al ver a YoonGi aún dormido plácidamente. Fue casi una pena tener que despertarlo, pero pronto avanzó hasta estar a su lado, su característico aroma de alfa calmando cualquier posible angustia en su lobo.
- YoonGi~ - canturreó con esa voz dulce suya - es hora de desayunar~ - dijo, moviéndolo levemente del hombro.
- Cinco minutos más - bromeó él, con una sonrisa en el rostro, estirándose a lo largo y ancho de la amplia cama. Lentamente abrió los ojos y Jimin se maravilló una vez más con lo hermosos que estos eran.
No sabía si su hyung era el hombre más guapo del planeta, pero él estaba dispuesto a apostar que así era, pues cada que lo veía, no dejaba de pensar que alguien tan bello como él no era posible que existiera. No solo era su perfilado rostro, su pálida y suave piel o su proporcionado cuerpo... YoonGi era simplemente hermoso en todos sus aspectos. Desde esa sonrisa amplia, su amabilidad, su pasión al dar una clase, su sentido del humor, la manera tan dulce en la que lo trataba... YoonGi era demasiado.
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Little Rose by Mink (YoonMin/Omegaverse)
FanficPark Jimin sólo quiere cambiar su mundo. Ser libre y poder hacer lo que desee y cree que la única forma de lograrlo es ir en contra de sus instintos y negarse a encontrar una pareja. Sin embargo, la vida parece empeñarse en tener otros planes. 》Adve...