Little Rose by Mink (YoonMin/Omegaverse)

Prólogo

En realidad, Jimin nunca quiso ser parte de esa sociedad extraña. No le veía sentido alguno a categorizar a las personas y mucho menos cuando esa jerarquía se basaba en algo tan irremediable como lo genético.

Odiaba las clases de historia en la escuela, en especial cuando a la señorita Priston le daba por recordar la retórica del 48, de cómo su raza se había enfrentado al enemigo y habían conseguido obtener su libertad. Las odiaba porque creía que eran mentira, cuando creció se dio cuenta que esa batalla podría nunca haber ocurrido y en caso de pudiera ser verdadera, estaba seguro de que no en esas colosales magnitudes.

Desde el 48, habían definido cómo funcionaría la sociedad a partir de ese momento. Por supuesto que ya los "géneros" habían estado decididos desde hacía miles de años atrás, pero nunca hubo una ley que así lo estipulara.

Cuando los vampiros dominaron a los lobos, los alfas eran utilizados como esclavos obreros, construyendo edificaciones tan hermosas como gigantes y malignas, también debían buscar en las minas el preciado diamante vital para mantener la codicia.

Los betas eran esclavos también, pero se les obligaba a dedicar sus vidas enteras a servir a las familias más ricas, haciendo todos los labores del hogar. Los omegas... los omegas pudieron haber tenido quizá la peor de las experiencias, eran abusados sexualmente por cualquiera que pudiera pagar lo suficiente. Eran realmente caros pues la masacre sostenida de omegas unas décadas atrás, había hecho que fueran escasos... 1000 omegas, 1000 omegas en todo el mundo, todos siendo esclavizados en ese entonces.

Por eso Jimin no creía en su sociedad. Su raza... en especial su género, siempre había llevado la peor parte, incluso cuando lograron la libertad y habían aniquilado hasta el último vampiro, los alfas y los betas tomaron posesión de las riquezas, de las casas, los diamantes y en dado punto, también de los omegas.

Lejos de liberarse con la caída de los temibles chupasangre, ellos sólo habían cambiado de dueño, no de vida.

La retórica del 48 (habían pasado 300 años desde eso) seguía rigiendo a la sociedad. Por supuesto que los omegas habían luchado por sus derechos y ahora podían hacer muchas cosas sin necesidad de que alguien más se los autorizara, pero la sociedad seguía siendo injusta y Park Jimin quería cambiarla. Aunque fuera sólo un poquito y si quería lograrlo, debía ir en contra de la regla básica de su sociedad: tener una pareja.

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Mink Bangtan