IX.

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Era cierto que Jimin sabía desde el primer año de universidad que YoonGi era el tipo más hermoso del planeta. Sabía que su olor lo volvía loco y que lo que sintió por él al verlo, no podría sentirlo por nadie más en la vida.

Ya había explicado su estúpido pensamiento cuando lo había visto, ese en el que consideró que aquella vieja historia sobre la pareja predestinada podía ser verdad y en el que comprobó que no lo era. Aún así, él no pudo evitar sentir un desasosiego extremo al verlo y percibir su embrigante olor, esa necesidad, sí, eso era lo que sintió, necesidad de estar cerca de él y contrario a lo racional, esa necesidad la sintió por largo tiempo.

Cuando comenzó a trabajar como profesor en la escuela hace unos meses y se encontró con que YoonGi iba a ser su colega, supo al verlo que nunca había podido dejar atrás aquel "enamoramiento" y aquella necesidad volvía a hacerse presente de manera que cada vez que lo veía se volvía más difícil pretender que no pasaba nada, con cada vez sentía a Min calar más profundo en su corazón.

Pero... debía admitir que nunca pensó que lo que sentía por Min YoonGi pudiera ser tan fuerte que hiciera que ese dolor emocional que sentía a veces se convertiera en dolor físico. Literalmente estaba sufriendo, su cuerpo estaba débil, no podía comer, no podía dormir más de unas pocas horas al día, no estaba tranquilo ni un solo segundo, su paz mental se había ido por un tubo y ya no podía continuar sintiéndose de esa manera.

Había pasado un semana completa desde el incidente en el restaurante y aún no llegaban noticias del paradero del profesor de Tratados. Él comenzaba a desesperarse, bueno, más que a desesperarse, a veces se había sentido desesperanzado, lo que era muy diferente a sólo perder la paciencia. Se negaba a no mantener positivismo ante la situación, a darse por vencido tan fácil; no era tonto, sabía que no debía perder la esperanza pero a ratos la agonía se volvía tan espesa que resultaba toda una tarea mantener aunque sea un rayito pequeñito de esa enorme esperanza que casi siempre sentía.

Claro está que se recomponía en solo minutos, creía firmemente que si uno de verdad desea algo con el corazón, si lo pide con insistencia y pone su empeño en eso que uno de verdad anhela, el destino no tendrá más reparo que notar lo mucho que uno aprecia ese eso y terminará dándonoslo. Si se pierde la fe, entonces se pierde cualquier posibilidad de que lo que se desea con el alma, se vuelva real y Jimin no tenía ninguna intención en dejar de pensar que Min YoonGi estaba bien y que iba a regresar.

Pero eso no evitaba que sintiera que iba a volverse loco en el peor sentido, deseaba poder tener alguna especie de poder que le permitiera localizarlo, entonces correría hasta él y nunca más se separaría.

Ya no valía la pena negarlo; había actuado tontamente al pensar que negar lo que sentía por YoonGi haría la situación más fácil y por ende, ese fuego abrasador terminaría por extinguirse eventualmente. Se había equivocado garrafalmente, le bastaron 7 días completos de agonía para entender que él quería a YoonGi y que no había nada en ese espacio terrenal que pudiera hacer que sus sentimientos desaparecieran.

Todo lo que quería era a él. Todo YoonGi era hermoso y no sabía qué parte adorar más, si esa sonrisa preciosa, esos ojos tan brillantes y alegres, esa inteligencia asombrosa, esa personalidad suya tan amable y llevadera, era tanto que se podía amar que le era imposible escoger una cosa... quizás siempre fue todo.

Esa conexión que sintió por YoonGi al verlo fue solo el inicio, el empuje que lo llevó a pensar que YoonGi podía ser su YoonGi, pero lo cierto es que no querer a Min después de conocerlo, era ciertamente imposible.

Él lo quería y vamos, no sería hipócrita para jactarse y decir que lo amaba porque, aunque pensara que sí lo hacía, aunque esa opresión en el pecho se lo confirmara, debía primero encontrar a YoonGi, llevarlo a casa y así ser merecedor de poder pronunciar esas palabras, de poder tener el valor y el honor de decir que amaba a ese hombre.

Little Rose by Mink (YoonMin/Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora