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BOMBA DE TIEMPO

STAN'S HURLEY SAFE HOUSE, VIRGINIA,UNITED STATES OF AMERICA

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STAN'S HURLEY SAFE HOUSE, VIRGINIA,
UNITED STATES OF AMERICA.



BELLA SINTIÓ cómo Mitch quitaba suavemente la venda de sus ojos. Un escalofrío la recorrió cuando la atacó la idea de que esas mismas manos que habían vendado sus ojos, habían asesinado a dos personas unas pocas horas atrás, y no quería saber cuantas vidas habían quitado antes de conocerla.

Finalmente pudo ver el paisaje que la rodeaba. Iban por una ruta en un bosque espeso. Stan al volante y Mitch de copiloto. Isabella permaneció callada, temiendo a que si hablaba el pánico que la recorría se haría notable, y no quería mostrar puntos débiles.

El viaje fue silencioso. Desde que se subió a la camioneta y durante casi todo el camino, le habían colocado la venda para que no sepa exactamente la ubicación del lugar. Se sintió ofendida cuando Mitch se la colocó susurrando un "Sigo sin confiar en ti" en su oído. Ella le había contado absolutamente todo lo que sabía.

Stan bajo primero del vehículo, abriendo el baúl del y tirando todos los bolsos al suelo, formando una pequeña pila con ellos arriba del barro. Bella frunció el ceño con una mueca de disgusto.

—La vida como la conocías termina aquí, Isabella —dijo Stan con una pequeña sonrisa que no supo interpretar, al igual que su frase.

Quiso tomar su pequeño bolso -debido a la escasa cantidad de ropa que poseía- pero Mitch se adelantó, colocándolo sobre su hombro al igual que los de él, sin dirigirle la mirada.

—Por aquí —la llamó fríamente, guiándola hacia un cobertizo que se encontraba en el fondo del terreno de la granja.

El olor a humedad la golpeó cuando Mitch abrió la puerta. Era un lugar amplio y largo con al menos 20 camas vacías, sin señales de uso. Las sábanas estaban estiradas y todas las almohadas en su lugar. Frunció el ceño con confusión.

—¿Hay alguien más aquí?

Mitch dejó el bolso de ella sobre una cama y los suyos en la de al lado.

    —No.

    —¿Y las camas?

    —Solíamos entrenar gente aquí. Ya no.

    Isabella se mordió el labio intentando no hacerlo, pero no pudo evitar preguntar.

    —¿A ti te entrenaron aquí?

NEVER LET IT GET PERSONAL,    mitch rapp.   ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora