Entre cámaras y sábanas [Terminado]

Capítulo II

El castaño sonrió de lado por la respuesta que le había dado Yamazaki. La mayoría de los chicos preferían tomar un descanso, tanto por el aspecto físico o mental, incluso para poder controlar su erección y permitirse durar un poco más en su desempeño sexual.

Pero Sousuke se veía decidido y con el ánimo suficiente como para seguir con la audición. Al parecer el que tendría problemas para seguirle el ritmo sería Makoto. El castaño volvió a sonreír mientras se sacaba la ropa para quedar al igual que el moreno, desnudo. Hacia bastante tiempo que no disfrutaba de algo así.

Y se aseguraría de seguir disfrutándolo al máximo.

Yamazaki se le quedó esperando, como esperando instrucciones, y le gustaba eso también de él, que supiera entender la situación en la que se encontraba, que preguntara con la mirada y no de manera obvia con la voz, eso podía entorpecer el video. En ese rubro, era importante la comunicación no verbal y a él se le daba bien al parecer.

Hasta el momento, Yamazaki Sousuke era toda una joven promesa. Ahora vería otro tipo de desempeño.

—Ahora te devolveré el favor para que vuelvas a estar al máximo, ¿está bien, Yamazaki-kun?

El moreno asintió, ambos se encontraban de pie frente al otro, y en esta ocasión fue el turno de Makoto de arrodillarse en el sillón y llevar el grueso y caliente miembro de Sousuke a su boca. Era mucho más grande que el suyo, en cuanto a largo y grosor, por lo que le costó unos cuantos intentos el hacer que entrara completamente en ella.

Sabía que para esos casos tenía que estar lo más relajado posible, solo así conseguiría que su garganta también se relajara y dilatara lo suficiente para que aquello entrara en su boca al 100%. Lo primordial en esos casos era evitar que la punta tocara su campanilla, si eso llegaba a suceder, Makoto terminaría con arcadas y no era algo que podía permitirse hacer en esos momentos.

Apretaba dulcemente sus labios alrededor de aquella aterciopelada piel, en su expresión, Sousuke veía como si de verdad estuviera disfrutando aquello. Movía su cabeza con los ojos cerrados e iba alternando la presión que realizaba en el miembro de una forma exquisita.

El moreno estaba seguro de que volvía a estar al máximo ante aquellas caricias, y llevó una mano al cabello del castaño, pero no para acentuar o guiar su velocidad, sino que para señalarle que debía parar, que ya estaba más que listo para lo que vendría a continuación.

Makoto abrió los ojos ante el toque que recibió y entendió lo no dicho por Yamazaki, así que, con unas últimas succiones, se separó de la erección de Sousuke, dejando colgar un hilo de saliva entre su boca y esta. Podría considerarse algo obsceno y asqueroso, pero para ellos dos, era erótico y estimulante.

El castaño le hizo un gesto con la mano para que fuera el turno de Sousuke de acomodarse en el sillón. Makoto lo acomodó para que apoyara tanto sus codos y rodillas en el amplio sillón de cuero ahí, se acercó por detrás de la espalda y le susurró en el oído.

—Supongo que sabes qué es lo que viene ahora —el moreno asintió—, te recomiendo que luego eleves tu cadera y hundas tu pecho contra el sillón, eso facilitará las cosas.

Tachibana estaba seguro de que Sousuke podía arquear la espalda de una maravillosa forma y estaba ansioso por hacerlo, pero lo primero y más importante en este caso era prepararlo para ello.

Aprovechando su cercanía con la boca de este, acercó sus dedos para que los introdujera y humedeciera lo suficiente con su saliva. Cuando estos se encontraron llenos del líquido, los trasladó a la entrada de Yamazaki, pero se detuvo momentos antes de introducir el primero de sus dígitos.